Han pasado nada menos que 22 años del debut del primer Škoda Fabia. Ahora el fabricante checo de automóviles está inmerso en el lanzamiento de la cuarta generación que esta semana hemos tenido la ocasión de conducir durante su presentación nacional. Más concretamente, hoy te contamos todos los detalles del Skoda Fabia 1.0 TSI 95 CV con acabado Style.
El nuevo Škoda Fabia 2021 ha crecido y utiliza el lenguaje de diseño actual de la marca, con unas proporciones atléticas, unas líneas esculturales y unos faros delanteros y traseros LED. En conjunto, el último Fabia tiene una apariencia dinámica y emotiva. Basado en la plataforma modular MQB-A0 del Grupo Volkswagen, el coche es más grande por dentro y por fuera.
Desde sus inicios, el Fabia ha plasmado las cualidades de la marca. Estas son: mucho espacio dentro de unas dimensiones exteriores compactas, una amplia gama de soluciones prácticas, ahorro de combustible, tecnología fiable y una interesante relación calidad-precio ¿Se cumplirá la receta en esta nueva generación? Desde luego la base de la que parte es buena.
La única pega es que no veremos una versión Combi en esta generación. Rival de modelos como el Dacia Sandero, el Mazda2, el Renault Clio, el Hyundai i20, el Toyota Yaris, el Opel Corsa, el Peugeot 208, el Suzuki Swift o el Volkswagen Polo, es el más asequible de todos ellos, con una gran relación calidad-precio. Solo el Dacia Sandero es más barato.
Diseño exterior
La cuarta generación del Škoda Fabia incorpora un diseño moderno y más atlético gracias a sofisticados detalles. Adicionalmente, elementos como las llantas optimizadas y las cortinas de refrigeración ajustables activamente en la entrada de aire inferior del paragolpes delantero le dan un coeficiente de resistencia aerodinámica (cd) de solo 0,28.
Con ello, establece un récord en el segmento de los coches pequeños. En el frontal, los faros con tecnología LED de serie se extienden hasta la nueva parrilla. Las variantes full-LED ofrecen una mayor intensidad lumínica en las luces de cruce y de carretera, así como funciones de iluminación en curva y adaptativa. Tampoco faltan en opción los faros traseros full-LED.
En el extremo inferior destaca una segunda entrada de aire a cuyos lados se ubican los faros antiniebla opcionales. También disponibles en función de la versión son los lavafaros y los sensores de aparcamiento delanteros opcionales. Por su parte, el marcado capó da paso a una luna que nos ofrece buenas dimensiones y una gran visibilidad hacia delante.
El nuevo Fabia es más grande en todos los aspectos. En comparación con las tres primeras generaciones, crece tanto por dentro como por fuera. Con una longitud de 4.11 metros, supera por primera vez la marca de los cuatro metros. En comparación con su predecesor, es 111 mm más largo y su distancia entre ejes ha aumentado en 94 mm hasta los 2.564 mm.
Con 1.78 metros, es 48 mm más ancho, mientras que la altura se sitúa en 1.46 metros. En la vista lateral, destacan un total de nueve diseños de llantas que van de 15 a 18 pulgadas. Las llantas Libra de 18” bruñida opcionales son la variante tope de gama. En esta unidad, calzan neumáticos Bridgestone Turanza eco en dimensiones 195/55 R16 91V en ambos ejes.
La superficie de las puertas queda libre de ornamentaciones y el área acristalada es generosa, ofreciendo buena luminosidad al interior y buena visibilidad al conductor. En total hay una selección de nueve colores de carrocería, con tonos alegres y acabado sólido, perlado y metalizado. En este caso vemos el Gris Graphite Metalizado con Negro Mágico Efecto Perla.
Si pasamos a la zaga, vemos que la horizontalidad está muy presente. Son protagonistas la denominación de la marca en posición central y los nuevos faros de mayor tamaño. El toque deportivo lo ponen el marcado paragolpes inferior y el alerón de techo con aletines en negro ubicado sobre la generosa luna posterior. En él se integra la tercera luz de freno.
