Hay quien ve los automóviles como simples herramientas de trabajo, quien los disfruta cada día como si fuese el último y quien los tiene escondidos en su garaje a puerta cerrada como una inversión. Normalmente, los millonarios que acuden a las subastas de automóviles lo hacen como quien va a una subasta de arte: a buscar una joya clásica en la que invertir para especular de cara al día de mañana.
Las cifras que alcanzan algunos automóviles en las subastas incluso cuadriplican la cifra del coche nuevo más caro del mundo, y algunos de sus compradores no son ni mucho menos grandes desconocidos, pues podemos encontrar entre los ejemplos al humorista Jay Leno, al actor Rowan Atkinson o al presentador Jeremy Clarkson, aunque ninguno de ellos es el dueño del coche más caro de la historia.
En resumen, el mundo de las subastas de motor y los coches clásicos no deja nunca de sorprendernos. Más concretamente, el Ferrari 250 GTO es todo un referente en materia de subastas. Ocupa los primeros puestos en el listado de los 10 automóviles más caros del mundo, es el coche más caro de la historia y, ahora, también el automóvil más caro jamás vendido en una subasta pública.
A pesar de que a principios de la década de 1970 esté clásico apenas costaba 7.000 dólares en el mercado de ocasión, las escasas 36 unidades que Ferrari fabricó del 250 GTO entre 1962 y 1964 se han convertido en el caviar de la automoción, pues su precio no ha hecho otra cosa más que crecer como la espuma con el paso de los años.
La última ha tenido lugar durante la Semana del Automóvil de Pebble Beach, donde RM Sotheby’s ha subastado un ejemplar muy especial. Hablamos del número 3.412, el cuál ha alcanzado una cifra récord de 48.405.000 dólares, unos 41.612.000 euros al cambio actual. A pesar de resultar una cantidad elevada, está por debajo de los 51 millones de euros esperados y, sobre todo, muy por debajo de la cifra que alcanzan estos vehículos en las subastas privadas.
El motor original se vende con el coche, pero desmontado, pues en sus entrañas alberga un bloque V12 tipo 168/62 competizione de Ferrari 250 GT. La transmisión y el eje posterior son los originales.
Esta unidad en concreto salió de fábrica en 1962 y es la tercera que se fabricó, la primera en lucir la carrocería de Serie 1 y uno de los cuatro GTO modificados por el carrocero Scaglietti con carrocerías Serie II GTO/64 (sólo siete ejemplares se modificaron con estas mejoras). Además, cuenta con un palmarés de primera, con títulos como el Campionato Italiano Gran Turismo de 1962 o la Targa Florio de 1963, 1964 y 1965.