Audi está empezando la temporada de 2015 con un vehículo de competición minuciosamente revisado. El R18 e-tron quattro 2015 competirá en el Campeonato del Mundo FIA de Resistencia (WEC) y en las Le Mans 24 Horas como evento más importante de la temporada.
El doble de potencia híbrida, una aerodinámica revisada y una mejorada construcción ligera han sido los cambios por los que ha optado la marca de los cuatro aros para cumplir con unas reglas que albergan tanto potencial que hay margen para futuros.
El objetivo de esta temporada pasa por la mejora significativa de los tiempos de vuelta así como la reducción del consumo de combustible y la fiabilidad –ya que sólo se permiten 5 motores por temporada-.
El nuevo R18 e-tron quattro se distingue visualmente de su predecesor a pesar de contar con una estructura básica muy similar a la del modelo anterior. La estética ha cambiado gracias a los retoques en el flujo del aire del LMP1 que ahora cuenta con unas nuevas y grandes entradas de aire en los pasos de rueda delanteros que reducen la resistencia aerodinámica del cuerpo y han dado lugar a un nuevo diseño de los faros. Las unidades de iluminación cuentan con la conocida y exitosa tecnología Matrix LED combinada con el Audi Laserlight –ver comparativa de iluminaciones, ¿Cual es mejor?–.
Mientras que Audi ha adaptado el monocasco –la célula de seguridad central del coche– del modelo anterior, el frontal incluyendo el alerón delantero y los pasos de rueda cuentan con un nuevo diseño. Puesto que esta parte de la carrocería incorpora la estructura de seguridad, Audi ha llevado a cabo nuevas pruebas de choque para la temporada 2015.
Este año Audi ha optado por dos versiones de carrocería para las diferentes pistas del calendario que van de la mano de una estrecha colaboración con Michelin que proporcionará neumáticos con variados materiales para afrontar con total seguridad los diversos tipos de asfaltos.
Para este año, los ingenieros han duplicado la cantidad de energía de 2 a 4 megajulios por vueltas de carrera en Le Mans. Esta energía recuperada alimenta el eje delantero en las aceleraciones con una potencia de más de 200 kilovatios (272 CV) lo que supone un aumento significativo en comparación con el año pasado.
Además de esto, el fabricante también ha aumentado la capacidad del sistema de almacenamiento de energía que ahora puede almacenar hasta 700 kilojulios de energía lo que supone un aumento del 17 % respecto a 2014.
A pesar de esto, Audi ha logrado alcanzar el peso mínimo de 870 kilogramos aunque esto, junto al aumento de la capacidad del sistema híbrido han hecho que los ingenieros tengan que capar el motor de combustión interna. Como resultado, el R18 e-tron quattro tiene que arreglárselas con un 2,5 por ciento menos de combustible diésel por vuelta que en 2014.
El motor V6 TDI de cuatro litros entrega 410 kilovatios (558 CV). Debido a la optimización del consumo los desarrolladores han logrado compensar la pérdida de potencia.
El nuevo motor, más eficiente, continúa con una tendencia importante en la reducción de consumos: en 2006, el motor TDI de Audi debutó en Le Mans, y consiguió ocho victorias consecutivas hasta el año 2014, mejorando continuamente los tiempos por vuelta, al tiempo que durante ese período se reducía el consumo de combustible hasta en un 38 por ciento.