En una nueva etapa judicial del escándalo conocido como dieselgate, la Fiscalía alemana ha solicitado penas de prisión para cuatro exdirectivos de Volkswagen, acusados de fraude comercial y evasión fiscal en relación con la manipulación de emisiones de vehículos diesel que afectaba a todas las marcas del grupo alemán.
Este proceso, que se desarrolla en el tribunal regional de Brunswick, representa uno de los capítulos más relevantes en la rendición de cuentas por un caso que ha sacudido los cimientos de la industria automovilística mundial desde 2015.
Un escándalo con repercusiones multimillonarias
El dieselgate estalló en septiembre de 2015, cuando Volkswagen reconoció públicamente haber instalado software en millones de vehículos diésel con el objetivo de falsear los resultados de las pruebas de emisiones contaminantes.
Este engaño permitió que modelos afectados cumplieran aparentemente con normativas medioambientales que en la práctica no respetaban, generando un impacto negativo tanto en la confianza del consumidor como en la imagen de la industria automovilística alemana.
Hasta la fecha, el caso ha costado al grupo Volkswagen más de 30.000 millones de euros, una suma que incluye multas, costes legales y compensaciones, sobre todo en Estados Unidos, donde se destapó inicialmente el fraude.
Penas solicitadas y acusaciones formales
Entre los acusados se encuentra Heinz-Jakob Neusser, exdirector técnico de Volkswagen, junto con otros tres antiguos responsables de desarrollo de producto y gestión de emisiones, identificados por la fiscalía como Jens H., Hanno J. y Thorsten D. Las autoridades judiciales han solicitado penas de tres años de cárcel para dos de ellos y una pena de cuatro años para otro. Para el cuarto acusado, se ha propuesto una condena de dos años con suspensión de la pena.
Los cargos se centran en la organización deliberada de un fraude con motivaciones comerciales, así como en la evasión fiscal asociada al incumplimiento de los valores de emisiones oficialmente declarados. Estas acciones no solo afectaron al medio ambiente, sino que también repercutieron directamente en la confianza de los consumidores y en la legalidad de los incentivos fiscales otorgados a vehículos supuestamente “ecológicos”.
La evolución del proceso judicial
El juicio contra estos cuatro exdirectivos comenzó en 2021 y estaba inicialmente vinculado al proceso contra Martin Winterkorn, exdirector ejecutivo de Volkswagen. No obstante, el tribunal decidió separar los casos debido a la imposibilidad de Winterkorn de comparecer por motivos de salud. Aunque finalmente comenzó su juicio en septiembre de 2023, este fue nuevamente suspendido un mes después por razones médicas.
Hasta el momento, el ex CEO de Audi, Rupert Stadler, es el exdirectivo de mayor rango condenado por el escándalo. En 2023, Stadler fue sentenciado a una pena suspendida y una multa tras admitir su responsabilidad.
Impacto reputacional y futuro judicial
El caso dieselgate ha dejado una huella profunda en la industria del automóvil y ha marcado un punto de inflexión en el control medioambiental y la ética empresarial dentro del sector. La petición de penas de prisión por parte de la fiscalía alemana reafirma la intención de las autoridades de no dejar impunes los delitos relacionados con el fraude corporativo, incluso cuando estos implican a altos cargos de grandes multinacionales.
Este proceso judicial no solo busca justicia para los millones de consumidores afectados, sino también sentar precedentes legales sobre la responsabilidad penal de los ejecutivos en delitos medioambientales y fiscales.