Presentado hace unas semanas, finalmente el Kia KX7 está en los concesionarios de China para complementar la actual oferta SUV del fabricante surcoreano. Lo hace con un diseño específico para este mercado y con un precio asequible, lo que le permitirá rápidamente hacerse un hueco en su segmento.
Para el desarrollo del KX7 no se han complicado demasiado. Se ha partido de la plataforma del Sportage aunque alargada hasta alcanzar los 2,70 metros y se ha diseñado una carrocería con empaque (aunque no especialmente bonita) de clara inspiración Sorento. La longitud se va hasta los 4,70 metros, siendo sólo 8 cm más pequeño que el citado modelo.
En el interior recibe las últimas novedades de Kia, incluyendo la pantalla central tipo tableta de generoso tamaño con Apple Car Play, Android Auto y otras muchas funciones. Según el acabado elegido podrán tener techo panorámico, climatizador de tres zonas, faros LED, asientos eléctricos y térmicos, siete plazas, volante con calefacción, cuero, alerta de objetos en ángulo muerto y control de crucero adaptativo.
La oferta de motores arranca con el 2.4 GDI con 190 CV de potencia asociado a una caja automática con seis velocidades y la tracción sencilla al eje delantero. Por encima está el 2.0 Turbo GDI con 245 CV de potencia con tracción total y cambio automático o manual de seis relaciones. Por último los amantes del diésel podrán elegir el conocido 2.2 CRDI con 200 CV ya instalado en el Sorento.
Según los medios especializados el mayor problema del KX7 está en su diseño exterior, extraño incluso para los gustos locales. La acertada relación valor-precio-tamaño es la única que le permitirá ganar adeptos en poco tiempo dado que por 200.000 yuanes, unos 27.100 € al cambio actual, no hay demasiadas alternativas de su tamaño tan equipadas y con siete plazas.