El mercado de los SUV urbanos sigue siendo uno de los más disputados en España. Son coches que deben hacerlo todo bien: servir para la ciudad, no desentonar en carretera, tener una imagen atractiva y, a ser posible, un precio razonable. En ese escenario, el KIA Stonic ha sido durante años una de las apuestas más equilibradas del segmento B-SUV. Ahora, con este facelift, el modelo coreano se pone al día con una receta clara: más diseño, más tecnología y una sensación general de coche “mejor hecho”.
Hemos probado el nuevo KIA Stonic 1.0 T-GDi MHEV de 115 CV en acabado GT-Line, una de las versiones más completas de la gama y, probablemente, la que mejor refleja el salto cualitativo de esta actualización.
Un diseño más reconocible y con más carácter
El Stonic siempre ha sido un coche agradable a la vista, pero en esta renovación gana presencia. KIA ha aplicado su lenguaje de diseño “Opposites United”, que ya conocemos de otros modelos más recientes de la marca, y el resultado es un coche más moderno y con más personalidad.
En el frontal llaman la atención los nuevos faros disponibles en tecnología FULL LED, que le dan una firma luminosa propia y fácilmente reconocible. El paragolpes es nuevo, con una parrilla más marcada y un aspecto algo más robusto. Sin ser agresivo, el Stonic ahora parece un SUV “de verdad”, y no solo un utilitario elevado.
De perfil mantiene unas proporciones equilibradas, con una carrocería que crece 25 mm en longitud hasta los 4,165 mm, un aumento pequeño sobre el papel pero que ayuda a mejorar su presencia. En el acabado GT-Line, las llantas de 17 pulgadas (neumáticos 205/55 R17), los detalles en negro y los paragolpes específicos aportan un toque más deportivo sin caer en excesos.
La zaga también se actualiza con nuevos pilotos traseros y un paragolpes más limpio visualmente. En conjunto, el Stonic resulta ahora más coherente con el resto de la gama KIA y, sobre todo, más actual.
Interior: el salto más evidente
Si por fuera se nota la evolución, por dentro es donde realmente cambia el Stonic. Al abrir la puerta, lo primero que llama la atención es el nuevo conjunto de dos pantallas panorámicas de 12,3 pulgadas (disponibles en los acabados más altos), una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia. Es un despliegue tecnológico poco habitual en el segmento y que coloca al Stonic al nivel de modelos más grandes.
El sistema es intuitivo y con buenos gráficos pero ya os digo yo, que este no es el fuerte de KIA y menos si lo comparamos con la competencia, donde cada vez vemos a más fabricantes que se pasan a soluciones como la de Google que sinceramente, funciona muchísimo mejor que los sistemas propios de las marcas y no me refiero a Android Auto o Car Play, me refiero a un SO 100% de Google.
Afortunadamente, KIA ha optado por soluciones interesantes en el interior como una barra multimodo que permite alternar fácilmente entre los controles del climatizador y los del infoentretenimiento, evitando saturar el interior de botones o menús complejos.
El diseño del salpicadero es más limpio y moderno, y el acabado GT-Line suma detalles como iluminación ambiental, tapicerías específicas y un volante de aspecto más deportivo. Los materiales siguen siendo mayoritariamente duros, algo normal en este tipo de coches, pero la sensación general es de mayor calidad y mejor ajuste.
En cuanto a espacio, el Stonic cumple con nota. Las plazas delanteras son cómodas y la posición de conducción elevada resulta agradable en el día a día. Detrás, dos adultos viajarán sin problemas, aunque no es el coche más amplio del segmento. El maletero, con 352 litros, ofrece un tamaño correcto y suficiente para un uso familiar ocasional.
El modelo cuenta con nuevos volantes multifunción de 2 o 3 radios, una superficie de carga inalámbrica (según el acabado) y detalles que parece que elevan al Stonic a un segmento superior.
Motor con etiqueta ECO y buen equilibrio
Bajo el capó, esta versión monta el conocido 1.0 T-GDi de 115 CV con sistema mild-hybrid de 48 voltios, lo que le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT. Un detalle cada vez más importante, sobre todo para quienes se mueven por grandes ciudades.
