A diario, cientos de científicos en todo el mundo experimentan con nuevos materiales de diversos orígenes que más tarde serán empleados en la fabricación de las piezas que compondrán los vehículos del futuro.
No hace mucho os comentamos que los elevados costes de producción de la fibra de carbono están haciendo que algunos ingenieros y científicos estudiasen la aplicación del el cáñamo, el lino, el algodón y la madera en la fabricación de determinadas partes del vehículo, incluso empleasen fibras rotas para la creación de un supermaterial llamado fibra forjada.
Aspectos como la durabilidad, la rigidez, la ligereza o el coste, se analizan cada vez que sale a la luz una de estas propuestas y aunque muchas son descartadas por ser inviables, muchas otras terminan conformando las piezas de algunos de los vehículos que fácilmente podemos encontrarnos hoy en la calle. A pesar de esto en los últimos años, otro factor ha ido cobrando fuerza y gracias a algún que otro escándalo se ha puesto muy de moda, hablo del factor medioambiental.
Hoy ha llegado a nosotros una curiosa información que nos hace reflexionar acerca del material con el que estarán fabricados los frenos de los automóviles del futuro.
Ojo, no se trata de un mero sueño, es algo mucho más allá que funciona, es más barato, dura más y repercute de una forma menos negativa en el medio ambiente.
Según Brembo, puede que de todos los materiales posibles, el cemento sea el más innovador en el desarrollo de piezas para el sistema de frenado. En el marco del Proyecto Cobra de investigación avanzada se busca dar una respuesta a la pregunta antes planteada sobre el material o los materiales del futuro.
Este interesante proyecto nace de la colaboración entre Brembo (diseño, desarrollo y producción de sistemas de frenado), Italcementi (una de las empresas especializada en la producción de cemento), el Instituto Mario Negri (especializado en la investigación biomédica y en el estudio del impacto de los contaminantes en el medio ambiente y en la salud) y la empresa CiaoTech S.r.l. de PNO Group (especializada en apoyar procesos de innovación, de transferencia tecnológica y de evaluación de los impactos medioambientales).
Pero, ¿de qué están compuestas las pastillas de freno?
Las pastillas, diseñadas para soportar las fuerzas de frenado generadas por la pinza y las altas temperaturas de fricción, están compuestas generalmente por resinas fenólicas termoestables y por otros componentes de refuerzo y relleno.
Espera, ¿resinas qué?. A ver, ¿os suenan nombres como la Bakelita, el Novotext, el Paxolin o el Tufnol?, ¿no?, bueno, para que os hagáis una idea, las bolas de billar están hechas con este tipo de resinas.
El Proyecto Cobra tiene por objetivo el desarrollo de pastillas de freno innovadoras, que ofrezcan unas prestaciones superiores del sistema de frenado, desde el punto de vista medioambiental y de materiales, a base de cemento.
El potencial de estas tecnologías es tal que las empresas anteriormente citadas han creado un prototipo.
El empleo de un material innovador a base de cemento podría comportar una significativa reducción del consumo de energía (en torno al 90%) y de agua (en torno al 95%) durante la producción actual de pastillas de freno.
En el ámbito del proyecto también se evaluarán los aspectos relacionados con el impacto medioambiental de los distintos materiales utilizados.
Con un coste total de 3.825.529 de euros, el proyecto se encuentra cofinanciado por la Comunidad Europea que aporta 1.483.911 de euros para la investigación.
Se estima que el final de las investigaciones finalizará en 2018, momento en el que las marcas contarán con un producto probado y viable que podría llegar finalmente al mercado.
¿Se acabaron las llantas negras?
Juan Luis Martin Morillo
Koke Koke con un cubo mezcla tenemos pa rellenar las pastillas de las motos
Jajajjajajaa jajajjajajaa jajajjajajaa te hago una hormigonera
Por el bien de mis llantas blancas espero que funcione:-)
Ignacio Armas