Los fabricantes de automóviles alemanes vuelven a estar en el punto de mira de la justicia. Los protagonistas son una vez más los sistemas de reducción de emisiones, aunque en este caso no hablamos de fraudes, sino de un pacto para frenar su desarrollo y despliegue en el mercado.
La Comisión Europea ha descubierto que Daimler, BMW y el grupo Volkswagen (Volkswagen, Audi y Porsche) infringieron las normas antimonopolio de la Unión Europea (UE) al frenar el desarrollo técnico de los sistemas anticontaminación de vehículos diésel y gasolina ¿Lo mejor de todo? Daimler ha sido el «chivato».
Gracias a ello, la matriz de Mercedes-Benz, entre otras marcas, no ha sido multada. El resto de los fabricantes, por el contrario, deberán enfrentarse a una sanción que asciende hasta los 875 millones de euros. Todas las partes han reconocido su participación en el cartel y han colaborado para resolver el caso.
Tal y como señala la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, Margrethe Vestager, “los cinco fabricantes de automóviles Daimler, BMW, Volkswagen, Audi y Porsche poseían la tecnología para reducir las emisiones nocivas más allá de lo que exige la ley según las normas de emisiones de la UE«.
Añade que «evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología. No lo toleramos que las empresas confabulen. La competencia y la innovación en la gestión de la contaminación de los automóviles son esenciales para que Europa cumpla nuestros ambiciosos objetivos del Pacto Verde«.
Más de cinco años de reuniones
Al parecer, los fabricantes de automóviles celebraron reuniones técnicas periódicas para discutir el desarrollo de la tecnología de reducción catalítica selectiva (SCR) que elimina las emisiones nocivas de óxido de nitrógeno (NOx) de los turismos diésel mediante la inyección de urea (también llamada «AdBlue») en el escape.
Durante estas reuniones, y a lo largo de más de cinco años, los fabricantes se confabularon para evitar la competencia en la reducción de emisiones a pesar de que la tecnología estaba disponible. Daimler, BMW y el grupo Volkswagen llegaron a un acuerdo sobre los tamaños y autonomías de los depósitos de AdBlue.
Así mismo, llegaron a un acuerdo sobre el consumo medio estimado de AdBlue. También intercambiaron información comercial sensible sobre estos elementos. En el caso de los coches de gasolina, las compañías pactaron retrasar la implementación de controles como los filtros de partículas ‘Otto’.
De este modo, eliminaron la incertidumbre sobre su conducta futura en el mercado con respecto a la reducción de las emisiones, más allá de los requisitos legales (lo que se denomina «cumplimiento excesivo»). En otras palabras, restringieron la competencia en las características del producto relevantes para los clientes.
Así serán las multas para cada fabricante
Las multas se han establecido sobre la base de las Directrices de la Comisión sobre multas de 2006. Daimler se ha beneficiado de la inmunidad total, evitando así una multa total de 727 millones de euros. Por su parte, el grupo VAG se ha beneficiado de una reducción de la multa.
La reducción refleja su cooperación, ya que las pruebas aportadas por el grupo Volkswagen ayudaron a la Comisión a demostrar la existencia del cartel. Deberá pagar 502.362.000 euros. Además, la Comisión aplicó una reducción del 10% de las multas a todas las partes por reconocer su participación y responsabilidad en esta infracción.
En el caso de BMW, la cuantía de la sanción asciende a 375.827.000 euros. Las investigaciones comenzaron en octubre de 2017, fecha en la que se llevaron a cabo inspecciones en instalaciones alemanas. En 2019, la Comisión acusó formalmente a los fabricantes alemanes de haber pactado no competir entre sí.