Es un motor que busca el equilibrio. No pretende ser deportivo, pero sí ofrecer una respuesta suficiente en cualquier situación. En ciudad se mueve con soltura, y en carretera permite viajar con comodidad, manteniendo cruceros legales sin esfuerzo. La entrega de potencia es progresiva y el funcionamiento general resulta refinado.
El consumo homologado ronda los 5,5 l/100 km, una cifra razonable para un SUV de este tamaño y potencia, y fácil de igualar en una conducción tranquila.
Me ha llamado la atención lo grande que es la batería de este sistema micro híbrido. La misma está en el hueco de la rueda de repuesto, es bastante generosa y si se rompe, parece cara.
Los que no necesiten la etiqueta ECO han de saber que también hay un Stonic turbo con etiqueta C y con 15 CV menos, pero que debido a las promociones y a la necesidad de KIA de vender coches con menos emisiones, resulta ligeramente más cara (al menos durante la fase de lanzamiento).
Comportamiento pensado para el día a día
El KIA Stonic es un coche fácil de conducir. En ciudad se agradecen la buena visibilidad, la dirección suave y un tamaño que permite maniobrar sin complicaciones. Es un coche que no intimida y que resulta muy agradable en el tráfico diario.
En carretera ofrece un comportamiento seguro y predecible. La suspensión está claramente orientada al confort, filtrando bien los baches y resaltos, y sin resultar incómoda en viajes largos. No es un coche para una conducción deportiva, pero tampoco lo pretende.
Una de las grandes novedades es la incorporación del Highway Driving Assist (HDA), un sistema que ayuda a mantener el coche centrado en el carril y a conservar la distancia con el vehículo precedente. Funciona de manera suave y aporta un extra de tranquilidad en autopista.
Más seguridad y más tecnología
Este facelift también supone un salto importante en seguridad. El Stonic puede equipar sistemas avanzados que hasta hace poco estaban reservados a segmentos superiores, como:
- Frenada automática de emergencia
- Asistente de mantenimiento y centrado de carril
- Detector de ángulo muerto
- Freno multicolisión
- Advertencia de salida segura
En tecnología, no faltan elementos como la carga inalámbrica para el móvil, la Digital Key 2.0, los puertos USB-C o la conectividad mediante Kia Connect, que permite interactuar con el coche desde el smartphone.
Precios KIA Stonic
La gama del KIA Stonic arranca en 19.190 euros con descuentos incluidos, mientras que esta versión GT-Line MHEV se sitúa por encima de los 24.600 euros, una cifra acorde a su nivel de equipamiento y tecnología.
KIA Stonic 1.0 Concept 23.990 €
KIA Stonic 1.0 Drive 25.390 €
KIA Stonic f/l 1.0 MHEV Concept 25.290 €
KIA Stonic 1.0 MHEV Drive 26.690 €
KIA Stonic 1.0 MHEV Drive DCT 28.190 €
KIA Stonic 1.0 MHEV GT-line 29.090 €
KIA Stonic 1.0 MHEV GT-line DCT 30.590 €
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
6.9
Bien +
El KIA Stonic Facelift da un salto notable en diseño y, sobre todo, en tecnología, acercándose a modelos de segmentos superiores. Su interior, con doble pantalla panorámica, es uno de los más avanzados del B-SUV. El motor 1.0 T-GDi MHEV ofrece un buen equilibrio entre prestaciones y consumo, además de la etiqueta ECO. En ciudad es cómodo, ágil y fácil de conducir, mientras que en carretera transmite seguridad y aplomo. No destaca por deportividad ni por espacio trasero, pero sí por su equipamiento y conectividad. Una opción muy completa y coherente para el día a día.
Lo bueno
- Llegada de la etiqueta ECO a buen precio
- Mejora del diseño exterior
- Grandes novedades en el interior con las que se siente más empaque
Lo mejorable
- El Sistema Operativo debería mejorar y ser menos complejo
- El precio no es malo pero tampoco es una ganga para ser un modelo con tanto tiempo en el mercado

















































