Bill Thomas Race Cars y General Motors se unieron en 1963 para desarrollar el bautizado como ‘Proyecto Cheetah‘, un coche de carreras que buscaba ser un duro rival del Ford GT40 y Shelby Cobra pero que se quedó en un buen intento. Este coche de carreras destacaba por ser un deportivo radical y auténtico, equipando un motor V8 smallblock 327 de Corvette y una transmisión Muncie entre otra larga lista de elementos que Thomas y Don Edmunds recolectaron del mundo de la competición.
Al parecer, solo se fabricaron 23 unidades, y ahora una de ellas será subastada el próximo 10 de mayo por Guernsey en Nueva York. Este ejemplar perteneció al mismo dueño desde 1965 hasta la actualidad, además puede presumir de ser el único que ha sobrevivido hasta la fecha haber sido restaurado y 100% original.
Este Cheetah puede presumir de tener en sus manos algunos récords dignos de admirar, por ejemplo, estableció un nuevo récord en Daytona en 1964 al sobrepasar los 346 kilómetros por hora. Este logro era algo inaudito para la época, pero a pesar de sus grandes hazañas muy pocos ejemplares han sobrevivo hasta la actualidad de los 23 que se fabricaron. Se construyó en 1963, y todo parece indicar que este fue la segunda unidad de producción que se completó tras utilizar diferentes prototipos de pruebas.
Sam Goins, su actual dueño, señalaba: «Reconozco que, aunque el automóvil no ha sido conducido de forma habitual durante muchos años, hasta donde sé, funciona y funciona como debería«.
Además este mismo ejemplar fue el elegido para demostrar el potencial del Cheetah en Daytona, al superar los 346 kilómetros por hora superó todos los récords establecidos por el Shelby Cobra gracias a su motor Corvette con inyección de combustible. Desgraciadamente, a pesar de su gran éxito y como consecuencia de una etapa de cambios en la administración de GM, el proyecto se abandonó de forma definitiva. Este en concreto apenas ha visto la luz, y ahora que su propietario se acerca al 80º cumpleaños ha decidido venderlo al mejor postor.