Sí, ya sabemos que esto no es nuevo pero resulta interesante saber que el Grupo Bridgestone ha presentado la segunda generación de su concepto de “Neumático sin Aire (Non-Pneumatic)”.
Cada vez estamos más cerca de tener un neumático sin aire en nuestro coche. Lo que hace años parecía un sueño, ya es una realidad en algunos vehículos de obra civil y MPV.
El nuevo diseño ofrece una capacidad de carga mejorada, un diseño ecológico y mejores prestaciones de conducción. El principal hándicap que presenta este nuevo concepto de neumáticos para los fabricantes es la ausencia de flancos. Los flancos ofrecen estabilidad cuando estamos girando y le dan estructura y cuerpo a la goma. La presión que hay en el interior del neumático convencional y que suele o debería estar entorno a los 2.1 y 2.5 bares en la mayoría de los vehículos, ofrecen un colchón perfecto y estable en cierta medida.
Gracias a una única estructura de radios a lo largo de los lados interiores de los neumáticos que soportan el peso del vehículo, no es necesario inflar los neumáticos con aire periódicamente, lo que significa que el neumático requiere un mantenimiento menor. Al mismo tiempo, se elimina la preocupación por posibles pinchazos. Además, la estructura de los radios está hecha con resina termoplástica que, al igual que el caucho de la zona de la banda de rodadura es un material reciclable, lo que contribuye a un uso eficiente de los recursos.
Bridgestone ha optimizado aún más la estructura de radios utilizando como material la resina de altas prestaciones de alta resistencia y a la vez flexible. Al hacerlo, la segunda generación ha aumentado su versatilidad, a través de unas capacidades de carga mejoradas y mejores prestaciones de conducción en comparación con la primera generación. Los trayectos pueden realizarse hasta los 60 km/h en vehículos ultraligeros.
La baja resistencia a la rodadura conseguida consigue reducir las emisiones de CO2, lo que hará posible mejorar los niveles de seguridad y preservación medioambiental.
En caso de que la banda de rodadura se desprenda a causa del desgaste o del corte de la misma, la llanta no sufriría como lo haría si reventase un neumático convencional ya que en el caso de los neumáticos sin aire, la estructura interna permanecería intacta y protegería la llanta.