Estarás de acuerdo conmigo en que el ruido que emiten los grandes deportivos por el tubo de escape es parte de su encanto. Por muchos amplificadores de sonido en los altavoces que equipe el modelo en cuestión, si no escuchamos un rugido a través del tubo de escape en cada aceleración y cambio de marcha, es como si condujésemos una lavadora.
Sin embargo y, por desgracia, la tendencia del mercado y la normativa europea nos llevan poco a poco en convertirnos en conductores de lavadoras. Lavadoras muy rápidas con la hibridación, pero lavadoras al fin y al cabo. Así lo confirma en una reciente entrevista con Motoring, Bastian Bogenschutz, jefe de planificación de productos de Mercedes-AMG para automóviles compactos.
Según Bogenschutz, gracias a las nuevas regulaciones europeas los sonidos de los escapes se están volviendo cada más silenciosos, y ni siquiera los automóviles de alto rendimiento de AMG, ni sus competidores, pueden evitarlo. Y ojo, porque eso también involucra a los deportivos fuera de Europa, ya que es demasiado costoso diseñar escapes específicos para cada mercado de forma individual.
Por otra parte, las regulaciones en materia de emisiones también se vuelven más estrictas, lo que complica aún más el problema. Dos de los primeros vehículos en los que queda patente el impacto de la normativa de sonoridad son los Mercedes-AMG A 45 S y Mercedes-AMG CLA 45 S. Al menos cuentan el motor de cuatro cilindros más poderoso del mundo, algo es algo...
Los reguladores europeos no quieren que los escuches, pero gracias a la tecnología actual y la insatisfacción de algunos, AMG está contrarrestando las nuevas regulaciones intensificando el sonido de los escapes en el habitáculo. Y no como un sonido artificial, sino que los de Affalterbach cogen el sonido del escape real que representa el sonido de rendimiento puro AMG y lo introducen en el interior.
Como os decía un poco más arriba, los sistemas de audio que imitan los rugidos del escape y del motor para tratar de mejorar la experiencia de conducción no son nada nuevo. Estamos de acuerdo en que no son la solución ideal, pero es mejor que nada si se quiere cumplir con las regulaciones europeas.