El Omoda 5 es un producto bastante reciente en nuestro mercado, pero las ventas no están yendo nada mal. Además, la expansión de la marca en España está siendo realmente rápida, algo que también estamos viendo con otras marcas de origen chino como Jaecoo y Ebro. ¿El secreto? Un producto muy completo a un precio muy interesante.
Hablamos de un SUV compacto que, en muchos aspectos, no tiene nada que envidiar a modelos ya afianzados en nuestro mercado. De hecho, tras el lanzamiento de la “fase 1”, Omoda rápidamente recogió las críticas a su producto y, en apenas unos meses, nos sorprendió con una “fase 2” muy mejorada en diversos aspectos clave, como la calidad o el motor.
Disponible con motor de gasolina (etiqueta C) y eléctrico (etiqueta 0), la transmisión es en ambos casos automática y la tracción siempre delantera. No es un coche muy potente ni que brille al volante en aspectos como la suspensión o la dirección, pero en términos generales y para una gran mayoría de los usuarios, es una alternativa que cumple satisfactoriamente.
Frente a sus rivales, el Omoda 5 tiene un precio muy atractivo, siendo de las opciones más baratas del mercado. Se enfrenta a modelos como los Kia Xceed, DFSK F5, Peugeot 408, Peugeot 3008, Volkswagen Taigo, Mazda CX-30, Cupra Formentor, Renault Arkana, KGM Tivoli, Dacia Duster, Nissan Juke, MG ZS, Fiat 600, Jeep Avenger y Toyota Yaris Cross, entre otros.
Diseño y calidad
El lavado de cara del Omoda 5 trae algunas novedades a nivel estético. Si bien son discretas, le dan una mayor presencia y sensación de empaque al conjunto. En el frontal vemos una gran parrilla con detalles cromados, la cual se ve escoltada en su extremo superior por las delgadas luces LED de conducción diurna. Son también los intermitentes.
Más abajo, casi en el paragolpes, tenemos los faros principales, también con tecnología LED; así como las luces antiniebla. En la vista lateral, son protagonistas las protecciones plásticas inferiores, unas nuevas barras de techo en plata y un conjunto remozado de llantas en tamaño de 18 pulgadas. Para el exterior se ofrecen tres colores en el Premium y hasta siete en el Comfort.
En esta unidad podemos ver el Azul Cósmico. La superficie acristalada, si bien no es especialmente amplia, nos parece correcta. Ofrece en general buena visibilidad, salvo hacia detrás y hacia los tres cuartos traseros. Ya en la zaga, lo más llamativo son los pilotos LED, unidos por un embellecedor en el que ahora podemos leer la denominación de la marca.
El toque deportivo lo ponen el marcado alerón de techo y el difusor integrado en el paragolpes. Este cuenta con dos embellecedores que simulan unas colas de escape. Si pasamos al interior, la sensación tecnológica y de calidad son muy buenas. Las superficies blandas de agradable tacto se combinan con plásticos rígidos vistosos y de apariencia sólida.
Además, hay detalles que transmite gran calidad. Es el caso de los parasoles tapizados y con una iluminación que permite cambiar la temperatura del color, las ventanillas delanteras laminadas o la superficie de carga inalámbrica del smartphone tapizada y con ventilación. Habrá que ver la durabilidad de los materiales, pero actualmente no admite tacha.
Respecto a la ‘fase 1’ del modelo, también hay una clara mejoría tanto en apariencia como en calidad y equipamiento. El detalle que menos nos gusta es el exceso de minimalismo, quedando la mayoría de las funciones integradas en la pantalla central. En cualquier caso, es algo habitual en el mercado, no exclusivo de las firmas chinas.
El salpicadero cuenta con dos pantallas: una instrumentación digital de 12,3 pulgadas -cuyo nivel de personalización es escaso-; y un sistema de infoentretenimiento del mismo tamaño. Los gráficos, fluidez, respuesta táctil y resolución son meramente normales, no destacando en ningún caso en el segmento. No se ofrece Head-Up Display.
En cambio, las imágenes de las cámaras sí que tienen especialmente buena calidad. Nos gusta también lo sencillo que es todo de utilizar, con una buena estructuración de los menús. Eso sí, hay detalles de software que se pueden mejorar. Por ejemplo, que no haya un botón de acceso directo al menú del vehículo al usar CarPlay o Android Auto.
La iluminación ambiental puede variar al ritmo de la música.