Son opcionales destacados para el exterior el techo solar panorámico practicable, la opción de techo en gris o negro, el cierre centralizado «Keyless-Entry», los sensores de aparcamiento con cámara, el Light Assist High, el asistente de aparcamiento, el parabrisas delantero térmico, la bola de remolque, los difusores de lavado térmicos y el paquete para carreteras en mal estado.
Diseño interior
El interior del Škoda Fabia supone un gran paso hacia delante respecto a su predecesor, tanto en términos de espacio como de tecnología. Las características de confort que se encuentran en vehículos de mayor nivel, como el parabrisas y el volante calefactados, son algunas de las opciones que hacen su debut en la nueva generación. También aumenta la seguridad.
Junto a un total de hasta 43 soluciones Simply Clever, el Fabia incorpora la última generación de sistemas de infoentretenimiento. Tienen una pantalla independiente que se eleva hasta situarse ante el campo de visión inmediato del conductor. Tampoco falta el Virtual Cockpit que vimos en el Scala, que presenta una de las pantallas más grandes de su segmento.
A nivel de materiales, el Fabia se muestra humilde, pero la sensación de calidad es buena. La mayoría de los elementos son de plástico rígido, aunque ofrecen buen resultado tanto al tacto como a la vista. Adicionalmente, los ajustes y ensambles dan gran sensación de solidez. Podemos equipar hasta 9 airbags, incluidos de rodilla, de cabeza y laterales delante y detrás.
La toma USB opcional en el espejo retrovisor permite alimentar una dashcam sin que el cable moleste.
La parte inferior del salpicadero está tapizada en tela y luce costuras en contraste, lo que crea una sensación agradable y hogareña. Los elementos decorativos de color, la iluminación ambiental específica y las aplicaciones cromadas añaden carácter y frescura al coche. En función del acabado hay diversos tipos de tapizados y molduras a elegir.
Los asientos presentan un mullido muy cómodo para viajar. Es cierto que no ofrecen gran agarre ni en el respaldo ni en la banqueta -tampoco es un coche pensado para ir de tramo-, pero sí que disponen de algunas comodidades de serie o en opción como el ajuste de altura, ajuste lumbar, calefacción y ajuste eléctrico + memoria.
El Fabia es de los coches con mejor relación equipamiento-precio del segmento.
Las manos se posan sobre un fino volante multifunción que puede ser calefactado. De forma opcional podemos optar por el volante deportivo de cuero. Este incluye levas en las versiones con transmisión DSG. Tras este se encuentra el cuadro de instrumentos, que puede ser de dos tipos: tradicional en los básicos o el nuevo Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas.
En el caso de esta unidad encontramos el cuadro digital con hasta cinco diseños básicos. La clásica se basa en el estilo de los instrumentos redondos analógicos. A ella se unen la Moderna, Reducida y Ampliada. Como parte del paquete opcional Dynamics se incluye la disposición Deportiva, en la que el cuentarrevoluciones es el protagonista.
También podemos encontrar hasta tres sistemas multimedia dependiendo del acabado: Swing (6.5”), Bolero (8.0”) y Amundsen (9.2”), siendo el intermedio el que equipa esta unidad. El Amundsen incluye el Virtual Cockpit, control gestual y navegador (cartografía Here y servicios de tráfico TomTom), pero lo cierto es que el Bolero es más que completo.
Todos los Fabia vienen equipados de serie con una eSIM para la llamada de emergencia y el servicio Škoda Connect.
Su respuesta táctil es buena, sus gráficos más que aceptables (con aceptable resolución de la cámara de marcha atrás) y su fluidez ejemplar. Además, todos los equipos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay (con conexión sin cables opcional), por lo que muchos usuarios no verán necesario el hecho de contar con un navegador integrado.
Algo más abajo encontramos los mandos de la climatización bizona (por primera vez en el Fabia), aunque curiosamente en Škoda han optado por reservarse el manejo de algunas funciones a través del sistema de infoentretenimiento, algo que, personalmente, no me gusta. Igualmente, encontramos algunos botones un poco pequeños dentro del sistema.
