El Audi Q5 es uno de los modelos más deseados y vendidos dentro de la gama del fabricante alemán. Por ese motivo, no es de extrañar que la marca de los cuatro aros haya puesto toda la carne en el asador con uno de sus SUV estrella. Y es que la nueva entrega del Audi Q5 mejora en todos los aspectos, salvo en espacio interior, que pierde algunos puntos.
Más atractivo, tremendamente tecnológico y con un amplio elenco de equipamiento, el nuevo Q5 ofrece ahora también una gama mecánica ampliada. Todos los gasolina y diésel están micro hibridados y lucen el distintivo ambiental ECO de la DGT; al tiempo que las nuevas variantes híbridas enchufables suman la pegatina CERO. El tope de gama es el SQ5.
Desarrollado sobre la novedosa Plataforma Premium de Combustión (PPC), sigue ofreciéndose una versión Sportback. Además, el Audi Q5 mantiene su compromiso con el equilibrio en la conducción. Sobre todo, si se equipa la suspensión neumática. Al volante está a medio camino entre la agilidad de un BMW X3 y la comodidad de un Mercedes-Benz GLC.
Estos son sus dos principales rivales, de ahí que por precio se encuentre entre ambos. Otras opciones interesantes son los Alfa Romeo Stelvio, Lexus NX, Porsche Macan, Volvo XC60 y Mazda CX-60. Frente a estos, es uno de los más caros, a excepción del Porsche. También el equipamiento de serie es ahora más completo, con muchos opcionales disponibles.
Diseño y calidad
El diseño del Audi Q5 gana en deportividad, al tiempo que ofrece unas proporciones perfectas. La línea de hombros tensa y alta crea una silueta poderosa, conecta los faros delanteros y traseros y hace que el vehículo parezca más largo. En el frontal, destaca especialmente la ancha parrilla Singleframe en color negro. Incluye el nuevo logo de la marca.
Esta se sitúa a gran altura y está flanqueada por entradas de aire verticales y funcionales. A ambos lados, los estilizados faros, de formas esculturales, crean una mirada afilada y centrada, manifestando el carácter ágil del coche desde el frontal. Equipan tecnología LED de serie, pero en opción tenemos los fabulosos Matrix LED de esta unidad.
Cabe destacar que no solo cuentan con funciones adaptativas e intermitentes dinámicos. También es personalizable la firma lumínica diurna tanto en el frontal como en la zaga. Alrededor de todo el vehículo, los detalles S line impresionan con componentes de la carrocería llamativos y deportivos, como los detalles cromados en antracita mate.
No menos interesantes son los juegos de llantas disponibles de 19 a 21 pulgadas. Por ejemplo, las llantas RS opcionales de esta unidad le dan un aspecto increíble al conjunto. Sobre todo, en combinación con el color exterior Rojo Granadina. Se ofrecen 11 tonos con acabado sólido, perlado y metalizado. A ellos se suma la enorme paleta Individual.
Los pilotos traseros pueden crear mensajes específicos de aviso para otros conductores.
La zaga tiene un diseño despejado gracias a la máxima reducción de líneas. En ella destacan principalmente dos elementos: los faros OLED opcionales con un corte afilado en toda la anchura del vehículo; y el marcado alerón que integra una peculiar cuarta luz de freno. En el extremo inferior, esta versión luce dos escapes cromados en el lado izquierdo.
Si pasamos al interior, tenemos un diseño ya visto en el Audi A5 Sportback. Se caracteriza por la triple pantalla del salpicadero, un volante achatado en ambos extremos y una notable ausencia de botones. A nivel de calidad, el conjunto es realmente bueno, con abundantes superficies en material blando. ¿La pega? El negro brillante.
Sí, Audi ha vuelto a abusar notablemente de este material tan sucio y sensible a los arañazos. Lo encontramos en las puertas, la consola central e incluso en los botones del volante. Por cierto, dichos botones del volante son táctiles -con respuesta háptica-, algo que no termina de convencer porque a veces los pulsamos sin querer.
