Era pequeño, simple, todoterreno, capaz de apuntarse a los deportes de motor y casi indestructible. Se trataba de un coche pequeño con un gran factor de culto.
Aunque el modelo «español» se produjo tan solo desde 1980 hasta 1986 en la planta de SEAT en Barcelona, la cuna del modelo estaba en Turín y no en Barcelona.
SEAT construyó este modelo durante 7 años y lo bautizó con el nombre del oso panda. Su base de fans va desde el público general al mismísimo Papa, pasando por algún campeón del mundial de rally.
Gracias a numerosos modelos especiales, SEAT insufló su «propio alma» española en el Fiat Panda, que había sido construido por SEAT bajo licencia desde 1980. No todos fueron tan espectaculares, y sobre todo tan exclusivos como el construido para el Papa Juan Pablo II en noviembre de 1982.
Cuenta la leyenda que el Santo Padre tuvo que prescindir de su «papamóvil» para acceder a los estadios del Real Madrid y el FC Barcelona porque al parecer, el vehículo todoterreno con el que se desplazaba tenía con una cúpula de cristal alta que supuestamente no entraba por las entradas a los campos del Bernabeu y el Camp Nou. Por el contrario, el SEAT Panda, que había sido despojado de su techo, era lo suficientemente bajo para que el Papa Juan Pablo II pudiera rodar dignamente por el estadio.
El Papa Juan Pablo II visitó España por primera vez del 31 de Octubre al 9 de noviembre de 1982, unos cuatro años después del comienzo de su pontificado. El SEAT Panda «Papamobil» basado en el SEAT Panda Marbella fue construido especialmente para esta visita en solo 15 días.
El SEAT Panda, llamado así por el oso blanco y negro, era cualquier cosa menos un vehículo para la élite. Con la tecnología reducida a lo esencial, se presentaba como el «amigo para todo» y dominaba a la perfección el día a día. Con 25 kW (34 CV) o 33 kW (45 CV) el modelo contaba con la potencia suficiente para poder superar los obstáculos más cotidianos.
Según los fans, la variante de potencia reducida era suficiente para llevar hasta cinco personas y algo de carga. Para caminos con baches, el SEAT Panda Montaña con su chasis elevado, protección inferior y rejillas delante de los faros era la elección ideal.
Para los que buscaban algo más de libertad, SEAT ofrecía la variante Practicable que contaba con un gran techo de tela.
El SEAT Panda Terra con una estructura de techo de lona y el SEAT Panda Comercial, en el que las ventanas traseras fueron reemplazadas por láminas de metal y el banco del asiento trasero se sustituyó por una zona de carga, completaron la gama.
Desde 1985 la marca lanzó el SEAT Trans, un Panda con un cuerpo ampliado, ya sea en una versión acristalada o en una versión revestida con chapa. Con una capacidad de alrededor de 2,5 metros cúbicos, la pequeña furgoneta se convirtió en la favorita de muchos.
La versión comparativamente bien equipada fue bautizada con el nombre de Marbella en referencia al noble complejo vacacional del Mediterráneo. De serie este modelo traía luces antiniebla, cuentarrevoluciones, asientos más cómodos y unas llantas más anchas. La denominación Marbella volvió a aparecer en 1986, cuando la separación de Fiat y la asociación con el grupo Volkswagen comenzaron a tomar forma. Un lavado de cara del Fiat Panda fue la oportunidad perfecta para que la marca siguiera su propio camino. Aunque la relación técnica con la contraparte italiana aún no se había zanjado por completo, el SEAT Marbella ya mostraba cierta independencia.
El SEAT Panda Marbella jugó su papel como el mejor modelo de la serie. Sin embargo, la versión mejorada por Abarth elevaba la potencia hasta los 44 kW (60 CV).
La versión mejorada por el departamento de competición de SEAT contaba con carburadores más grandes, un filtro de aire mejorado y un escape de carreras. Con todo esto, el motor de 900 cc y cuatro cilindros superaba los 48 KW (65 CV) que se transmitían al eje delantero.
Modificado de esta manera, el SEAT Panda fue un vehículo muy popular entre los jóvenes corredores españoles y la «Copa Panda» dio un gran empujón.
En 1981 y 1982, un joven Carlos Sainz se llevó el título en la disputada «Copa Panda» y más tarde se hizo muy famoso con el conocido nombre de «El Matador».
Y tú, ¿tienes alguna historia con el Panda?
Dos tuve , uno 35 panda y otro marbella 45 de los últimos. Indestructibles. Finalmente lo cambie por un Ibiza, porque cuando veía a mi hijo en el parecia que iba subido en un coche de feria, de esos que dan vueltas en carrusel. Y pensar que yo iba de camping todos los findes recorriendo 70 km ida y otros tantos a la vuelta. Estoy pensando en hacerme con uno para moverme por el pueblo.