Hablar del Octavia es hablar de la esencia de Škoda. Desde su nacimiento en 1996, este modelo ha sido el pilar sobre el que la marca checa ha construido su reputación de fiabilidad, espacio y sentido práctico. Pero dentro de la familia hay un miembro con un carácter especial: el Octavia RS, la versión más deportiva y emocional de la gama.
A lo largo de los años, el RS ha sabido evolucionar sin perder su naturaleza racional. Hoy ponemos a prueba el nuevo Škoda Octavia Combi RS 2.0 TSI 265 CV DSG, una renovación que mejora en tecnología, diseño y comportamiento, manteniendo intacta esa dualidad tan suya: la de ser rápido, pero también familiar y usable en el día a día. A pesar de todo lo que nos ha gustado a lo largo de los años la versión RS de este impresionante modelo, ya tengo que deciros que el modelo deportivo de la gama, ya no es tan accesible como antes y aunque a día de hoy viene tremendamente bien equipado, lo cierto es que el precio de partida arranca en los 47.125 euros, una cifra que lo alejará de la realidad de muchos.
Con más de siete millones de Octavia vendidos, Škoda sabe que no puede fallar. Por eso, esta actualización de mitad de ciclo de vida no se limita a pequeños ajustes estéticos: busca refinar, modernizar y reafirmar el papel del RS como referencia entre los compactos familiares deportivos.
Diseño exterior: elegancia con músculo
Aunque no se trata de un modelo completamente nuevo, el Octavia Combi RS 2025 presenta una imagen más fresca y sofisticada. La marca ha aplicado su nuevo lenguaje de diseño con faros LED más afilados, una parrilla ligeramente más ancha y un paragolpes específico con grandes tomas de aire que dejan claro que estamos ante el RS.
Atrás quedaron los polémicos faros divididos de generaciones anteriores, ahora el conjunto es más limpio y visualmente más ancho. Las ópticas pueden ser Matrix LED de segunda generación, con una iluminación excelente. En la parte trasera, los pilotos Full LED dibujan la característica forma de “C” y el nombre Škoda luce en grande sobre el portón, flanqueado por un discreto difusor y dos salidas de escape visibles.
El RS se distingue también por sus detalles en negro brillante, como la parrilla, los retrovisores o las barras de techo. Las llantas, de diseño exclusivo, pueden ser de hasta 19 pulgadas, calzadas con neumáticos de alto rendimiento. Nuestra unidad de pruebas montaba una bonitas llantas de 18” Comet con gomas Brigestone Turanza en dimensiones 225/45 R18 91Y que equilibran confort y agarre pero que sinceramente, se me antojaban pequeñas para lo musculoso del modelo. Creo que unas llantas de 19” opcionales llenarían mejor los huecos de los pasos de rueda.
Si te preguntas por el color tan chulo de nuestra unidad, sí, es gratuito y se llama Verde Mamba. Yo personalmente no lo escogería en este color, pero si eres atrevido a atrevida, igual te cuadra.
Las dimensiones se mantienen casi inalteradas: 4,709 mm de largo, 1829 mm de ancho y 1477 mm de alto, con una batalla de 2.677 mm. Proporciones ideales para ofrecer un maletero gigantesco sin perder dinamismo en carretera.
Interior: deportividad racionalizada
Al abrir la puerta del RS, encontramos un habitáculo que mezcla sobriedad y deportividad con gran acierto. Škoda ha revisado materiales, tapizados y tecnología, apostando por un ambiente más refinado y digital.
El interior transmite una sensación de mayor empaque y refinamiento. Los ajustes son sólidos y abundan las superficies blandas en la parte alta, aunque todavía quedan plásticos duros en zonas secundarias. No obstante, algunos detalles podrían haberse cuidado algo más. Por poner un ejemplo, desde el interior se aprecia la chapa del marco de las ventanillas, pero a cambio el uso del negro brillante se ha reducido, lo que evita reflejos y huellas. Destaca especialmente el salpicadero tapizado y las bases forradas de los huecos portaobjetos, elementos poco comunes en su categoría.
El diseño interior mantiene las líneas horizontales que definen la carrocería, aportando continuidad visual. La consola ha simplificado su aspecto al eliminar la mayoría de los botones físicos; tanto es así, que incluso los mandos del climatizador trizona opcional se han integrado en la pantalla central.