Más allá de estos detalles, parece que Audi quiere volver a ser el referente en calidad entre los alemanes. No hay crujidos ni vibraciones, con un tacto agradable de las superficies (no como el salpicadero del BMW X3) y de la botonería. El conjunto transmite una gran sensación de empaque y también de vanguardismo.
Culpa de ello la tienen, como os decía, las pantallas OLED, además de la iluminación ambiental personalizable que incluye algunas funciones de aviso al conductor. Frente a este tenemos un completo Head-Up Display opcional de gran nitidez y un cuadro de instrumentos de 11,9 pulgadas. Va unido a la pantalla MMI touch de 14,5 pulgadas.
De forma opcional se puede instalar el MMI passenger display de 10,9 pulgadas. Lo cierto es que los gráficos, nitidez y usabilidad de las pantallas son de primera. Son rápidas en respuesta y procesamiento, intuitivas de usar y con los menús bien estructurados. Eso sí, el cuadro de instrumentos pierde opciones de personalización.
Lo bueno es que nos reproduce el navegador Waze con el teléfono conectado. En el lado opuesto, el detalle que menos nos gusta es que la climatización trizona vaya integrada en la pantalla, aunque tenemos acceso directo a las funciones esenciales. Tampoco convence especialmente el cuadro de funciones táctil ubicado en la puerta.
Habitabilidad y maletero
El Audi Q5 ha ganado algunos puntos en almacenamiento interior, pero los ha perdido en espacio para los ocupantes de la segunda fila. Por ejemplo, tenemos un compartimento de almacenamiento más grande debajo del reposabrazos central; así como numerosas áreas de almacenamiento para gafas de sol, llaves y otros artículos de uso diario.
El acceso a todas las filas de asientos es cómodo gracias al buen grado de apertura de las puertas y a la altura de la carrocería. Esta varía con la suspensión neumática. En los asientos deportivos delanteros, que son amplios, con gran agarre y un mullido muy confortables, hay espacio más que de sobra para adultos altos y corpulentos.
Además, estos asientos y el volante -con ajuste eléctrico y calefacción en opción- ofrecen múltiples regulaciones para que sea sencillo encontrar la postura de conducción óptima. Incluso los cinturones tienen regulación en altura. La banqueta posterior también es regulable, tanto longitudinalmente como en inclinación del respaldo.
Pese a ello, el espacio para las piernas y la anchura se han reducido unos centímetros. Únicamente en altura al techo es algo mejor, aunque en ningún caso para personas que midan más de 1,85 metros de alto. Sobre todo, sí se equipa el techo solar. Por hacer una comparación, un Mazda CX-60 o un BMW X3 son más amplios en la segunda fila de asientos.
En esta fila tenemos múltiples comodidades como asientos calefactables opcionales, asideros, revisteros en los respaldos de los asientos delanteros, iluminación LED, reposabrazos central con posavasos, salidas de ventilación con control de temperatura, anclajes ISOFIX de fácil acceso, tomas USB-C y huecos portaobjetos en las puertas (sin base forrada, eso sí).
Respecto al maletero, este cubica 520 litros en todas las versiones. Es una cifra inferior a la de sus rivales alemanes, salvo en el caso de los PHEV. Eso sí, abatiendo la segunda fila -40:20:40- podemos alcanzar los 1.473 litros. En este caso, queda una superficie plana, aunque no totalmente horizontal. El borde de carga queda a 760 mm del suelo.
Cabe destacar que los tapizados son de primera calidad, y el espacio diáfano y de formas regulares. Es muy fácil aprovechar el área de carga y, bajo el piso, hay un pequeño hueco para la bandeja enrollable. Asimismo, encontramos argollas de sujeción en el piso, iluminación LED y ganchos/cintas en las paredes laterales. El portón es eléctrico manos libres.
Motorizaciones Audi Q5
La oferta mecánica del Audi Q5 contempla versiones híbridas enchufables y motores de gasolina y diésel aún más eficientes. Esto es posible gracias a la tecnología MHEV plus con sistema eléctrico de 48 voltios que ayuda al motor de combustión. El generador del sistema de propulsión proporciona un par adicional de hasta 230 Nm y una potencia de hasta 18 kW (24 CV).
