El seguro quizá sea uno de los gastos más importantes que tiene un coche. A lo largo de toda su vida podemos llegar a gastarnos una importante suma de dinero que en el mejor de los casos se queda en unos pocos miles de euros y en el peor, llega a superar con facilidad una gran parte del valor total del vehículo.
Elegir el seguro del coche es algo más complejo de lo que a simple vista puede parecer, sobre todo por dos temas, la protección y como no, la economía. Al igual que hemos hecho en otras ocasiones, hoy vamos a traeros unos trucos para no pagar más a la hora de contratar o renovar un seguro de coche.
1.- No debemos de asumir que el seguro a terceros siempre es lo más recomendable
Así es, pese a lo que pueda parecernos, la cobertura a terceros no siempre es tan barata como nos creemos que realmente es. El seguro obligatorio es aquel que cualquier vehículo que circule por la vía pública debe de tener, pero no siempre es el más recomendable ni el más económico.
Dependiendo del tipo de vehículo y su uso, a veces un seguro a todo riesgo con una franquicia puede marcar la diferencia entre tener un golpe y no poder afrontar la reparación y tener un golpe y continuar teniendo coche. Además de esto, las reclamaciones en caso de no tener la culpa son siempre más rápidas en las pólizas a todo riesgo que en las pólizas básicas. En algunos casos, las aseguradoras incluso son más ágiles o dan más facilidades a la hora reparar los vehículos con mejor póliza, aunque ellos lo niegan…
No os voy a negar que para un coche de gama baja no sea lo más recomendable, pero no me estoy refiriendo a esta clase de vehículos sino a modelos de gama media que cuentan con opcionales de elevado valor cuya sustitución en caso de rotura puede llegar suponer miles de euros. ¿Sabes lo que vale un faro de xenón?, ya te lo decimos nosotros, unos 1.000 euros, así que mucho ojo con los seguros a terceros incluso pasados los 5 años…
Nuestro consejo al respecto es muy claro, no te dejes engatusar por el seguro a terceros más barato, siempre intenta compararlo con un terceros ampliado (robo, incendio y lunas) o con un todo riesgo con una franquicia asumible. Sólo en ese momento podrás comparar y podrás hacer tus estimaciones. Ten en cuenta el tipo de coche que tienes entre tus manos y valora tú mismo teniendo en cuenta esto para no llevarte sorpresas.
En caso de estar financiando el vehículo recomendamos tener un seguro a todo riesgo y salvo determinadas excepciones y vehículos, recomendamos que un vehículo pase del todo riesgo al seguro a terceros a los cinco años de su compra por mera cuestión de valor.
2.- Ojo, añadir un conductor ocasional/habitual no siempre es un gasto y lo que compras es tranquilidad
La adición de un segundo conductor a nuestra póliza, incluso si no va a usar el coche a menudo, puede suavizar el riesgo medio y puede reducir la prima. Además de esto, podremos tener la plena seguridad de que si pasa algo cuando este conductor usa el coche –aunque sea de manera ocasional- estará totalmente cubierto. Si el conductor registrado cuenta con un buen historial y no es una persona de riesgo puede suponer un interesante ahorro en la cuota en caso de ser un segundo conductor. Hay que tener en cuenta que ya son muchas las aseguradoras que requieren que los conductores aunque usen el coche una sola vez al año, estén registrados en la póliza.
Un buen ejemplo son las familias con hijos con el carnet recién obtenido. Tener un seguro a su nombre es impagable pero tenerlos como conductores ocasionales supone su cobertura, nuestra tranquilidad y un aumento en la cuota pagable respecto a una póliza de su titularidad. Si en esa familia hay varios vehículos y los mismos están asegurados con la misma aseguradora, en determinadas compañías vale solo con declarar al conductor en una sola póliza para tener cobertura en todos los vehículos de la familia –os recomiendo que consultéis esta cláusula-.
3.- Los detalles dados a la aseguradora son vitales y los paquetes pueden ahorrar mucho dinero.
Por un lado, tener varios seguros de automóvil con la misma aseguradora –ya sea de hogar, coche, vida, etc…- puede redundar positivamente en una reducción de costes de la póliza. Si no contamos con más pólizas, lo mejor que podemos hacer es describir a la perfección nuestra persona ante la aseguradora.
