Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.3
Notable
El Volkswagen T-Roc Cabrio supone una entrada triunfal en un segmento concurrido y competitivo sediento de necesidades como el diseño, la conectividad y las asistencias a la conducción. No faltan clientes en este mercado y estamos ante un producto interesante -pero bastante caro-, aunque peca en los acabados de plástico duro y en algunos remates que no se corresponden con el sitio en el que la marca quiere posicionar al modelo.
Tres años después de conocer el prototipo T-Cross Breeze Concept, la marca alemana nos mostró el resultado de aquél llamativo concept: el Volkswagen T-Roc Cabrio, que se alza como el primer descapotable crossover compacto que combina la apariencia y las ventajas de los SUV clásicos con la experiencia de conducción única que ofrece un descapotable.
Ha sido necesaria una inversión de 80 millones de euros para su producción en la planta de Osnabrück, pero el fabricante considera que los SUV son el futuro y un T-Roc cabrio tiene cabida en su ofensiva de productos, además de que permitirá a la factoría continuar con su exitosa historia vinculada a los descapotables y salvaguardar el empleo en estas instalaciones.
Pensemos que, al fin y al cabo, los SUV actualmente suponen una contribución clave para el crecimiento de la marca principal del Grupo (más del 40% de las ventas de Volkswagen en 2020). Si bien no se ven muchos T-Roc Cabrio por nuestras carreteras, la firma prevé alcanzar un volumen de producción anual de hasta 20.000 unidades en las mencionadas instalaciones.
Tras la desaparición del Range Rover Evoque Convertible, el T-Roc Cabrio es un coche único en el mercado. Combina una carrocería de tipo crossover con un techo de lona plegable, elemento que, junto a un habitáculo de cuatro plazas -en lugar de cinco- y una carrocería alargada con solo dos puertas, le distingue de la variante convencional del modelo.
Diseño exterior
En términos de diseño, el T-Roc Cabrio es muy similar al modelo convencional, aumentando el tamaño de las puertas y la batalla para ofrecer un habitáculo amplio. En dimensiones, hablamos de 4.27 metros de largo (+3 mm), 1.81 metros de ancho y 1.52 metros de alto (-5 mm). La batalla se extiende hasta los 2.630 mm, lo que supone 40 mm más que el T-Roc.
En este tipo de modelos de corte crossover y pequeño tamaño es frecuente ver una línea de techo bajo que, además de acentuar el dinamismo de las proporciones, permite localizar el centro de gravedad en una posición más cercana al suelo para optimizar las prestaciones de conducción, de ahí que estos vehículos vayan realmente bien.
En la vista frontal encontramos carismáticos elementos de diseño. No podemos negar que se trate de un Volkswagen, pero tampoco podemos obviar las “apuestas” que ha hecho la marca por ofrecer un diseño algo diferente a lo que nos tiene acostumbrados. La ancha parrilla en negro crea una notoria sensación de horizontalidad, al tiempo que incorpora la insignia R-Line.
El Cx es de 0.34, el factor de resistencia de 0.8 y la superficie frontal de 2,34 m2.
En ella se integran también los faros Full LED opcionales, cuya carcasa es extremadamente estrecha gracias a la incorporación de un elemento individual para las luces antiniebla y los intermitentes/luz de conducción diurna, integrados en el parachoques. Un fino perfil cromado divide la parrilla y los faros del enorme capó típico de los modelos crossover.
En el extremo inferior no faltan una segunda entrada de aire también rematada en negro y un sutil splitter que potencia la deportividad de este acabado. Son también de serie los sensores de aparcamiento delanteros -y traseros-. En el extremo opuesto, una luna suficientemente amplia nos ofrece buena visibilidad hacia delante.
De perfil, el Vokswagen T-Roc Cabrio ofrece un trazado de líneas que le otorga un aspecto musculoso. Los abultados pasos de rueda y una línea de cintura alta refuerzan la sensación de robustez, mientras que las llantas de 19 pulgadas y el diseño de la capota le dan un aire deportivo. Los neumáticos son unos Bridgestone Potenza S001 en medidas 225/40 R19 93W.