El sistema de 48 voltios también permite utilizar un compresor de aire acondicionado accionado eléctricamente. La batería de iones de litio de los vehículos con MHEV plus se basa en la química de fosfato de hierro y litio (LFP) y tiene una capacidad de almacenamiento de 1,7 kWh. El Q5 incluso puede moverse en modo EV en maniobras a baja velocidad.
La gama arranca con el bloque de gasolina 2.0 TFSI. Entrega una potencia de 150 kW (204 CV) y un par máximo de 340 Nm. Se ofrece en versiones de tracción delantera o tracción quattro. En diésel equipa la versión EA288 evo del motor 2.0 TDI. Rinde 150 kW (204 CV) y 400 Nm de par, estando siempre asociado a la tracción quattro.
Como variante tope de gama, el Audi SQ5 utiliza el V6 TFSI de 3.0 litros de cilindrada. Este genera una potencia máxima de 270 kW (367 CV) y un par de 550 Nm. Los híbridos enchufables e-hybrid se ofrecen con dos niveles de potencia: 220 kW (299 CV) y 270 kW (367 CV). Combinan el 2.0 TFSI de 185 kW (252 CV) y un motor eléctrico síncrono de 105 kW.
Como el resto de las versiones, van gestionados por una transmisión S tronic de siete marchas. Incluyen de serie la tracción quattro ultra. Equipados con una batería de 25,9 kWh (20,7 kWh útiles) con diseño “cell-to-pack”, brindan hasta 113 km de autonomía eléctrica bajo el ciclo WLTP EAER City. Pueden recargarse en CA hasta 11 kW (2,5 horas).
Prueba Audi Q5 TDI quattro 204 CV S tronic
El Audi Q5 diésel monta el conocido bloque de cuatro cilindros con turboalimentación, inyección directa por conducto común, geometría variable e intercooler. Proporciona los 204 CV (150 kW) entre las 3.800 y 4.200 rpm; así como un par máximo de 400 Nm entre 1.750 y 3.500 rpm. Son cifras más que suficientes para moverse con soltura.
No es un coche especialmente veloz ni tiene una respuesta muy rápida al pisar con fuerza el acelerador. Sin embargo, nos da una buena aceleración, lineal y progresiva, a partir de las 1.800 vueltas. La aceleración de 0 a 100 km/h se completa en 7,4 segundos y alcanza los 226 km/h. La recuperación de 80 a 120 km/h lleva 6,4 segundos.
No creemos que muchos usuarios necesiten cifras de potencia más elevadas. Por lo tanto, el salto a los PHEV compensa por el distintivo ambiental y los menores consumos. También si buscas un plus de suavidad, aunque ya te adelantamos que este bloque, pese a ser diésel, está muy bien aislado desde el habitáculo en todas las circunstancias.
Por otra parte, la transmisión automática de doble embrague y siete relaciones es ideal para un uso tanto racional como más dinámico del Audi Q5. Lleva a cabo unos cambios rápidos y con gran suavidad, incluso en maniobras a baja velocidad. En versiones anteriores, el conjunto resultaba algo más brusco al movernos despacio.
Cabe destacar que la caja S tronic ofrece levas tras el volante y un modo S en el selector del cambio. En suma, tenemos hasta cinco modos de conducción denominados balanced, comfort, dynamic, efficiency y offroad. Varían diversos parámetros del Q5 como la respuesta al acelerador, la gestión del cambio y la dureza de la suspensión neumática.
Respecto a los consumos, Audi declara un combinado WLTP de 6,1 l/100 km. Son cifras algo superiores a las de los X3 y GLC, en teoría y en la práctica. En nuestra prueba, el consumo urbano real ha rondado los 8 litros, bajando al entorno los 6 litros en autopista. La media tras la semana de pruebas ha sido de 7,1 l/100 km, cifra razonable, pero no baja.
Comportamiento Audi Q5
El nuevo Audi Q5 mejora con respecto a su predecesor en aislamiento y calidad de rodadura, pero a nivel dinámico no hay grandes diferencias. Sigue siendo un conjunto muy equilibrado, con gran aplomo y cierta agilidad. Sobre todo, si equipamos la suspensión neumática y la tracción total, como es el caso de esta unidad de pruebas.