Me han gustado los abundantes huecos de almacenamiento de los que disponemos, siendo el más grande el de la consola central. Cuenta con base forrada de goma, dos tomas USB-C y puede equiparse con carga inalámbrica para el smartphone. También son forrados la guantera y el pequeño hueco del lado del conductor, pero no las bolsas de las puertas.
Los cinturones pueden regularse en altura. En la consola central encontramos la palanca de cambios, seguida de varios botones, dos posavasos, un reposabrazos fijo que alberga una guantera y un freno de mano tradicional. El final de la consola central pone a disposición de los pasajeros traseros dos tomas USB-C (opcional) y salidas de ventilación.
Y hablando de la segunda fila de asientos, no hay ninguna alternativa en el segmento que ofrezca más espacio para las piernas. También destaca el espacio para la cabeza, por lo que alguien de hasta 1,85 metros podría viajar con gran comodidad. Eso sí, en estas plazas solo irán cómodos dos adultos, ya que la anchura no es excesiva, como ocurre en todos los rivales.
Además, la plaza central trasera tiene un mullido más duro, menor altura y resulta molesta por la voluminosidad del túnel de transmisión, que obliga a flexionar o abrir las piernas. Lo que no me ha convencido en esta segunda fila de asientos es la iluminación, algo pobre, como ya ocurría en el Scala.
Respecto al maletero, este cubica un total de 380 litros, 50 más que su predecesor. Abatiendo los asientos alcanzamos los 1.190 litros, siendo de los más grandes. En el maletero hay ganchos de diferente tamaño y formas, argollas para sujetar una red y una toma de 12 voltios. Opcionalmente se ofrecen redes de sujeción y el suelo de carga variable en altura.
Las formas son muy regulares y destaca la altura de la base a la bandeja. El piso del maletero es de tela y debajo esconde la rueda de repuesto de emergencia opcional. Se ofrecen varios ganchos de remolque: desmontable o plegable. El borde de carga queda situado a 690 mm del suelo.
Motorización Skoda Fabia 1.0 TSI 95 CV
En España la nueva generación del Škoda Fabia solo está disponible con motorizaciones de gasolina. Así será al menos en esta primera etapa comercial. La gama arranca con el 1.0 MPI de 80 CV, que puede ser suficiente para ciudad. En un escalón intermedio está el 1.0 TSI de 95 CV como opción equilibrada. Completa la familia el 1.0 TSI con 110 CV.
Dependiendo de la opción elegida la caja de cambios puede ser manual de cinco (80 y 95 CV) o seis velocidades (110 CV). Para el más potente se ofrece adicionalmente una transmisión de doble embrague DSG con siete velocidades. Más adelante también se unirá el 1.5 TSI EVO con 150 CV y caja DSG que se convertirá en la opción más rápida de la gama.
Para la prueba hemos optado por el 1.0 TSI de 95 CV, la que será una de las opciones preferidas por los usuarios. Es un bloque tricilíndrico de aluminio que, con una cilindrada de 999 cm3, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo, intercooler y Start/Stop, desarrolla una potencia total de 95 CV (70 kW) entre las 5.000 y las 5.500 rpm.
A ello se une un par motor de 175 Nm disponibles entre 1.600 y 3.500 vueltas, suficiente para permitir acelerar con algo de energía al modelo. Lo cierto es que sorprende desde lo abajo que es capaz de reaccionar este motor sin apenas vibraciones -unas 1.500 vueltas-, aunque lógicamente la mayor parte de la potencia se entrega a partir de las 1.800 – 2.000 rpm.
Lo mismo ocurre en carreteras y autopistas, donde el Fabia reacciona bien a las órdenes del acelerador si no vamos muy cargados ni nos encontramos en pendientes de cierta inclinación. Esto es un punto muy a favor, ya que podemos llevar a cabo adelantamientos con facilidad sin necesidad de tener que estar jugando constantemente con el cambio.
En cifras, el Škoda Fabia con este motor acelera de 0 a 100 km en 10.6 segundos, recupera de 80 a 120 km/h (en 3ª velocidad) en 7.2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 195 km/h. Para que os hagáis una idea, el motor gira a 2.800 rpm cuando circulamos a 120 km/h en quinta velocidad por autopista.