La capota de tela de alta calidad se abre en solo 9 segundos a velocidades de hasta 30 km/h. El carácter crossover lo pone una zona de protección inferior que enmarca la parte baja del vehículo, así como sus pasos de rueda. Por lo demás, la superficie de las puertas es limpia, con la insignia R-Line en las alteas delanteras. Los espejos retrovisores integran los intermitentes.
En la zaga destaca una luna algo justa de dimensiones que se integra en la capota, seguida de un alerón negro en la tapa del maletero bajo el que se esconde la tercera luz de freno y un área central con los grupos ópticos Full LED de diseño tridimensional, donde también vemos el emblema Volkswagen y la insignia cromada T-ROC en posición central.
Finalmente, llegamos al área del paragolpes, en cuyos extremos tenemos dos embellecedores que albergan los catadióptricos. Bajo estos, dos detalles cromados simulan deportivas colas de escape. En el centro se queda el área para la matrícula, sobre un marcado difursor. Dicha estructuración en varios niveles le confiere un aspecto más bajo, ancho y deportivo.
Diseño interior
Si bien es cierto que no podría decir que el Volkswagen T-Roc Cabrio decepcione en cuanto a la disposición de los elementos y los ajustes se refiere, sí que se sitúa por debajo del Tiguan en calidad de materiales y en la composición de algunas piezas. Incluso frente al Polo, encontramos una mayor cantidad de plásticos rígidos, aunque de ajuste sólido.
Mientras que el salpicadero del Volkswagen Polo está fabricado en un material blando, en el T-Roc Cabrio, que es un producto similar, el material empleado es duro. Y ojo, porque hablamos de un modelo relativamente caro. Lo que sí es excepcional es la habitabilidad como descapotable para que cuatro adultos viajen cómodamente.
En cuanto accedes al habitáculo del T-Roc Cabrio descubres su notoria amplitud y su comodidad a la hora de moverte tanto en la ciudad como en largos viajes. Tenemos mucho espacio para los hombros, los codos, la cabeza y las piernas tanto en las plazas delanteras como en las traseras, algo que las personas más altas agradecerán.
El conductor y el acompañante van sentados a 599 mm del suelo (616 mm detrás).
Los asientos son cómodos, sujetan correctamente y las dos tapicerías disponibles tienen un buen tacto y aspecto de durabilidad. De serie son el apoyo lumbar, el diseño deportivo y el ajuste de altura, mientras que la calefacción de las plazas delanteras es opcional. En las plazas traseras podemos encontrar anclajes Isofix, pero no en el del acompañante.
Las manos se posan cómodamente sobre un volante multifunción que ya hemos visto en otros modelos de la gama y el T-Roc Cabrio se ofrece con instrumentos analógicos de serie. Estos presentan un diseño familiar y fácil de leer. En posición central, entre el indicador de velocidad y el contador de revoluciones, se encuentra la pequeña pantalla digital multifunción.
En este acabado es de serie el Digital Cockpit de gran calidad y resolución. Este cuadro de instrumentos digital es bastante personalizable y la información que permite visualizar es realmente abundante. Se complementa con la pantalla de 8 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, cuyas funciones pueden ampliarse con el extra Discover Media.
Ambos ofrecen Android Auto y Apple CarPlay, además de rebosar calidad, facilidad de manejo y buenos gráficos, pero el más completo suma 6 altavoces, radio DAB, unidad de conectividad online, navegación con «Streaming & Internet» y reconocimiento de señales de tráfico. El sistema de sonido Beats con 400W, subwoofer y amplificador digital de 12 canales es opcional.
El interior del T-Roc Cabrio puede tener diversos toques de color, con molduras en azul (como esta unidad) o amarillo.
Hay que destacar que el módulo de infoentretenimiento ha sido integrado en un panel transversal de instrumentos que se extiende a partir de las puertas delanteras y puede personalizarse. A una altura intermedia, la consola central, ligeramente inclinada hacia el conductor, nos deja a la vista el control de climatización bizona de este acabado.
En la parte inferior de la consola, frente a la palanca de cambios, encontramos un hueco portaobjetos en el que disponemos de carga inductiva para smartphones y dos tomas USB-C. Detrás de la palanca de cambios hay dos posavasos, el freno de estacionamiento eléctrico y los botones para la capota y para bajar todas las ventanillas (solo las delanteras con un toque).
