La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció durante su discurso anual sobre el Estado de la Unión que trabajará junto con los líderes de la industria para crear una nueva categoría de coches pequeños y asequibles denominada “E-car”. El objetivo es reforzar la competitividad del sector europeo frente a la creciente amenaza de fabricantes chinos y garantizar la accesibilidad de vehículos eléctricos a precios más bajos.
Una respuesta al desafío chino y a la electrificación
La iniciativa llega en un momento clave. La normativa de la Unión Europea prohibirá la venta de nuevos coches de combustión interna a partir de 2035, lo que genera preocupación en fabricantes como Stellantis, Renault o BMW, que temen perder cuota de mercado frente a la agresiva expansión de marcas chinas de vehículos eléctricos de bajo coste.
Durante el Salón del Automóvil de Múnich, directivos como François Provost (Renault Group), Oliver Zipse (BMW Group) y Jean-Philippe Imparato (Stellantis) reclamaron flexibilizar las regulaciones actuales y evaluar los emisiones de CO2 en todo el ciclo de vida de los automóviles, no solo en el tubo de escape. Esto permitiría a la industria explorar diferentes tecnologías sin renunciar a los objetivos climáticos.
Inspiración en el modelo japonés
El concepto de “E-car” toma como referencia a los kei cars japoneses, una categoría de vehículos ligeros y económicos que desde 1949 representan cerca del 40% del mercado doméstico en Japón. Estos coches destacan por su bajo coste de fabricación, menor consumo de recursos y gran popularidad entre los consumidores urbanos.
El mensaje de von der Leyen: asequibles y europeos
Von der Leyen destacó que la industria europea es un “pilar de nuestra economía” y que “millones de empleos dependen de ella”. Además, defendió la necesidad de ofrecer alternativas reales a los consumidores:
“Millones de europeos quieren comprar coches asequibles. Por eso debemos invertir en vehículos pequeños y accesibles, diseñados para Europa y para atender la creciente demanda mundial. Europa necesita su propio E-car: limpio, eficiente, ligero, económico y fabricado en Europa”.
La presidenta también confirmó que, aunque aún no se ha definido qué tecnologías de propulsión se permitirán en la nueva categoría, “el futuro es eléctrico y debe hacerse en Europa”.
Impacto en el consumidor y en el mercado
De concretarse, la categoría E-car podría suponer un cambio decisivo en la movilidad urbana, ofreciendo vehículos eléctricos más baratos, reduciendo la dependencia de importaciones chinas y apoyando la transición verde europea.
Se espera que en los próximos meses la Comisión Europea trabaje con fabricantes y asociaciones del sector para definir los requisitos técnicos, de seguridad y medioambientales de esta nueva clase de automóviles.
En mi opinión, el problema no es China, son los impuestos
Si de verdad se quiere dar acceso a todo el mundo al coche eléctrico, dejémonos de tonterías. Los coches eléctricos chinos se enfrentan a un 10% de arancel, a un 21% de IVA y a un arancel variable que puede llegar a superar el 20%. Más de la mitad de lo que cuesta un coche eléctrico procedente de China, son impuestos. Si de verdad hay una necesidad climática y que todos usemos esta tecnología, los coches podrían constar la mitad de lo que cuestan ahora quitando los impuestos y aranceles actuales, sin embargo, no quieren, quieren vernos humillados en coches cada vez más pequeños y ridículos en vez de recortar impuestos.