Es esencialmente en carreteras de montaña o adelantamientos rápidos donde el cambio nos obliga a jugar con él para obtener un empuje más notorio. En cualquier caso, esto tampoco supone un inconveniente porque el tacto de la palanca y los pedales es muy agradable. Además, funciona con un refinamiento más que adecuado, sin sonidos molestos ni vibraciones.
A pesar de estar concebido como el compacto más humilde del grupo, presenta un tacto del cambio y la mecánica en la línea de otros modelos VAG como el Ibiza o el Polo. Esto implica un guiado preciso, con gran suavidad en todos los movimientos y un recorrido de la palanca ergonómico. Los desarrollos del cambio y el escalonamiento resultan equilibrados.
Junto al mencionado tacto del cambio, ha llamado mi atención la baja sonoridad de esta mecánica para tratarse de un tricilíndrico. Tenía peor recuerdo de ella en el SEAT Ibiza. En este caso se muestra refinada, con menores vibraciones y un mayor aislamiento tanto en el habitáculo como en el exterior. La verdad es que el conjunto no admite tacha en este sentido.
El estilo de conducción influye poco en el consumo.
Ni tampoco en consumos, porque han sido mucho más bajos de lo que esperaba. La marca homologa un consumo combinado de apenas 5.1 litros, con unas cifras de 6.6 litros a baja velocidad, 4.9 litros a velocidad media, 4.4 litros a velocidad alta y 5.3 litros a los 100 kilómetros circulando a velocidad muy alta (según el ciclo de homologación WLTP).
Aparentemente, en una conducción real podemos acercarnos a estas cifras. Si conducimos de manera sosegada, no es difícil situar la media de consumo entre los 5 y los 5,5 litros a los 100 km. En ciudad rondaremos en este caso los 7.0 litros, pudiendo bajar de los 5 litros en tramos interurbanos. El depósito de combustible tiene una capacidad de 40 litros (50 litros en opción).
Version | 1.0 TSI Style - 3 cilindros en línea |
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Cilindrada | 999 cm³ |
Potencia | 95 CV (70 kW) @ 5.000 - 5.500 rpm |
Par | 175 Nm @ 1.600 - 3.500 rpm |
Peso | 1.142 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.108 / 1.780 / 1.459 mm |
Volumen Maletero | 380 (1.190) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,2 segundos |
Velocidad máxima | 195 km/h |
Consumo homologado | 5,1 / 6,6 - 4,9 - 4,4 - 5,3 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 116 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 20.560 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Skoda Fabia 1.0 TSI 95 CV
El Škoda Fabia no pretende sorprendernos dinámicamente, sino ofrecer altas dosis de practicidad y polivalencia. Por ello, su tacto es algo menos preciso y deportivo que en alternativas como el Polo o el Ibiza. Ahora se centra en ofrecer una experiencia más cómoda, equilibrada y completa en todos los entornos, especialmente en la ciudad y en autopista.
Sus dimensiones son suficientes para ofrecer un amplio espacio interior y de carga, pero contenidas para que maniobrar en espacios reducidos no sea tedioso. Como su predecesor, presume de buena visibilidad en todos los ángulos, diversas asistencias a la conducción y un diámetro de giro entre paredes de 10,7 metros.
Mejora en autopista, permitiéndonos rodar a buen ritmo con aplomo y estabilidad. De serie, los amortiguadores son de dureza fija, McPherson en el eje delantero y eje de torsión detrás. Muestran un buen equilibrio a la hora de filtrar las irregularidades del asfalto y permitirnos un paso por curva rápido. Opcionalmente podemos optar por la suspensión deportiva más firme.
Esta aporta un plus en el apartado dinámico al incluir muelles más cortos que rebajan la altura de la carrocería. Nos permite incrementar sensiblemente la deportividad sin perjudicar excesivamente el confort, así que resulta una opción recomendable para aquellos que quieran un mayor compromiso dinámico.
Es cierto que hay alternativas más precisas para enlazar curvas, pero el Fabia no te va a defraudar. Los cambios de apoyo son rápidos y la carrocería no balancea en exceso. Transmite confianza porque la precisión de todos los mandos es buena en términos generales y, al buscarle las cosquillas, siempre nos muestra reacciones dóciles y naturales.