Le siguen un reposabrazos deslizable y una guantera en el interior de este que no es especialmente grande. Por lo general, los huecos portaobjetos son abundantes para un vehículo de su tamaño, pero la gran mayoría de ellos y de las guanteras con cuentan con base forrada. Los cinturones no tienen ajuste en altura y no hay un mecanismo que nos los acerque.
En términos de habitabilidad y, para tratarse de un descapotable, las plazas traseras son generosas y personas de hasta 1,90 metros se sienten cómodas por el espacio para rodillas y cabeza. También cuentan con tomas USB-C y salidas de ventilación. El acceso es cómodo sin la capota y requiere cierta agilidad cuando la tenemos puesta, aunque no es incómodo.
La capacidad de carga del maletero del Volkswagen T-Roc Cabrio se ve reducida hasta los 280 litros, aunque las plazas posteriores son abatibles. Lo bueno es que las formas son medianamente regulares, aunque es cierto que la boca de carga resulta angosta. Pese a ello, caben sin problema dos maletas de viaje. El borde de carga queda a 760 mm del suelo.
Bajo el piso del maletero hay un pequeño espacio para llevar algunas herramientas y el deflector de viento, de forma que no moleste.
Motorización Volkswagen T-Roc Cabrio
La gama del T-Roc Cabrio es algo limitada, pero centra la atención en lo que buscan los usuarios actualmente. El bloque de acceso es el 1.0 TSI de 115 CV con caja manual de seis relaciones; dejando el 1.5 TSI EVO de 150 CV para los que desean ciertas prestaciones. Este último puede tener caja manual de seis relaciones o DSG de siete. La tracción es delantera.
Para la prueba hemos elegido la opción más prestacional, un motor de aluminio con cuatro cilindros que cuenta con un desplazamiento de 1.498 cm³, dos árboles de levas la culata, inyección directa, turbo e intercooler para desarrollar una potencia total de 150 CV (110 kW) entre 5.000 vueltas y 6.000 rpm, así como un par de 250 Nm entre las 1.500 y las 3.500 rpm.
Con la caja automática DSG ofrece buen empuje desde bajas vueltas y una respuesta eficaz en un rango más que generoso de vueltas, aunque no es ni mucho menos un coche sorprendente en términos de prestaciones. Es más, en mi opinión es la opción más racional y lógica para darle un uso polivalente (tanto ciudad como viajes) al T-Roc Cabrio.
Con esta mecánica, no tienes la sensación de que al coche le falta potencia prácticamente en ninguna circunstancia, pero sí que es cierto que 115 CV se te van a quedar escasos en el momento en el que te aventures por la autopista algo cargado. Además, asociado a la transmisión automática, la potencia es muy aprovechable, con gran comodidad añadida.
En cifras, el T-Roc Cabrio 1.5 TSI DSG ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,6 segundos, una velocidad máxima de 205 km/h y una recuperación de 80 a 120 km/h en 6,3 segundos. Podríamos decir que es un vehículo ágil, pero no prestacional, además de resultar más lento que el T-Roc con la misma mecánica por peso (+200 kg aproximadamente) y aerodinámica.
Cabe destacar que es un motor bastante silencioso y suave, resultando una verdadera gozada moverse con él tanto en autopista como en ciudad. Eso sí, es apreciable que la caja DSG está enfocada a priorizar los consumos, por lo que siempre trata de ir en la marcha más larga posible, subiendo a la marcha superior en el entorno de las 1.800 rpm.
Esto hace que, en muchas ocasiones, la respuesta al acelerador no sea inmediata, ya que la caja DSG necesita “pensar” unos segundos y bajar una o varias marchas para ofrecer un empuje contundente. Es importante tenerlo en cuenta a la hora de llevar a cabo maniobras rápidas como adelantamientos. Tampoco falta con el DCC el selector de modos de conducción.
Gracias a él podemos modificar la respuesta de la caja automática, la dureza de la amortiguación o la sensibilidad del acelerador, entre otros parámetros. El salto entre los modos de conducción no es abismal, pero sí fácilmente apreciable, especialmente si pasamos de Eco a Sport. En total hay cinco modos: Eco, Comfort, Normal, Sport e Individual.
