Hay quien ve los automóviles como simples herramientas de trabajo, quien los disfruta cada día y quien los tiene escondidos en su garaje como una inversión. Normalmente, los millonarios que acuden a las subastas de automóviles lo hacen como quien va a una subasta de arte: a buscar una joya clásica en la que invertir para especular. Con suerte, consiguen tener el coche más caro.
Las cifras que alcanzan algunos automóviles en las subastas incluso cuadriplican la cifra del coche nuevo más caro del mundo, y algunos de sus compradores no son ni mucho menos grandes desconocidos, pues podemos encontrar entre los ejemplos al humorista Jay Leno, al actor Rowan Atkinson o al presentador Jeremy Clarkson, aunque ninguno de ellos es el dueño del coche más caro de la historia.
En resumen, el mundo de las subastas de motor y los coches clásicos no deja nunca de sorprendernos. Más concretamente, el Ferrari 250 GTO es todo un referente en materia de subastas. Ocupa los primeros puestos en el listado de los 10 automóviles más caros del mundo, es el coche más caro de la historia y, ahora, también el automóvil más caro jamás vendido en una subasta pública.
A pesar de que a principios de la década de 1970 esté clásico apenas costaba 7.000 dólares en el mercado de ocasión, las escasas 36 unidades que Ferrari fabricó del 250 GTO entre 1962 y 1964 se han convertido en el caviar de la automoción, pues su precio no ha hecho otra cosa más que crecer como la espuma con el paso de los años.
El coche más caro vendido en subasta pública
Vendido por RM Sotheby’s el 13 de noviembre de 2023, la cifra final sin impuestos ascendió a 47 millones de dólares. Eso significa que, con las tarifas añadidas, el precio final sube a 51,7 millones de dólares, un récord para cualquier Ferrari vendido en una subasta.
Pero no es un 250 GTO cualquiera, este automóvil ganó en su categoría en los 1.000 kilómetros de Nürburgring de 1962 y fue el Mejor de la Exposición en el Concurso de Elegancia de Amelie Island de 2011. De hecho, es el único Tipo 1962 en el que participó el equipo de carreras oficial. Ha estado disponible a la venta por primera vez en 38 años.
Concretamente, este 250 GTO #3765 es uno de los 34 GTO con carrocería Tipo 1962 y tiene una historia muy particular. Esta unidad recibió originalmente un V12 de 4.0 litros para adaptarse a las nuevas reglas de la competición en 1962, siendo el único ejemplar que la Scuderia Ferrari utilizó para el equipo interno. Como hemos dicho, gano en Nürburgring.
Posteriormente, fue preparado para las 24 Horas de Le Mans con pequeñas luces debajo de los intermitentes y un motor más potente. Por desgracia, tuvo que conformarse con una cuarta posición debido a un problema de sobrecalentamiento. La firma del Cavallino Rampante lo devolvió a su especificación original, con un V12 de 3.0 litros, y lo vendió a un usuario particular.
Finalmente, acabó en los Estados Unidos, cuando un cliente de Ohio lo adquirió en 1985. Lejos de tenerlo en un garaje, este 250 GTO ha competido en varias carreras clásicas al otro lado del Charco y ha sido expuesto en diferentes concursos. Ahora, el modelo ha vuelto a salir a le venta casi cuatro décadas después, y se ha vendido con todos los registros y documentos oficiales.