La dirección, por su parte, tiene una marcada asistencia eléctrica, filtrando todo lo que ocurre entre las ruedas delanteras y el asfalto. Es más que correcta en rapidez y precisión si no vamos buscando los límites de adherencia de los neumáticos. Sin embargo, su feedback es escaso si buscamos reacciones deportivas. Además, permite maniobrar con extrema facilidad.
Respecto a los frenos, el Fabia recurre a unos discos ventilados en el eje delantero y de tambor en el trasero. Su funcionamiento es muy bueno en una conducción sosegada e incluso un poco más deportiva, con un tacto y asistencia agradables del pedal. Cabe destacar que no brilla en resistencia a la fatiga y, en esta situación, el pedal comienza a hundirse.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, el Fabia permite equipar control de crucero adaptativo, detección de vehículos en el ángulo muerto, aparcamiento semiautomático, Travel Assist Low, alerta de tráfico cruzado trasero, reconocimiento de señales de tráfico, asistentes de frenada de emergencia y de mantenimiento en el carril…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado se denominan Active, Emotion, Style y Sport. Desde el más sencillo cuenta con faros EcoLED, encendido automático de luces, asistente al arranque en cuestas, volante multifunción forrado en piel, ordenador de viaje, alerta y asistente de cambio de carril, elevalunas eléctricos delanteros y espejos térmicos.
Otros elementos estándar son el aviso pre-colisión, sistema de frenada en ciudad, equipo multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas, radio DAB, bluetooth, USB, alfombrillas, detector de fatiga, asiento posterior abatible, cierre centralizado con mando y paragolpes pintados. Es por todo esto una interesante propuesta dentro del segmento B.
En los más completos encontramos climatizador automático, llantas de aleación, Apple CarPlay, Android Auto, detector de objetos en ángulo muerto, instrumentación digital configurable, cámara posterior, sensores de aparcamiento, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia y pack LED interior, entre muchos otros elementos.
Más adelante se añadirá el acabado Monte Carlo, con su estética característica y elementos distintivos. Entre las opciones más importantes están el techo panorámico de cristal, tapizado mixto tela/cuero, asientos calefactables, navegador, sistema de sonido de alta calidad, cargador de móvil por inducción y el selector de modos de conducción.
Los precios de la gama Škoda Fabia 2021 sin descuentos ni promociones quedan de la siguiente manera:
Active | Emotion | Style | Sport | |
1.0 MPi 80 CV 5MT | 17.160 € | 18.360 € | – | – |
1.0 TSi 95 CV 5MT | 17.960 € | 19.160 € | 20.560 € | 20.560 € |
1.0 TSI 110 CV 6MT | – | 19.660 € | 21.060 € | 21.060 € |
1.0 TSI 110 CV DSG | – | 20.210 € | 21.610 € | 21.610 € |
1.5 TSI EVO 150 CV DSG 7 vel. | Finales de año |
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.9
Notable+
El nuevo Škoda Fabia es un vehículo que llega cargado de novedades. Con un diseño fresco y mucha tecnología, apunta a soportar bien el paso de los años. Su comportamiento y sus innovaciones son sus puntos fuertes, al tiempo que sus reestructuraras dimensiones lo ponen en una posición elevada en el segmento. Por precio, es uno de los modelos más baratos de entre los que tienen características semejantes.
Lo bueno
- Excelente relación calidad/equipamiento/precio. Solo le supera en precio el Dacia Sandero.
- Practicidad del interior gracias a más de 40 soluciones Simply Clever.
- Prestaciones suficientes para la mayoría de los usuarios, con buen refinamiento del motor y agradable tacto del cambio manual.
- Buenos consumos.
- Habitabilidad y maletero.
Lo mejorable
- Abundantes plásticos rígidos en el interior.
- Pierde cierta agilidad respecto a su predecesor para ganar en confort.
- Solo encontramos tomas USB-C.
- Discos de tambor en el eje trasero.
- Solo motores de gasolina y todos con distintivo ambiental C.