Respecto al cambio DSG de siete relaciones, cumple de forma notable con su cometido en un vehículo como este, cambiando de marcha forma rápida y suave, lo cual se agradece en ciudad y autopista. Aquellos que quieran un plus de agilidad o diversión, cuentan con un modo secuencial en la palanca y modo ‘S’, además de pequeñas levas solidarias de plástico en el volante.
Es en maniobras a baja velocidad cuando salen a relucir los principales fallos del DSG, haciendo gala de cierta brusquedad que nos puede pasar factura. Un cambio de embrague robotizado como este requiere que juguemos en exceso con el acelerador en primera para gestionar el embrague, por lo que forzarlo con recorridos a baja velocidad y con obstáculos le hará patinar y sufrir mucho.
Tras la semana de pruebas el consumo medio ha sido de 7.6 l/100 km. El depósito de gasolina tiene una capacidad de 50 litros.
En cuanto a consumos, la marca homologa 7.0 l/100 km en WLTP, una cifra complicada de igualar en una conducción real, especialmente circulando descapotados. En autopista, a velocidad legal (el motor gira a 2.100 rpm a 120 km/h en 7º velocidad), se puede rodar en el entorno de los 6.5 litros, mientras que en la ciudad es habitual rodar por encima de 9.0 litros.
Version | 1.5 TSI - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.498 cm³ |
Potencia | 150 CV (110 kW) @ 5.000 - 6.000 rpm |
Par | 250 Nm @ 1.500 - 3.500 rpm |
Peso | 1.540 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.268 / 1.811 / 1.522 mm |
Volumen Maletero | 280 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,3 segundos |
Velocidad máxima | 205 km/h |
Consumo homologado | 7,0 / 8,9 - 6,8 - 6,0 - 7,3 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Autonomía eléctrica | N.D. |
Emisiones CO2 por km | 159 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 41.930 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
En Volkswagen han trabajado en profundidad el dinamismo del nuevo T-Roc Cabrio para que resulte muy similar al de la versión convencional, casi 200 kg más ligera. Con ello, han conseguido un crossover que sobresale entre sus rivales en agilidad, aunque pierde algunos puntos frente a ellos en calidad de rodadura y confort de marcha a causa de la capota de lona.
Si bien no está a la altura del T-Roc en aislamiento acústico, podemos decir que es un coche confortable y con las cualidades de un turismo compacto, pero con un formato sobreelevado y al aire libre. Con la capota cerrada el aislamiento es normal y, con ella abierta, es destacable la protección frente a las corrientes de aire en las plazas delanteras con el deflector montado.
La capota de tela de alta calidad se abre en solo 9 segundos a velocidades de hasta 30 km/h.
Con este accesorio y las ventanillas subidas, es posible hablar sin tener que alzar la voz en las plazas delanteras cuando circulamos en autopista, aunque perdemos las dos plazas posteriores. En la segunda fila de asientos, las turbulencias son elevadas en carretera, al igual que en las delanteras si no equipamos el deflector de viento.
Respecto al esquema de suspensiones, el nuevo T-Roc Cabrio equipa en el eje delantero la última generación de ejes McPherson, los cuales integran los resortes helicoidales con amortiguadores telescópicos en los tubos amortiguadores como unidad. La guía de la rueda se produce a través de tubos amortiguadores portarruedas y brazos oscilantes triangulares inferiores con radio de pivotamiento estabilizador.
En la parte posterior nos encontramos con un eje de brazos trapezoidales con guía de rueda individual. Tanto en la parte delantera como en la trasera se utilizan estabilizadores, lo que unido al tarado más firme de este acabado nos lleva a un paso por curva notablemente ágil incluso si circulamos ligeros, con unos cambios de apoyo rápidos y naturales.
Durante la conducción, a veces escuchamos el ruido exterior en la parte trasera como si lleváramos una ventanilla abierta.
Con esta configuración el T-Roc Cabrio resulta preciso en carreteras de curvas y no muestra grandes balanceos. Es cierto que hablamos de una suspensión firme a la hora de viajar, pero en ningún caso incómoda, aunque si vamos a priorizar el confort el acabado Style es más adecuado. eOpcionalmente también disponemos de la suspensión adaptativa DCC.
