Ya sabíamos que el Nissan GT-R50 iba a llegar a producción en series muy limitadas con un precio de partida en torno a los 900.000 euros, lo que desconocíamos era el mimo con el que se construyen todos y cada uno de los componentes de esta bestia que hace poco escuchábamos rugir en la colina de Goodwood.
Recordemos que el modelo es un deportivo que Italdesign y Nissan han creado para celebrar el 50 aniversario del GT-R y la larga trayectoria de la casa italiana como prestigioso estudio de diseño. Es el resultado del exceso, una obra maestra cuyo exterior futurista es capaz de atraer todas las miradas gracias a la combinación de colores en gris y dorado con múltiples apéndices aerodinámicos y una sinuosas líneas. Aunque está desarrollado sobre la base de un Nissan GT-R Nismo, todo es prácticamente nuevo, como podéis ver en el vídeo.
Destacan especialmente su silueta esculpida con herramientas personalizadas, los faros de tecnología LED de impresión 3D o las llantas específicas de 21 pulgadas. En el interior, podemos encontrar acabados de fibra de carbono para la consola central, un volante de diseño deportivo o un panel de instrumentos totalmente digital, entre mucho otros.
Pone la guinda del pastel un aumento de potencia del bloque V6 con 3.8 litros de desplazamiento para llegar hasta los 710 CV de potencia y 780 Nm de par máximo. Los cambios incluyen turbocompresores GT3 de alto flujo y calibre e intercoolersmás grandes, jets de pistón de alto flujo, perfiles del árbol de levas revisados, inyectores de combustible de mayor flujo y cigüeñales, pistones, bielas y cojinetes de alta resistencia.