Hay quienes dicen que la época dorada del automovilismo se situó en los años 60, sin embargo, yo personalmente creo que entre 2000 y 2010 explotó una nueva época dorada de lanzamientos de muchos modelos interesantes, y uno de esos modelos fue el SEAT León CUPRA 4 V6 2.8 Mk1, un interesante compacto picante que se fabricó entre mes de Octubre del año 2000 y Abril de 2004.
Aunque era la versión más pesada del León, también aspiraba a ser la más deportiva, incluso por encima de la mítica versión 20V de 180 CV.
El SEAT León CUPRA 4 Mk1 V6 2.8 de 204 CV era el pináculo y aunque las diferencias dinámicas con las versiones inferiores no eran tantas, el modelo era y aún sigue siendo un codiciado objeto de deseo que ya por su época se cotizaba bastante caro -unos 27.335 euros de por aquel entonces-.
El modelo se adentraba en un disputado mercado -en el que predominaba el diésel- con un motor V6 de 2.8 litros atmosférico de gasolina que también se montaba en otros modelos de Audi y Volkswagen.
SEAT León Cupra 4 V6, un compacto picante con corazón V6
El SEAT León Cupra 4 V6 Mk1 2.8 204 CV podía distinguirse del resto gracias a sus musculosos paragolpes delantero -con tres entradas de aire- y trasero con un diseño exclusivo y una parrilla específica en panal de abeja. El modelo equipaba unas taloneras que rebajaban la altura de forma visual y ayudaba a integrar aún más las llantas de aleación de 17″ con neumáticos en dimensiones 225/45 R17. Las llantas de aleación dejaban ver parcialmente un sistema de frenos compuesto por discos de frenos ventilados con 312 mm de diámetro en el eje delantero y discos de frenos ventilados traseros con un diámetro de 256 mm -este sistema a menudo resultaba criticado al ser el mismo que de otros modelos de menores prestaciones-.
En la parte trasera, además de una denominación específica de la versión, el modelo lucía una salida de escape doble cromada y un alerón ubicado en la parte superior del portón trasero que lucía la tercera luz de freno totalmente integrada.
Este aspecto musculoso de la carrocería se traducía en las siguientes dimensiones: 4184 mm de longitud, 1742 mm de ancho, 1457 mm de alto, 2513 mm de distancia entre ejes y unos anchos de vía delantero y trasero de 1513 mm y 1494 mm respectivamente.
En el interior, el modelo también contaba con detalles específicos como los asientos Recaro tapizados en piel -con el logo de CUPRA grabado en el respaldo y una superficie gris con la denominación CUPRA en respaldo y cojín-, el cuadro de instrumentos con fondo blanco, el volante deportivo de cuero de tres radios o los pedales de aluminio. Opcionalmente, los clientes podían decantarse por equipar un sistema de navegación que por cierto, estaría ubicado en una consola con un acabado gris titanio.
Aunque estos eran algunos de los elementos diferenciadores, lo que más lo diferenciaba del resto de modelos del la gama era el motor de seis cilindros en «V». Se trataba de un motor V6 atmosférico de 2.792 cm³ asociado a un cambio manual de 6 velocidades. Tal y como os he contado, el modelo contaba con tracción total conectable a través de un embrague Haldex de forma totalmente electrónica y un control electrónico de estabilidad desconectable.
Esta mecánica que por cierto requería gasolina de 98 octanos para su perfecto funcionamiento desarrollaba 204 CV / 150 kW a 6200 rpm y 270 Nm de par a 3200 rpm. Esta mecánica permitía al modelo acelerar de 0 a 100 km/h en 7.3 segundos y alcanzar los 235 km/h. El principal problema en su día y más a día de hoy es que el modelo anunciaba un consumo homologado combinado de 10.9 litros a los 100 km, cifra que en un uso normal se podía disparar fácilmente -se ahí el éxito de las versiones turbodiesel del León-.
A día de hoy, el modelo tiene un buen número de papeletas para convertirse en un buen «youngtimer» moderno y es que su exclusividad y su cotización van de la mano. Aunque encontrar alguna unidad en excelente estado es complejo dado el enfoque del modelo y el número de manos por el que muchas han pasado, no parece un mal compacto picante para disfrutar los fines de semana y si tenemos en cuenta que el modelo cuenta con etiqueta B de la DGT, resulta aún más interesante para todos aquellos «urbanitas» que busquen un modelo para escapadas esporádicas.
El mítico color amarillo de SEAT lucía espectacular y diferenciador en este coche, aunque también podíamos encontrar unidades en color blanco, gris, negro y rojo.
SEAT León Cupra 4 V6 2.8 204 CV MK1
Información | SEAT
Un coche fascinante en su época, que a día de hoy es toda una rareza y un unicornio