Otro detalle es el hecho de que salte el menú de climatización en la pantalla al variar la temperatura; o que por debajo de 30 km/h se active la vista 3D lateral en toda la pantalla al accionar el intermitente. Estos aspectos deberían ir puliéndose con actualizaciones o nuevas versiones. También hay mucho margen de mejora en el control por voz.
Habitabilidad y maletero
El Omoda 5 no es un coche especialmente amplio dentro del segmento, ni por espacio para los pasajeros ni por tamaño de maletero. Lo que sí destacan son los abundantes huecos portaobjetos del interior, todos con base de goma, salvo las guanteras de las puertas. Eso sí, el hueco de la consola central no tiene un buen acceso por ubicación.
En la primera fila de asientos, hay buenas cotas por anchura y espacio para las piernas, aunque la altura al techo resulta más limitada para quien mida más de 1,85 metros de alto. Más allá de este detalle, volante y asientos ofrecen múltiples ajustes y diversas comodidades, como calefacción o ventilación (ver ‘equipamiento’). Es fácil encontrar la postura adecuada.
Lo que no tenemos es extensión de la banqueta en ningún asiento, resultando esta algo corta para largos viajes. En cambio, los cinturones delanteros sí que cuentan con regulación en altura. Asimismo, en ambas filas de asientos el acceso es cómodo, tanto por altura de la carrocería como por grado de apertura de las puertas y espacio disponible.
Si pasamos a los asientos traseros, únicamente está en la media del segmento la anchura, aunque no permite que tres adultos viajen con comodidad en trayectos medios y largos. Tanto la altura como el espacio longitudinal se encuentran por debajo de muchos de sus rivales, pese a que dos personas de en torno a 1,80 metros viajarán bien.
Cabe destacar que en túnel central no es muy voluminoso en esta fila de asientos, pero curiosamente la banqueta va cerca del piso. Es algo habitual en coches eléctricos, pero no de gasolina. Debido a ello, se viaja con las rodillas más flexionadas de lo habitual, salvo las personas de poca estatura. En suma, en estos asientos hay ciertas comodidades.
Encontramos salidas de ventilación, tomas USB y USB-C, huecos portaobjetos, revisteros tras los asientos delanteros, reposabrazos central con posavasos, anclajes Isofix de fácil acceso, asideros e iluminación. Respecto al maletero, cubica 360 litros, un dato escaso para su tamaño que, sin embargo, está en la media del segmento. Tiene tapizado correcto.
El borde de carga está a 760 mm del suelo y el portón es eléctrico.
Además, las formas son muy regulares y el piso puede ajustarse a dos alturas. Gracias a ello, al abatir la segunda fila (60:40), no solo ganamos hasta 1.149 litros, sino que también queda un espacio plano, aunque no totalmente horizontal. En el maletero hay iluminación y toma de 12V, pero no ganchos ni argollas. Debajo va la rueda de repuesto de emergencia.
Motorizaciones Omoda 5
La oferta mecánica del Omoda 5 es, cuanto menos, reducida. El Omoda 5 EV desarrolla 204 CV (150 kW) de potencia y homologa una autonomía combinada WLTP de 430 kilómetros gracias a su batería LFP de 61 kWh. Va asociado a una caja automática y la tracción es delantera. Por supuesto, se beneficia del distintivo ambiental 0 de la DGT.
La versión de gasolina baja de potencia en la ‘fase 2’ para ser más eficiente. El bloque turboalimentado de cuatro cilindros y 1.598 cm3 eroga 147 CV (108 kW) de potencia, frente a los 184 CV anteriores. El par es de 275 Nm de par máximo que se netregan entre las 1.750 y 2.750 rpm.
Va asociado a una caja de doble embrague (DCT) con siete relaciones que envía toda la potencia al eje delantero. No hay levas tras el volante, modo ‘Sport’ ni cambio secuencial. Es una transmisión suave por funcionamiento, pero claramente peca en rapidez. Tampoco es un problema grave dadas las cifras de potencia del conjunto y su naturaleza.
En esencia, el Omoda 5 es una alternativa interesante para quienes no busquen altas dosis de potencia y conduzcan tranquilos. Su aceleración es lineal y progresiva, con un desempeño correcto en la mayoría de las situaciones. Solo se le atragantan algo más las pendientes empinadas y en ningún caso ofrece una gran reserva de potencia bajo el pie derecho.