La pantalla táctil, de 13 pulgadas, concentra casi todas las funciones del vehículo. Su nuevo hardware y software mejoran notablemente la experiencia: ofrece actualizaciones inalámbricas, sensores de proximidad, menús configurables y un sistema de control por voz más avanzado. Además, incorpora la integración de ChatGPT, que se irá ampliando con futuras actualizaciones. Es compatible de serie con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, y destaca por la rapidez de respuesta, la fluidez del sistema y la calidad visual de sus gráficos.
Pese a la apuesta por la digitalización, se mantienen algunos mandos físicos prácticos, como el deslizador del volumen —ahora retroiluminado— y una línea de botones bajo las salidas de ventilación. En conjunto, el salpicadero transmite una imagen moderna, ordenada y elegante.
En el túnel central se ubican dos tomas USB-C de 45 W, un compartimento con carga inalámbrica refrigerada para el móvil (15 W), el nuevo selector de marchas, el freno de estacionamiento eléctrico, el sistema Auto Hold y dos portavasos cubiertos por una cortinilla. La consola finaliza con un reposabrazos regulable en altura y desplazable longitudinalmente, que oculta un hueco refrigerado con toma de 12 V.
Los asientos deportivos delanteros resultan cómodos y ofrecen una buena sujeción lateral, aunque la banqueta podría ser algo más larga.
El volante de dos radios calefactado, destaca por su tacto suave y diseño ergonómico. Desde él se controlan tanto el sistema multimedia como los asistentes a la conducción y la instrumentación digital de 10 pulgadas, que ofrece varios modos de visualización personalizables.
El acceso a las plazas es cómodo y el espacio para las piernas resulta generoso. Las plazas traseras ofrecen espacio para dos adultos de forma cómoda o dos sillitas gracias a sus asientos ISOFIX, la plaza central es un poco menos útil y para viajes largos, resulta incómoda. Como curiosidad, la marca se ha marcado muchos puntos gracias al montaje de serie de muchos elementos interesantes como las cortinillas parasol, una especie de orejeras que pueden moverse en los reposacabezas y multitud de huecos portaobjetos interesantes.
En la segunda fila, el modelo puede incorporar elementos muy prácticos: enchufe de 230 V, cortinillas laterales, soportes para tablets en los reposacabezas delanteros y reposacabezas traseros con extensiones laterales. También hay salidas de ventilación, tomas USB-C de 45 W y un apoyabrazos central.
El maletero sigue siendo una de sus grandes virtudes: ofrece 640 litros de capacidad, ampliables hasta 1.700 litros al abatir los respaldos (60:40) mediante unas palancas laterales. El portón puede ser eléctrico y el espacio de carga es muy aprovechable gracias a sus formas regulares y al piso ajustable en dos alturas.
Bajo el suelo puede alojarse una rueda de repuesto de emergencia o un kit antipinchazos. También cuenta con ganchos, puntos de anclaje, iluminación, toma de 12 V y, opcionalmente, una cortinilla eléctrica. La altura del borde de carga se sitúa en 610 milímetros, lo que facilita la colocación del equipaje.
Motor y prestaciones: el equilibrio perfecto
Bajo el capó se encuentra la joya de la corona: el 2.0 TSI de cuatro cilindros con 265 CV (195 kW) y 370 Nm de par máximo (disponible desde las 1.600 a las 4500 rpm). Es el motor más potente disponible en la gama Octavia, y supone un salto de 20 CV respecto a la generación anterior.
Asociado exclusivamente a la transmisión DSG de siete velocidades, este propulsor brilla por su suavidad, empuje y elasticidad. No hay un golpe de potencia abrupto, sino una entrega progresiva y lineal que facilita tanto una conducción deportiva como relajada.
En cifras, acelera de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente). La tracción delantera, combinada con un diferencial autoblocante electrónico (VAQ), permite aprovechar muy bien la potencia sin pérdidas notables de tracción. En definitiva podemos decir que el modelo se mueve con mucha soltura y es que hablamos de unos “ajustados” 1617 kg de peso en vacío con conductor, una cifra razonable para este segmento y tipo de carrocería.