Aspectos como el uso que le damos a nuestro vehículo, la zona en la que residimos, el lugar donde aparcamos el vehículo o nuestra profesión terminan completando nuestro perfil ante la aseguradora y serán de vital importancia para describirnos como una persona de mayor o menor riesgo. Vale, no podemos mentir porque sería fraude pero sí que tenemos que revisar este tipo de datos ya que podrían suponernos cientos de euros de diferencia ya que no es lo mismo ir a trabajar en el coche que trabajar con el coche igual que no es lo mismo, aparcar el coche en la calle que en un momento dado, alquilar o comprar una plaza de garaje y dejar el coche a cubierto… Siempre informa ya que el riesgo puede bajar y esto, ir acompañado de una reducción en la póliza.
4.- Si te dan la posibilidad y no te supone un incremento, fracciona el pago
En muy extraño que en España se permita el pago mensual sin embargo, en los últimos años se ha empezado a poner de moda el pago fraccionado. Dependiendo de la aseguradora, la fracción en el pago llega a ser hasta gratuita por lo que te recomendamos que optes por esto. Por un lado no recibirás el gran palo sino 2 o 3 fracciones y por el otro, en caso de deshacernos del vehículo ahorraremos dinero ya que pagaremos una parte proporcional y no el año entero.
5.- Nunca optes por la renovación automática, la lealtad en muchos casos sale cara
No te dejes llevar por la publicidad de las aseguradoras ni por las promesas de los corredores. Siempre que toque renovar, compara y pregunta en otras compañías. Si no has tenido incidentes durante todo el año, no aceptes una subida.
Ten en cuenta que con cada año que pase sin incidentes, tu riesgo baja y tu coche vale menos por lo que nada de subidas, en cualquier caso, bajadas de la póliza o mantenimiento de cuota. Si no tienes tiempo para ir aseguradora por aseguradora, acércate a un corredor de seguros o directamente hazlo tú mismo mediante un comparador de seguros de internet ya que compararás varias opciones a golpe de unos pocos clicks.
6.- Analiza bien las coberturas adicionales
A menudo, cuando nos decantamos por una aseguradora esta tratará de vendernos coberturas que quizá ya tenemos cubiertas por otros servicios o incluso tendríamos cubiertas gratuitamente en las pólizas de otras aseguradoras. ¿Perteneces a algún club de conductores? Entonces no vuelvas a pagar por la asistencia en carretera… Ya sabes a lo que me refiero, no pagues nunca doble por un mismo servicio.
También nos referimos a robo, incendio, lunas o incluso la más polémica y comentada, la asistencia en carretera. Además de ver las posibles coberturas de cada una de ellas hay que estudiar cada uno de los términos. ¿Cubre el seguro de lunas la rotura total o sólo la reparación?, ¿cubre la asistencia en carretera todo desde el kilómetro 0?, ¿qué pasa con los ocupantes del vehículo en caso de avería en carretera?. Todo esto, son preguntas que hay que hacer antes de contratar un seguro de coche o contratar un seguro de moto. En mi caso por ejemplo, el seguro de lunas me supone un incremento anual de 10 euros pero si tienes en cuenta lo que vale reparar o en el peor de los casos, reemplazar una luna… En el caso de la asistencia en carretera viene a pasar lo mismo. Esta repercute unos 15 euros anuales en el total de la póliza pero incluye remolque desde el km 0 –es decir, desde mi domicilio-, transporte de ocupantes y el intento de reparación en el sito –desde el cambio de una rueda al intento de reparación de la avería-.
7.- Recuerda que el primer año es el más caro y luego la cosa baja.
Busca siempre aseguradoras que le den valor a la antigüedad de la póliza. La lealtad en muchos casos sale cara tal y como te hemos comentando, sin embargo, hay un número reducido de aseguradoras que le dan importancia a este punto y puede suponer una caía de un 3 a un 5 % año tras año.
Pregunta siempre por los requisitos para la máxima bonificación e intenta ir a por ellos. La cosa no solo radica en la antigüedad del carnet o del coche…
Ya sabes que con la cantidad de comparadores que hay hoy en día en la red, lo mejor es consultar precios desde casa, quizá te lleves una sorpresa y puedas tener un segundo o un tercer presupuesto para hacer fuerza y que tu aseguradora te rebaje el precio en la próxima renovación…
Marta Romero Grande