Si hablamos de cifras, completa el 0 a 100 km/h en casi 10,1 segundos. La velocidad máxima es de 180 km/h y la recuperación de 80 a 120 km/h nos lleva 6,9 segundos. Como ves, no estamos ante un coche especialmente ágil, pero cumple. El eléctrico es una alternativa más acertada por prestaciones si se puede instalar un enchufe en casa.
También lo es por consumos, ya que en este gasolina son algo elevados. Omoda declara un homologado WLTP de 7 l/100 km. En una conducción real combinando todo tipo de escenarios, en la semana de pruebas hemos logrado una media de 7,3 l/100 km. No es un dato descabellado, pero sí más alto que muchos de sus rivales, incluso más potentes.
En autopista, siendo cuidadoso, puedes moverte en el entorno de los 6,5 l/100 km; mientras que en ciudad es fácil irse sobre los 10 l/100 km. Tenemos, además, tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport. De hecho, en este último se activa una vista deportiva en la pantalla y un sonido artificial de la mecánica muy poco logrado. Pueden desactivarse.
Comportamiento Omoda 5
Al volante, el Omoda 5 es un coche que cumple, pero no brilla frente a la gran mayoría de sus alternativas. En ciudad, es un coche cómodo para el tráfico diario por dimensiones, ADAS e insonorización gracias a los cristales delanteros laminados. Esto último es algo que también se aprecia en carretera, con un buen rodar en tramos bien asfaltados.
Sin embargo, tiene un diámetro de giro algo superior a la media, siendo los espacios estrechos, como aparcamientos, donde más se aprecia este detalle. Asimismo, la suspensión tiene un tacto claramente más firme que el ‘fase 1’, mostrando más aplomo y un plus de agilidad que su predecesor sin mermar excesivamente el confort.
Con todo y con eso, no es un coche que destaque ni por agilidad ni por comodidad. Muchas de las alternativas europeas y asiáticas le ganan en ambos aspectos. Su principal baza es el equilibrio. Gracias a ello, se adapta a las necesidades de un amplio abanico de usuarios que no tienen grandes exigencias a la hora de desplazarse.
Cabe destacar que el Omoda 5 monta un esquema McPherson en el eje delantero y multibrazo trasero, con barras estabilizadoras en ambos ejes. El conjunto cumple bien en la mayoría de las situaciones. Los aspectos que más se le atragantan son los movimientos rápidos de las ruedas (por ejemplo, resaltos urbanos) y las curvas lentas.
No es un coche de reacciones y cambios de trayectoria ágiles. Además, en cuanto aumentamos el ritmo, los sistemas de seguridad intervienen con rapidez y cierta brusquedad. Es un coche de reacciones seguras y medianamente naturales, pero queda lejos de opciones con un componente más pasional como un CUPRA Formentor.
Por otra parte y, si bien el Omoda 5 ha ganado en precisión, aplomo y estabilidad en la ‘fase 2’, la dirección sigue teniendo mucho margen de mejora. No es rápida ni precisa, brindándonos un retorno de información limitado. Al igual que ocurre con la mayoría de las opciones chinas del mercado, es claramente un coche pensado para ir tranquilo.
Como la mayoría de sus hermanos orientales, donde más cómodo se siente es en autopista. En este hábitat, el filtrado de la suspensión es bueno, el aislamiento destacable y la calidad de rodadura más que correcta. Lo único que empaña la buena sensación que deja en vías rápidas es el funcionamiento de los ADAS, que son intrusivos y agotadores.
Por ejemplo, el mantenimiento de carril actúa con clara brusquedad, enviándonos de un lado a otro del carril constantemente. Asimismo, los detectores de atención y de velocidad resultan tremendamente molestos. Tampoco el asistente de luces largas/cortas trabaja con precisión, deslumbrando a otros conductores. Al final, apagas casi todo cada vez que te montas.
Por último y, en cuanto al equipo de frenado, este cumple bien con su cometido, transmitiendo seguridad al conductor. El tacto de frenada no requiere de un período de adaptación y la resistencia a la fatiga es buena para un uso normal del Omoda 5. En este aspecto no hay mucho que destacar. Los neumáticos también cumplen en una conducción normal.