El sistema Driving Mode Select ofrece varios modos de conducción —Eco, Normal, Comfort, Sport e Individual— que modifican la respuesta del acelerador, la dureza de la dirección, el sonido del motor y la configuración del DCC (suspensión adaptativa). En el modo Sport, el coche cambia por completo su carácter, ganando firmeza y una respuesta más directa.
A pesar de sus prestaciones, el consumo sorprende: en conducción normal es fácil rondar los 7,2 l/100 km, una cifra razonable para un coche de su potencia. En autopistas y autovías en viajes prolongados dentro de los límites de velocidad, hablamos de consumos de 6.5 litros a los 100 y menos, pero el principal problema de este coche, no es el consumo, sino que la marca no ha sacado una versión micro hibridada con etiqueta ECO, algo que le haría ganar muchos enteros a este imponente modelo.
En carretera: el RS más maduro
El nuevo Octavia RS no busca ser un compacto radical, sino un gran rutero con alma deportiva. Su chasis afinado logra un equilibrio sobresaliente entre confort y precisión, lo que lo convierte en uno de los familiares más agradables para viajar rápido.
La dirección es precisa, la carrocería apenas balancea y el conjunto transmite una sensación de solidez propia de un coche de segmento superior. En curvas enlazadas, el diferencial VAQ hace su magia, mejorando la motricidad al acelerar en apoyo. No es tan directo como un CUPRA León, pero sí mucho más utilizable y equilibrado para el día a día.
En autopista, el confort es altísimo. La insonorización se ha mejorado con nuevos cristales dobles laminados y materiales fonoabsorbentes, y la suspensión adaptativa filtra de maravilla las irregularidades sin perder aplomo.
El sistema de frenos, con discos ventilados de gran tamaño y pinzas pintadas en rojo, ofrece un tacto firme y progresivo. En definitiva, el RS logra esa difícil combinación de rendimiento, comodidad y practicidad que pocos rivales pueden igualar.
Tecnología, seguridad y equipamiento
El Octavia RS hereda toda la dotación tecnológica de las versiones superiores de Škoda. De serie encontramos un arsenal de asistentes a la conducción: control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado, asistente de colisión frontal, lectura de señales, luces automáticas y aparcamiento semiautónomo, entre otros.
A esto se suman comodidades como el techo panorámico practicable, el portón trasero eléctrico, la climatización trizona, el sistema de sonido Canton o la iluminación ambiental LED configurable.
Como buen Škoda, también mantiene las ingeniosas soluciones Simply Clever, como el rascador de hielo en la tapa del depósito, el paraguas en la puerta o las prácticas redes del maletero.
Precio, el principal hándicap del Skoda Octavia Combi RS
El Škoda Octavia Combi RS 2.0 TSI DSG 2025 parte desde unos 47.125 euros antes de descuentos o promociones. Puede parecer elevado, pero su relación entre rendimiento, calidad y espacio sigue siendo difícil de batir.
En un segmento donde abundan compactos deportivos de corte más radical, el RS apuesta por la madurez: es rápido, cómodo, familiar y perfectamente utilizable a diario. Un coche que combina sensaciones y sensatez, justo lo que ha convertido al Octavia en un icono.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
El Škoda Octavia RS es uno de esos coches que todavía hacen que merezca la pena soñar en familiares deportivos. Sí, ha perdido parte de su esencia y es que antes hablábamos de un coche mucho más asequible, pero lo cierto es que ahora, los precios altos parecen haber llegado para quedarse, aunque afortunadamente la marca checa te da mucho a cambio de esa alta factura.
Lo bueno
- Excelente producto familiar y deportivo a la vez.
- Ingeniosos detalles Simply Clever en un interior con buena altura al techo, amplio espacio y un maletero sobresaliente.
- Consumos contenidos y bajo nivel de ruido
- Buena calidad de materiales y excelentes ajustes en el habitáculo.
- Confort de marcha destacado, ideal para hacer muchos kilómetros o tramos de conducción deportiva
Lo mejorable
- La segunda fila de asientos ofrece una anchura algo justa.
- La banqueta del asiento del conductor podría ofrecer un mejor apoyo para las piernas en viajes largos.
- El precio de partida es muy alto
- No dispone de versiones con etiqueta ECO