Si hace un par de años nos quedamos boquiabiertos con el Ariel Atom 3.5R, una versión radicalizada con motor de Honda Civic Type R potenciado, hoy no íbamos a ser menos con el último prototipo del fabricante británico, bautizado como Ariel Atom Aero-P Concept. Por ahora se trata solo de un ejercicio de diseño y, tal y como declara la marca, nunca lo veremos como modelo de producción, aunque sí podría dar pie a una versión híbrida del Atom.
Si pensabas que el biplaza inglés no podría ser más divertido, ahora sus creadores le han incorporado el efecto suelo, un sistema de aerodinámica activa que, a través de ventiladores localizados bajo el piso, succionan el aire pegando el deportivo contra el asfalto. Pero esto no es una novedad, sino más bien agua pasada, ya que este efectivo sistema que fue prohibido lo incorporaron en su día modelos de competición como el Brabham BT46B Fan Car de Fórmula 1 en 1978, ganador del Gran Premio de Suecia.
Desarrollado en colaboración con TotalSim y Delta Motorsports, el AERO-P (Aerodinamic Efficiency Requirements & Optimization Project) mejora su aerodinámica con la introducción de este sistema para reducir las emisiones de CO2 del coche y optimizar su comportamiento, al tiempo que ha sido diseñado mediante técnicas de dinámica computacional de fluidos (CFD) para estudiar y mejorar la eficiencia de refrigeración tanto de motores convencionales como de sistemas híbridos.
«Hemos logrado que el vehículo tenga una carga aerodinámica tres veces mayor que con los sistemas tradiciones, y estamos trabajando para que este proyecto pueda llegar a la producción real pronto« declara Simon Saunders, director de Ariel,.
Actualmente el tamaño de los alerones cada vez es mayor para aumentar la carga aerodinámica, pero también cuentan con un aumento de la resistencia al aire que en el caso del Atom es de un 15%. Es por ello que el efecto suelo esconde importantes ventajas incluso en el ahorro de elementos aerodinámicos. Además, gracias a la incorporación de unas baterías adicionales los ventiladores pueden funcionar de manera independiente a la mecánica, haciéndolo de modo manual o automático. En este último caso solo se activaría en aceleraciones, frenadas o curvas, y visualmente el coche parece pegarse completamente al suelo.