En los primeros seis meses del año, ya hemos visto como los resultados de marcas como Stellantis y Volkswagen se resentían notablemente.
Stellantis anunció hace unos días que perdía miles de millones en la primera mitad de 2025 y ahora Volkswagen, uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, ha registrado una caída del 36.3 % en sus beneficios netos durante el segundo trimestre de 2025, según informó la compañía alemana.
Este desplome se atribuye a los aranceles impuestos por Estados Unidos y a los persistentes problemas en la rentabilidad de su estrategia de electrificación.
Los aranceles de EE. UU. golpean los ingresos de Volkswagen
Los aranceles estadounidenses, que aumentaron hasta un 25 % para vehículos importados a principios de año, han representado un coste estimado de 1.300 millones de euros para Volkswagen solo en la primera mitad de 2025. Con la amenaza de nuevos aranceles de hasta el 30 % tras el 1 de agosto, las perspectivas para el fabricante se complican aún más.
A pesar de intentar amortiguar el impacto de estos aranceles para sus consumidores en EE. UU. —absorbiendo parcialmente los sobrecostes—, las ventas en América del Norte cayeron un 16 %.
Los coches eléctricos aún no rinden
El volantazo de Volkswagen hacia los vehículos eléctricos no está dando los frutos económicos esperados. Aunque las ventas de modelos eléctricos han aumentado, estos generan márgenes de beneficio considerablemente más bajos en comparación con los vehículos de combustión interna.
“El resultado operativo disminuyó en un tercio en términos interanuales, también debido a las mayores ventas de modelos totalmente eléctricos de menor margen”, explicó Arno Antlitz, director financiero del grupo.
Porsche y Audi, menos rentables de lo previsto
Las marcas premium Audi y Porsche, históricamente pilares de rentabilidad para Volkswagen en tiempos difíciles, también han reportado resultados muy débiles. Esta situación ha tenido un efecto negativo significativo en los beneficios del grupo.
Los beneficios cayeron un 29 % hasta los 3.830 millones de euros, mientras que el beneficio neto descendió a 2.290 millones de euros, con un margen operativo del 4.7 %, el más bajo en años.
Pronóstico para 2025: beneficios planos y sin crecimiento
Volkswagen ha recortado su previsión de beneficios para todo el año, anticipando ahora un margen operativo de entre el 4 % y el 5 %, frente a las expectativas anteriores del 5.5 % al 6.5 %. Además, ya no espera un crecimiento de ingresos del 5 %, sino ventas planas en comparación con 2024.
Los ingresos totales disminuyeron un 3 %, situándose en 80.600 millones de euros, a pesar de un leve aumento en las entregas de vehículos.
China y la reestructuración interna añaden presión
Además del mercado estadounidense, Volkswagen se enfrenta a una caída significativa en sus beneficios en China, su principal mercado extranjero. A esto se suman los altos costes de reestructuración, como parte de un plan de transformación que incluye el recorte de 35.000 empleos en Alemania para 2030, con el objetivo de ahorrar 15.000 millones de euros.
Este plan de transformación, aunque clave para la competitividad a largo plazo, está generando tensiones financieras a corto plazo.
¿Cómo capeará el temporal Volkswagen?
A pesar del complejo panorama, el CEO Oliver Blume insiste en que el grupo se mantiene sólido y ha citado las recientes mejoras en “el diseño de productos, la calidad y la integración de software”. La marca cree que va a salir de esta situación en los próximos años, para consolidarse como un Grupo fuerte y muy saneado.