Volvo ha confirmado un cambio estratégico que marca el fin de sus icónicos modelos familiares. La compañía ha decidido enfocarse exclusivamente en los SUV, argumentando que son la clave para el crecimiento y la rentabilidad.
Esta decisión, anunciada por el CEO de la marca, Jim Rowan, rompe con una tradición de años en los que Volvo ha sido sinónimo de seguridad y funcionalidad en formato station wagon.
El adiós a los «wagon» de Volvo
En una reciente entrevista con AutoExpress, Rowan explicó que lanzar nuevos modelos es un proceso costoso y que la mejor estrategia es maximizar el volumen de ventas utilizando plataformas comunes y formatos de alta demanda. «Estamos tomando decisiones muy conscientes sobre dónde queremos jugar», señaló. «Nos estamos diferenciando con los SUV: altura de conducción elevada, gran seguridad, y creemos que podemos defender ese nicho frente a la competencia.»
Esta postura ha generado controversia, especialmente después de que el director comercial de Volvo en el Reino Unido, admitiera que la eliminación de los V60 y V90 en 2023 fue un error. «Cuando le dices a un cliente que no hay modelos familiares disponibles, se va y compra el de otra marca», aseguró. Mientras BMW y Audi continúan apostando por las station wagons, Volvo prefiere enfocar su atención en los SUV.
¿Son los SUV el mejor aliado de la electrificación?
Si bien los SUV dominan el mercado, surgen dudas sobre su idoneidad para la electrificación. Uno de los principales desafíos de los vehículos eléctricos es la eficiencia energética, que depende en gran medida de dos factores: el peso y la aerodinámica. En este sentido, los SUV no son precisamente las mejores opciones.
Al ser más grandes y pesados, los SUV requieren baterías más grandes para mantener una autonomía competitiva. Esto incrementa el consumo de energía y la huella de carbono en su fabricación.
Los SUV tienen un mayor coeficiente de arrastre, lo que reduce su eficiencia energética. En contraste, las station wagons suelen ofrecer una mejor aerodinámica con una eficiencia superior en carretera.
Un SUV eléctrico necesita más energía para moverse en comparación con un sedán o un familiar, lo que impacta directamente en la autonomía.
¿Un futuro sin familiares en Volvo?
Aunque Volvo apuesta fuerte por los SUV y ya tiene en camino cinco nuevos modelos para 2025, muchos entusiastas de la marca lamentan la desaparición de los familiares. No obstante, si la estrategia SUV-eléctrica no resulta tan eficiente como se espera, podría haber espacio para reconsiderar el papel de los station wagons en una movilidad sostenible.
Por ahora, la marca sueca deja atrás un legado histórico de seguridad y practicidad en sus modelos familiares para embarcarse en un futuro dominado por los SUV. El tiempo dirá si esta decisión fue la correcta o si los fieles seguidores de los «wagon» encontrarán refugio en otras marcas.