Nos ha tocado vivir en una época en la que la contaminación y la eficiencia energética son uno de los principales quebraderos de cabeza de las autoridades alrededor de todo el mundo. En el sector del automóvil, los problemas de emisiones y las restricciones en las principales ciudades europeas son ya una realidad, especialmente en relación a los vehículos más antiguos y los modelos diésel, y los principales estudios en la materia no auguran un futuro prometedor para el automóvil de combustión interna.
Como ya os comenté, una de las medidas que tenía en mente el Ayuntamiento de Madrid para reducir el tráfico en el centro de la capital era ampliar el Área de Prioridad Residencial (APR), una propuesta que aún estaba en el aire pero que, tras la noticia de hoy, podría cobrar cada vez más fuerza, y es que solo en los primeros nueve meses del año, las actuales APR han conseguido recaudar 36,2 millones de euros (si logran cobrar todas las multas, claro).
Concretamente, las actuales APR son Ópera, Cortes, Letras y Embajadores, cuyas cámaras de vigilancia han puesto ya un total de 402.404 multas, una media de 1.474 diarias, según los datos que se pueden consultar en la web municipal. Si cada multa nos cuesta al bolsillo 90 euros -45 euros con reducción-, echad cuentas vosotros mismos. Vamos, lo que viene siendo toda una orgía sancionadora, tal y como calificaban la noticia en El Confidencial.
Las multas puestas en las APR suponen el 19% de todas las denuncias por tráfico que se tramitan en la capital. La zona que más multas acumula, la APR de Ópera, con el 67% del pastel. Las calles de Leganitos y Santo Domingo, las dos «máquinas tragaperras» que más recaudan con más de 100.000 multas.
Pero lo mejor de todo es que a esta cifra se le han descontado todas aquellas multas impuestas entre noviembre de 2015 y el 16 de marzo de 2016, las cuales el Consistorio tuvo que anular debido a un problema informático de la empresa concesionaria que gestiona las cámaras, diversos retrasos injustificados en las notificaciones de las sanciones y el hecho de que muchos residentes no pudieron obtener la tarjeta que les permitía acceder a su barrio. Incluso sin dichas sanciones, el aumento respecto a los nueve primeros meses de 2015 es de nada menos que un 134 por ciento (171.586 multas en 2015).
Y ojo, que lo peor está por venir cuando amplíen las zonas de prioridad residencial a los barrios de Justicia y Universidad para unificar todas las APR…
Q grand la calle fucar….. Y las multas q llegaron