Como si de un culebrón latinoamericano se tratara, el fabricante de Airbags Takata no para de recibir mazados desde todos los mercados, aunque como no, los más potentes siempre son los que vienen de Estados Unidos, cuyas autoridades no dudan en alertar a millones de compradores por el peligro que pueden experimentar los ocupantes de un coche equipado con este sistema ante un accidente.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) llama a revisión a una larga lista de modelos por los casos de lesiones e incluso muertes registrados en accidentes y que fueron causados por un defecto en las bolsas de aire -7 muertos y más de 100 heridos-.
Las últimas acciones tomadas por Takata han ampliar la retirada a los airbags de pasajero, multiplicando el número. Estos airbags potencialmente defectuosos afectan a marcas como BMW Group, Fiat-Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Mitsubishi, Nissan, Subaru y Toyota, aunque ojo, no han afectado a todos los mercados ni a todos los modelos.
La agencia gubernamental ha comentado que no ha determinado con precisión lo que está causando que los sistemas de Takata exploten y lo hagan con trozos de metralla metálica.
Al parecer, las pruebas y la investigación llevada a cabo por Takata y por organizaciones independientes apuntan como posible causa, la filtración de humedad en el sistema de hinchado y el posterior deterioro del mismo.
La humedad puede alterar el producto químico, que detonaría mucho más rápido de lo que debería. Esta explosión prematura y acelerada a su vez genera un exceso de presión que fragmenta varias piezas metálicas del sistema y las proyecta en el habitáculo, causando heridas de gravedad e incluso la muerte de varios ocupantes.
Hace horas, la NHTSA emitió dos órdenes destinadas a proteger a los viajeros de los defectuosos airbags de Takata. Las órdenes imponen la mayor multa civil en la historia de la NHTSA en una violación de la Ley de Seguridad de Vehículos Motorizados, y por primera vez utilizan la autoridad de la NHTSA para acelerar las reparaciones y la retirada de millones de vehículos afectados.
Durante años, Takata ha construido y vendido productos defectuosos. La marca se negó a reconocer el defecto y no proporcionó información completa a la NHTSA, a sus clientes, o al público y este retraso y la negación perjudicaron a decenas de consumidores y ha causado la más compleja llamada a revisión de seguridad en la historia del automóvil.
La orden expedida a Takata impone una multa civil récord de $ 200 millones y obliga a la empresa a eliminar la fabricación y venta de los sistemas de Airbags que emplean nitrato amónico estabilizado. La orden también establece un calendario para la llamada a revisión de todos los sistemas que se hayan montado.
De esa multa de $ 200 millones, $ 70 millones se pagan en efectivo. $ 130 millones adicionales serían exigibles si Takata no cumple con sus compromisos o si se descubren violaciones adicionales de la Ley de Seguridad.
La orden también impone la supervisión de Takata en los próximos cinco años, incluyendo una monitorización independiente para evaluar, controlar y reportar todo lo relativo a la seguridad.
La NHTSA también velará porque los 12 fabricantes afectados pongan solución lo antes posible y tengan las suficientes piezas de recambio para remediar el defecto de todos los vehículos afectados.
Esta es la primera llamada a revisión en la que la NHTSA se pone seria y finalmente las cifras han sido abrumadoras. Nada menos que 23 millones de infladores, 19 millones de vehículos y 12 fabricantes de automóviles han estado implicados en esta multimillonaria llamada a revisión.
Jokin Aberasturi
Jorge Glez