Equipamiento
El Omoda 5 está disponible con dos niveles de acabado denominados Comfort y Premium. Desde el más sencillo ya cuenta con faros LED inteligentes, llantas de aleación de 18 pulgadas, aire acondicionado, instrumentación digital de 12.3 pulgadas, sistema multimedia de 12.3 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto sin cables, radio DAB…
Otros elementos de serie son bluetooth, USB delante y detrás, acceso y arranque sin llave, carga inalámbrica de smartphone, 6 altavoces, cristales tintados, espejos térmicos, volante multifunción, cuatro altavoces, asientos deportivos, eléctricos, calefactados y ventilados; control por voz, cámara trasera, sensores de aparcamiento traseros y un amplio abanico de ADAS.
La versión Excellence suma climatizador bizona, paleta de colores ampliada, cámara 360º HD con vista panorámica, intermitentes dinámicos, luz ambiental en el techo segunda fila, volante calefactado, portón trasero eléctrico, techo solar eléctrico con cortinilla de accionamiento manual y equipo de sonido SONY con ocho altavoces, entre otros.
En materia de ADAS, tenemos de serie en todas las versiones detector de ángulo muerto, recordatorio de cinturón en ambas filas, alerta y asistente de cambio de carril, lector de señales de tráfico, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, detector de fatiga, control de crucero adaptativo, limitador de velocidad, aviso de tráfico cruzado trasero…
Ficha técnica
Dimensiones y capacidades | |
Largo | 4.373 mm |
Ancho | 1.824 mm |
Alto | 1.588 mm |
Batalla | 2.610 mm |
Vía delantera | 1.550 mm |
Vía trasera | 1.550 mm |
Ángulo de entrada | 19,8 grados |
Ángulo de salida | 22,8 grados |
Altura libre | 190 mm |
Capacidad maletero | 370 (1.149) litros |
Peso | 1.530 kilos |
Datos técnicos | |
Neumáticos delanteros | Kumho Ecsta PS71 – 215/55 R18 99H |
Neumáticos traseros | Kumho Ecsta PS71 – 215/55 R18 99H |
Suspensión delantera | McPherson |
Suspensión trasera | Paralelogramo deformable |
Barra estabilizadora | Ambos ejes |
Frenos delanteros | Discos ventilados |
Frenos traseros | Discos macizos |
Diámetro de giro entre bordillos | 10,9 metros |
Datos mecánicos | |
Motor de combustión | 4 cilindros en línea |
Cilindrada | 1.598 cm³ |
Potencia motor | 147 CV (108 kW) |
Par motor | 275 Nm |
Transmisión | Doble embrague 7 velocidades |
Tracción | Delantera |
Aceleración (0-100 km/h) | 10,1 segundos |
Aceleración (80-120 km/h) | 6,9 segundos |
Revoluciones motor a 120 km/h | 2.200 rpm |
Vel. Máxima | 195 km/h |
Consumo WLTP combinado | 7 l/100 km |
Consumo real combinado | 7,3 l/100 km |
Emisiones CO2 | 159 g/km de CO2 |
Distintivo ambiental | C |
Capacidad depósito | 51 litros |
Seguridad y precio | |
Puntuación EuroNCAP | 5 estrellas de serie |
Precio mín (gama sin desc. /extras) | 27.900 euros |
Precio máx. (gama sin desc./extras) | 29.900 euros |
PVP unidad probada sin opcionales | 39.900 euros |
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.1
Notable
El Omoda 5 es un SUV compacto que cumple con su cometido si nuestras exigencias no son especialmente elevadas. Puedes comprarlo con motor de gasolina o eléctrico, con cifras de potencia racionales y siempre asociado a una caja automática y la tracción delantera. Muy completo en equipamiento y con una buena calidad interior, los aspectos más mejorables se dan a nivel software y conducción. Es una de las alternativas más baratas.
Lo bueno
- Precio atractivo, por debajo de la gran mayoría de rivales. Buena relación precio/producto.
- Equipamiento de serie muy completo, aunque no hay extras que permitan personalizarlo.
- Gran sensación de calidad interior, con elementos poco frecuentes en vehículos de su precio.
- Cámaras perimetrales de calidad excelente.
- Equilibrio del conjunto al volante. No sobresale en nada, pero cumple bien con su cometido.
Lo mejorable
- Funcionamiento de los ADAS intrusivo, brusco y molesto.
- Espacio interior por debajo de la media con un maletero meramente correcto.
- Detalles de software y control por voz necesitan una vuelta de tuerca.
- Gama mecánica reducida y sin opciones ‘ECO’.
- Potencia del gasolina justa, con una transmisión algo lenta y consumos por encima de la media.