Lo bueno es que la dirección asistida progresiva es de serie en este modelo, con desmultiplicación no lineas. La servodirección electromecánica se ha perfeccionado y, como en el T-Roc, es más ligera, aunque bastante artificial en su tacto. Gracias a este sistema de dirección, el conductor necesita girar menos el volante para alcanzar los radios deseados.
Hay que destacar que ofrece una excelente maniobrabilidad en ciudad, con un diámetro de giro entre paredes de 11,02 metros; al tiempo que nos permite jugar en carreteras reviradas con mayor sensación de control. En cualquier caso, no hablamos de un deportivo ni mucho menos y la información y rapidez que nos transmite la dirección es limitada.
El T-Roc Cabrio también equipa un estable sistema de frenos compuesto por un asistente de freno confort, el sistema ESC y un freno de estacionamiento electrónico. Los discos delanteros son ventilados y los traseros, macizos. Estos son fácilmente dosificables y efectivos en un uso habitual del vehículo, no hay nada en especial que destacar de ellos.
Para la protección antivuelco, Volkswagen ha optado por un sistema de barras reversible y extensible que queda situada detrás de los asientos traseros. El sistema utilizado en el T-Roc Cabrio se eleva en tan solo décimas de segundo al sobrepasar cierta aceleración transversal o al producirse una inclinación del vehículo en la zona de los apoyacabezas traseros.
En este modelo no se ofrece la tracción total 4Motion, por lo que las posibilidades fuera del asfalto son reducidas, limitadas a caminos de baja dificultad. Tampoco ayudan las generosas llantas. Respecto a las cotas off road, hablamos de un ángulo de entrada de 16.4 grados, un ángulo de salida de 18.4 grados y un ángulo ventral de aproximadamente 12 grados.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, podemos encontrar Emergency Assist, sensor de ángulo muerto, asistente de atascos, asistente de luz de carretera, asistente de salida de aparcamiento por tráfico cruzado trasero, frenada de emergencia en ciudad, alerta y mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo…
Equipamiento y precio Volkswagen T-Roc Cabrio
Los acabados disponibles para el T-Roc Cabrio en nuestro país se denominan Style y R-Line. Desde el nivel de acceso a la gama cuentan con climatizador automático de dos zonas, control de crucero adaptativo, detector de fatiga, alerta de cambio de carril, sistema multimedia con pantalla a color, bluetooth y USB.
También estándar son pilotos traseros LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensor de lluvia, encendido automático de luces, apoyabrazos central delantero, freno de mano eléctrico, capota eléctrica, ordenador de viaje, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad y sensores de aparcamiento traseros, entre otros elementos.
El nivel R-Line suma a lo anterior la instrumentación digital configurable, selector de modos de conducción, faros LED, asientos deportivos, paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 18 pulgadas en negro, cámara de visión posterior, sensores de aparcamiento delanteros, pedales de aluminio…
En España, los precios para la gama Volkswagen T-Roc Cabrio 2021 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Style | R-Line |
1.5 TSI 110 CV 6MT | 31.205 € | – |
1.5 TSI 150 CV 6MT | 35.370 € | 40.475 € |
1.5 TSI 150 CV DSG7 | 36.680 € | 41.930 € |
- Exclusividad asegurada. Diseño original con diversas opciones de personalización.
- Buen espacio interior, tanto en las plazas delanteras como en los asientos posteriores.
- Comodidad y comportamiento dinámico reseñables, especialmente con el tren de rodaje adaptativo DCC y el selector de modos de conducción. Se conduce como un turismo compacto.
- El equipamiento de serie es generoso, aunque tiene lagunas si nos fijamos en el precio más bien premium del producto.
- Variedad de sistemas de asistencia y de equipamiento disponible.
- Solo se ofrece con mecánicas de gasolina y hasta 150 CV.
- Maletero pequeño y con la boca de carga estrecha.
- La capota de lona tiene buena insonorización, pero no es un techo rígido.
- El interior está bien ensamblado y ofrece un tacto y una impresión visual buenas, pero los materiales empleados no dejan de ser plásticos duros.
- El cambio DSG7 es un poco brusco a baja velocidad y fuera del asfalto, especialmente en combinación con el Start/Stop y el AutoHold.