Si bien no es tan divertido de conducir como un BMW X3, la sensación de control y estabilidad a cualquier ritmo resulta sobresaliente. A ello contribuye la dirección de asistencia electromecánica. Se muestra rápida y precisa, aunque no particularmente informativa. Cuenta con desmultiplicación no lineal y asistencia en función de la velocidad.
Esto la hace realmente cómoda no solo en vías rápidas o tramos de curvas, también en la urbe. Es un coche con el que resulta fácil moverse entre el tráfico diario, tanto por dimensiones como por suavidad de funcionamiento. Además, los numerosos ADAS nos ponen las cosas fáciles en espacios estrechos. El diámetro de giro es normal en el segmento.
Respecto a la suspensión, es quizás un pelín menos confortable que la de un Mercedes-Benz GLC equipado con suspensión neumática, pero en la gran mayoría de las situaciones tiene un filtrado muy bueno. Solo resulta algo más seca en movimientos rápidos de las ruedas, como resaltos urbanos. Pese a ello, un BMW X3 es claramente más firme.
Como es habitual, la suspensión neumática también varía la altura de la carrocería de forma automática en función de diversos parámetros. Por ejemplo, la velocidad, a fin de beneficiar la estabilidad y mejorar la aerodinámica en autopista. También podemos variarla nosotros mismos con los modos de conducción para ajustarla a nuestras necesidades.
Si prefieres optar por la suspensión de serie, esta ofrece un esquema independiente en ambos ejes. Resulta, por lo tanto, muy cómoda, aunque sus posibilidades de ajuste en función de cada situación son mucho menores. Para un uso normal del Audi Q5 por asfalto y carreteras generalmente bien mantenidas, no vemos necesario equipar la neumática.
La tracción quattro, por su parte, nos brinda un plus de agilidad en tramos de curvas y nos salva de algún apuro sobre superficies deslizantes. No es un modelo para hacer off-road, pero aquellos que van a esquiar o que viven en zonas frías encontrarán en ella un gran aliado. Eso sí, lo ideal es combinarla con unas gomas adecuadas en estos casos.
Por último, hay que destacar que en el nuevo modelo también apreciarás un cambio en el funcionamiento del equipo de frenos. La presencia de la frenada regenerativa requiere de un breve período de adaptación, aunque en ningún caso tan amplio como en un PHEV o un EV. Con todo y con eso, tienen un tacto natural y un funcionamiento contundente.
Equipamiento y precio
En España, la gama del nuevo Audi Q5 cuenta con tres acabados, Advanced, S line y Black line, disponibles con todos los motores. Desde el acabado Advanced se incluyen de series llantas de 18 pulgadas, faros LED Plus, climatizador de tres zonas, espejos retrovisores exteriores plegables eléctricamente y calefactados, instrumentación digital Audi virtual cockpit Plus, asientos delanteros calefactables…
También de serie tenemos portón del maletero con apertura y cierre eléctrico, equipo de sonido Audi Sound System con diez altavoces y subwoofer, Audi phone box con función de carga inalámbrica, MMI Navegación plus con MMI touch y Audi connect, Audi park Assist plus, cámara de marcha atrás, control de crucero adaptativo, asistentes de frenado de emergencia y tráfico transversal delantero y asistentes de esquiva y viraje.
Las versiones S line (+2.900€) añaden al equipamiento los paquetes exterior e interior S line, llantas de 19 pulgadas, asientos deportivos delanteros con ajuste eléctrico, tapicería de tela Kaskade con costuras de contraste, volante deportivo achatado en su parte superior e inferior, apoyabrazos de confort, luz de proyección en la luneta trasera y el paquete de iluminación ambiental plus interior.
Como acabado más deportivo, la edición Black line (+5.500€) añade al S line las llantas de 20 pulgadas de Audi Sport en negro, cristales oscurecidos, tapicería mixta en microfibra dinámica y cuero con acolchado de rombos y grabado S y el paquete de estilo negro en múltiples elementos del exterior. Adicionalmente, tenemos varios paquetes de equipamiento y numerosos opcionales.
