Tal y como ya os comentamos hace unos días, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) tienen dos orígenes, naturales y antropogénicas, siendo estas últimas las que más problemas causan por estar asociadas por completo a la actividad humana que aumenta con el paso de los años.
Con la Unión Europea en pie de guerra para reducir este gas de efecto invernadero, las marcas (Ver en qué medida afecta los gases a los fabricantes minoritarios) están tratado de desarrollar sistemas híbridos y eléctricos para su gama.
Si ya hemos visto llegar esta clase de sistemas a las marcas más generalistas, desde hace unos meses os hemos empezado a comentar que marcas como Bentley planean hibridizar su gama. Ahora, el turno le llega a Rolls Royce.
El CEO de Rolls Royce, Torsen Müller- Otvos confirmó en Ginebra que la marca se está preparando para ofrecer un modelo híbrido en el plazo máximo de tres años. El representante de la marca ha subrayado que la demanda no proviene de sus clientes, sino más bien de las normas de emisiones.
La compañía británica ya era consciente de estas cuestiones en el pasado y de hecho, empezó a caminar en el mundo de las emisiones reducidas o las emisiones “0” con un prototipo eléctrico llamado 102EX, un vehículo derivado del Phantom. Los clientes de la marca rechazaron la propuesta completamente por su limitada autonomía.
Torsten Müller- Otvos comentó que Rolls-Royce hará uso de su matriz, BMW, que ya cuenta con esta tecnología en varios modelos.
Teniendo en cuenta los requisitos de sus clientes, la solución más lógica es un sistema híbrido plug-in.
En la actualidad, los ingenieros de BMW están trabajando en un sistema de propulsión híbrido enchufable que consta de un motor de cuatro cilindros con turbocompresor y un motor eléctrico acoplado a una batería de gran capacidad.