El Gobierno español anuncia lo que se cree, es un paso clave hacia el consumo responsable y la transición ecológica. El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó el Anteproyecto de Ley de Consumo Sostenible, que incluye la prohibición de la publicidad de vehículos de gasolina y diésel, así como de vuelos nacionales de corta distancia que tengan alternativas ferroviarias más sostenibles.
Todo esto sería una buena idea y buscaría un consumo responsable si no fuera porque llega tarde y nuevamente se trata de prohibir, no de educar a la gente.
La medida ha sido impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, liderado por Pablo Bustinduy, y responde a la necesidad de alinear las prácticas de consumo con los compromisos climáticos y de sostenibilidad de la Unión Europea.
¿Qué publicidad estará prohibida?
Según el texto del anteproyecto, la prohibición publicitaria se centra en productos altamente contaminantes, como:
- Vehículos propulsados exclusivamente por gasolina o diésel, quedando fuera de la restricción los modelos híbridos, PHEV, Mild Hybrid y eléctricos. Para que te hagas una idea, el 65% de los coches que se vendieron el mes pasado cuenta con alguna de las electrificaciones mencionadas y podrían seguir anunciándose sin problemas
- Publicidad de vuelos de corta distancia, es decir, aquellos de menos de dos horas y media de duración, siempre que exista una alternativa ferroviaria eficiente. Esto afectará rutas como Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia, Madrid-Sevilla, Madrid-Alicante y Madrid-Málaga.
También se limitará la publicidad de combustibles fósiles, excluyendo al gas natural, y se restringirá su difusión en medios públicos y privados. Lo que no estará prohibido será el anuncio de los nuevos “combustibles sin CO2 o con bajo volumen de CO2”.
Eliminar anuncios, una apuesta por acelerar la transición
El ministro Bustinduy ha defendido que “la transición ecológica no puede recaer únicamente en las decisiones individuales”, y ha insistido en la necesidad de responsabilizar al sistema económico en su conjunto.
Esta legislación refuerza las políticas europeas, como la prohibición de la venta de coches con motor de combustión a partir de 2035, y busca acelerar la transformación industrial del país para hacerla más sostenible y competitiva.
Otras medidas clave de la Ley de Consumo Sostenible
El anteproyecto no se limita a la publicidad. Incluye un paquete de reformas que afectan a diversas prácticas empresariales:
- Publicidad del miedo
Se prohibirá la publicidad que utilice datos descontextualizados para infundir temor, como ciertos anuncios de alarmas antiokupas. Estas campañas deberán incluir información estadística verificable.
- Lucha contra el ecopostureo
Las empresas no podrán usar etiquetas o frases como “verde”, “biodegradable” o “respetuoso con el medio ambiente” sin pruebas concretas y verificables. También se evitará el uso engañoso de marcas o nombres sociales con términos “eco”.
- Fin a la obsolescencia programada
Se obligará a los fabricantes a ofrecer repuestos durante al menos 10 años después del fin de producción de un producto. También se habilitará una plataforma oficial para solicitar presupuestos y reparaciones.
- Control de la reduflación
La normativa exigirá a las empresas avisar claramente cuando se reduzca el contenido de un producto sin cambiar el precio. Esta notificación deberá realizarse en un plazo máximo de 90 días tras el cambio.
- Reventa de entradas con límite
La reventa solo se permitirá si el incremento de precio no supera la subida del IPC, y se cerrarán las plataformas que incumplan esta norma.
¿Cuándo entrará en vigor?
El Anteproyecto de Ley de Consumo Sostenible inicia ahora su tramitación parlamentaria. Si todo avanza según lo previsto, podría ser aprobado en el Congreso en los próximos meses y entrar en vigor antes de 2026, aunque no tenemos claro que algunos de los socios del Gobierno quieran atacar a algunas de las industrias que más empleos generan en nuestro país.