Por su parte, el Audi SQ5 destaca por las llantas de aleación de 21 pulgadas de Audi Sport, el tren de rodaje deportivo, los faros Matrix LED, la línea S con elementos exteriores acabados en cromada mate plata, las carcasas de los retrovisores exteriores en óptica de aluminio, las pinzas de freno pintadas en rojo, la llave de confort y la pantalla MMI para el pasajero delantero, entre otros muchos elementos.
Los precios recomendados para la gama Audi Q5 2025 arrancan en los 61.600€ para el Audi Q5 TFSI 150 kW de acceso; y desde 68.240€ para el híbrido enchufable. En versiones Sportback, los precios de partida son de 63.910€ y 70.580€, respectivamente. Los Audi SQ5 TFSI y SQ5 TFSI Sportback parten de 94.690€ y 96.930€, respectivamente.
Ficha técnica
Dimensiones y capacidades | |
Largo | 4.717 mm |
Ancho | 1.900 mm |
Alto | 1.625 mm |
Batalla | 2.823 mm |
Vía delantera | 1.621 mm |
Vía trasera | 1.613 mm |
Ángulo de entrada | 16,9 grados |
Ángulo de salida | 24,5 grados |
Capacidad maletero | 520 (1.473) litros |
Peso | 2.030 kilos |
Coeficiente aerodinámico | 0,31 |
Datos técnicos | |
Neumáticos delanteros | Pirelli PZero – 255/40 R21 102Y |
Neumáticos traseros | Pirelli PZero – 255/40 R21 102Y |
Suspensión delantera | Multibrazo |
Suspensión trasera | Multibrazo |
Barra estabilizadora | Ambos ejes |
Frenos delanteros | Discos ventilados (360 mm) |
Frenos traseros | Discos ventilados (330 mm) |
Diámetro de giro entre paredes | 11,9 metros |
Datos mecánicos | |
Motor de combustión | 4 cilindros en línea |
Cilindrada | 1.968 cm³ |
Potencia motor de gasolina | 204 CV (150 kW) @ 3.800 – 4.200 rpm |
Par motor de gasolina | 400 Nm @ 1.750 – 3.250 rpm |
Potencia motor eléctrico | 24 CV (18 kW) |
Par motor eléctrico | 230 Nm |
Capacidad batería bruta | 1,7 kWh |
Transmisión | Doble embrague 7 velocidades |
Tracción | Total |
Aceleración (0-100 km/h) | 7,4 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 6,4 segundos |
Revoluciones motor a 120 km/h | 1.800 rpm |
Vel. Máxima | 226 km/h |
Consumo WLTP combinado | 6,1 l/100 km |
Consumo real combinado | 7,1 l/100 km |
Emisiones CO2 | 160 g/km de CO2 |
Distintivo ambiental | ECO |
Capacidad depósito combustible | 65 litros |
Capacidad depósito AdBlue | 21,5 litros |
Seguridad y precio | |
Puntuación EuroNCAP | 5 estrellas de serie |
Precio mín (gama sin desc. /extras) | 61.600 euros |
Precio máx. (gama sin desc./extras) | 96.930 euros |
PVP unidad probada sin opcionales | 74.650 euros |
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.2
Notable+
El Audi Q5 de tercera generación es una de las apuestas más interesantes del segmento SUV premium por diseño, tecnología, mecánicas y calidad de rodadura. Pierde algo de espacio en la segunda fila de asientos, pero lo compensa con un equipamiento de primera y una oferta mecánica que ahora cuenta con versiones híbridas enchufables. Por precio, se sitúa entre el BMW X3 y el Mercedes-Benz GLC, sus dos principales rivales.
Lo bueno
- Conjunto muy tecnológico, con un amplio e innovador equipamiento en confort y seguridad.
- Sensación elevada de solidez, empaque y calidad.
- Amplia oferta mecánica, ahora con opciones híbridas enchufables.
- Rodar muy equilibrado, con gran aplomo, estabilidad e insonorización.
Lo mejorable
- Precio elevado, con una factura final desorbitada si recurres a los opcionales.
- Abuso notable del negro brillante.
- Excesiva digitalización y botonería táctil.
- Espacio en la segunda fila y capacidad de maletero por detrás de sus rivales directos.