El Volkswagen Golf GTI TCR 2017 debuta esta temporada con 350 CV y un aspecto de infarto

Como ya hemos dicho en alguna ocasión, para algunos expertos los términos ‘Golf’ y ‘Volkswagen’ son dos miembros distintos de una misma familia. La marca Golf es un éxito que lleva décadas en el mercado refinándose, depurándose y triunfando con infinidad de versiones cuyo número de adeptos y valor residual crece generación tras generación.

Hay Golf para todos los gustos, desde versiones eléctricas o híbridas como los e-Golf y Golf GTE, hasta versiones realmente picantes como el Golf R. Pero echamos de menos algo, necesitamos más emoción si cabe. Una temporada más, los de Wolfsburg han decidido saciar las ansias de los más impacientes con la versión más radical creada hasta la fecha. Una variante solo apta para circuito que a pesar de albergar “únicamente” 350 caballos bajo el capó, es imposible que te deje indiferente, pues gracias a sus menos de 1.200 kilogramos de peso es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en torno a los 5,0 segundos. Os presentamos el Volkswagen Golf GTI TCR 2017.

Creado por la división de Volkswagen Motorsport, este año esperan vender 30 unidades -frente a las 20 de la pasada temporada-, todas ellas equipadas con tracción delantera, diferencial autoblocante y diseñadas de acuerdo con las regulaciones del Touring Racer International Series (TCR).

Visualmente, los genes de carreras saltan a la vista sobre la plataforma del Golf VII que circula por las carreteras de todo el mundo. Llantas de competición de 18 pulgadas, pasos de rueda sobredimensionados, una gigantesca entrada de aire sobre el capó, discos de freno de 362 mm delante y 310 mm detrás con pinzas de aluminio, un chasis 15 centímetros más ancho que el del modelo de producción y un alerón de fibra de carbono muy llamativo son algunos de los detalles que realzan su aspecto racing.

Entre los componentes diseñados para proteger al conductor nos encontramos con una célula de seguridad completa, asientos de competición tipo bacquet con protectores de cabeza y un depósito de seguridad de acuerdo con las regulaciones de la FIA.

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Bajo el capó, sin embargo, este Golf monta un motor propio, concretamente el conocido propulsor turbo de dos litros con inyección directa que ya equipa el Golf R asociado a un cambio secuencial de 6 relaciones que se ha optimizado para mejorar el control. Evidentemente, ha sido necesario realizar algunos ajustes sobre el mismo para exprimir una potencia total de 350 CV, al tiempo que también se han ajustado la dirección, la refrigeración y la aerodinámica, reduciéndose la resistencia y aumentando la carga aerodinámica.