La firma bávara nos presentaba recientemente el nuevo BMW X4 y, entre otras características, podemos hablar de un modelo más grande, ágil y dinámico. No estamos ni mucho menos ante un cambio revolucionario, sino más bien una evolución lógica para adaptarse al lenguaje de diseño de sus hermanos como el BMW X3.
A primera vista, desde el exterior los cambios son sutiles, y es que salvo el frontal -que muestra más aplomo- y algunos retoques en la zaga, el resto sigue prácticamente igual. Eso sí, sus dimensiones han crecido notablemente con 81 milímetros de longitud, hasta los 4.752 milímetros; 54 milímetros más de distancia entre ejes (ahora 2.864 milímetros), y 37 milímetros más de anchura (1.918 milímetros en total).
Uno de los cambios más importantes del nuevo BMW X4 recae en el centro del impactante frontal donde se encuentra la gran parrilla con riñones de BMW y un look tridimensional. Los faros LED dobles con contornos dinámicos y las luces antiniebla horizontales que forman una nueva interpretación del familiar rostro de seis ojos de los modelos BMW X. En la zaga las ópticas LED obtienen un aire más estilizado y deportivo, mientras que su interior irradia un toque moderno y premium, combinado con un dinamismo que salta a la vista.
El interior del nuevo BMW X4 irradia un toque moderno y premium combinado con un dinamismo que salta a la vista. El salpicadero orientado hacia el conductor, el panel de instrumentos bajo y la posición del asiento elevada, ayudan a crear una experiencia de conducción muy segura. Los asientos deportivos rediseñados, con refuerzos laterales contorneados, y los paneles para las rodillas a ambos lados de la consola central aumentan la sensación de deportividad.