Nissan se encuentra en uno de los momentos más críticos de su historia. La empresa ha anunciado un nuevo recorte masivo de personal que eleva la cifra total de despidos a 20.000 empleados, lo que equivale al 15 % de su plantilla a nivel global.
Esta decisión refleja la magnitud de los problemas financieros y estructurales a los que se enfrenta la marca, cuya supervivencia parece pender de un hilo.
A escasas horas de la presentación de sus resultados anuales, programada para mañana 13 de mayo, las señales apuntan a una profunda crisis interna que amenaza con reconfigurar el panorama industrial de la marca.
Una reestructuración forzada por pérdidas históricas en Nissan
El anuncio de más despidos se produce después de un año fiscal catastrófico para Nissan, que anticipa unas pérdidas netas cercanas a los 5.000 millones de dólares -más de 4500 millones de euros al cambio actual- . Esta cifra no solo rompe récords negativos dentro de la historia reciente de la compañía, sino que también revela el fracaso de su plan de recuperación implementado tras la pandemia y las tensiones geopolíticas que han alterado los mercados globales.
El plan inicial de reducción, presentado a principios de año, incluía la eliminación de 9.000 puestos de trabajo, el cierre de varias plantas de producción y una disminución del 20 % en la capacidad de fabricación mundial. Sin embargo, la caída de las ventas en 2024, sumada a costes de reestructuración y la presión de los aranceles en Estados Unidos, ha obligado a Nissan a endurecer aún más las medidas.
El relevo en la dirección y el desafío estratégico
Tras la dimisión en marzo del entonces presidente y CEO Makoto Uchida —quien no logró cerrar una fusión con Honda ni encontrar un socio estratégico estable—, la dirección de la compañía quedó en manos de Ivan Espinosa. Su tarea principal será estabilizar la situación financiera y reconstruir la imagen de la marca, que ha perdido competitividad en mercados clave como China y Estados Unidos. Entre las estrategias inmediatas figura el lanzamiento de nuevos modelos diseñados para revitalizar las ventas, aunque muchos nos mostramos escépticos sobre la eficacia.
Carlos Ghosn reaparece con duras críticas
En medio de este panorama, el ex CEO de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, ha reaparecido en los medios con declaraciones contundentes. En una entrevista con el canal francés BFM Business, el exdirectivo —actualmente prófugo de la justicia japonesa— calificó la situación de Nissan como “desesperada” y culpó directamente a la gestión posterior a su salida.
Ghosn aseguró haber previsto la decadencia de la compañía y el debilitamiento de la alianza con Renault, afirmando que los actuales líderes tomaron decisiones lentas y equivocadas.
Un futuro incierto para Nissan y para la alianza Renault-Nissan
Las palabras de Ghosn, por polémicas que sean, reflejan una creciente preocupación en el sector. La estabilidad de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi pende de un delicado equilibrio, mientras ambas compañías lidian con una pérdida de relevancia internacional. Según Ghosn, Renault ha quedado reducida a un fabricante europeo sin presencia significativa en mercados estratégicos, algo que solo podría revertirse mediante una relación más sólida con su nuevo socio chino, Geely.