La confusa historia de la marca Talbot es en realidad y largo y tortuoso viaje que abarca más de ocho décadas de operaciones, desde sus orígenes aristocráticos hasta su desaparición definitiva en 1986.
Se trata de la historia de una marca que fue símbolo de velocidad, lujo y elegancia, pero que terminó ahogada por las guerras, las crisis económicas y muchas decisiones industriales erráticas.
Orígenes aristocráticos y primeros éxitos de Talbot
El nombre Talbot apareció por primera vez en el mundo del automóvil en 1902, cuando el industrial francés Adolphe Clément se asoció con Lord Charles Chetwynd-Talbot, dando lugar a la firma Clément-Talbot.
En 1919, Clément-Talbot se fusionó con Darracq, especialista en automóviles de lujo, para crear Talbot-Darracq. Sólo un año después, el grupo se unió a la británica Sunbeam, formando el conglomerado Sunbeam-Talbot-Darracq (STD), con operaciones tanto en Francia como en el Reino Unido.
Crisis, liquidación y el renacer francés
La crisis económica de los años 30 llevó a la liquidación del grupo STD en 1933. La rama francesa fue adquirida por el empresario italiano Anthony Lago, quien relanzó la marca bajo el nombre Talbot-Lago, con nuevos modelos bautizados con los nombres de Minor, Major y Master.
Durante la posguerra, el Talbot-Lago Record simbolizó el renacer de la marca, aunque hablamos de unos cimientos tremendamente frágiles.
En 1953, se lanzó el Grand-Sport 4,5L, el coche francés más rápido del momento, aunque su altísimo precio limitó su venta a tan solo 15 unidades.
En 1955, en un nuevo intento se lanzó un coupé de 2,5L y 120 CV que también fracasó.
Ya sin capacidad para desarrollar motores propios, Talbot-Lago recurrió a BMW para lanzar el Talbot-Lago América con motor V8, pero el colapso era inevitable. Tras un intento fallido de asociarse con Maserati, Simca compró la compañía en diciembre de 1958, poniendo fin a esta etapa de la marca.
Segunda vida bajo PSA: renacimiento y declive
La confusa historia de la marca Talbot tuvo un segundo acto en 1979, cuando el grupo PSA Peugeot-Citroën, tras adquirir las filiales europeas de Chrysler, resucitó el nombre Talbot.
Este había estado bajo el paraguas de Rootes desde 1934 y de Simca desde 1958. PSA apostó por la fuerza simbólica del nombre en Francia y Reino Unido, creyendo que era percibido como una marca local en ambos países.
Pero la realidad fue menos prometedora. Aunque se lanzaron nuevos modelos como el Talbot Horizon y el Sunbeam Lotus, el mercado comenzó a decaer. En 1980, la situación de la planta de Poissy era crítica. Se reestructuró la compañía bajo el nombre SNC Talbot et Cie, con un contrato de tres años. Sin embargo, en 1982 estalló una huelga de cinco semanas que paralizó la producción del Talbot Samba y desembocó en una fuerte reducción de plantilla.
En 1984, la caída de producción fue tal que los modelos Peugeot fabricados en Poissy (104 y 205) superaron en volumen a los Talbot. PSA, consciente de la baja imagen de la marca, decidió lanzar el nuevo proyecto C28 como Peugeot 309, a pesar de haber sido desarrollado como un Talbot. El cambio fue anunciado oficialmente el 28 de junio de 1985.
El adiós definitivo de Talbot
Aunque Poissy continuó como centro de producción bajo Peugeot, el nombre Talbot desapareció del mundo del automóvil en 1986. Desde entonces, la marca ha permanecido dormida, como propiedad legal del grupo PSA, sin señales de resurrección.