En anteriores capítulos de las «Porsche Top 5 Series» conocimos los cinco prototipos de la marca que nunca llegaron a ver la luz o las tecnologías que importaron del circuito a la carretera, ahora nos deleitan con los cinco modelos más ligeros que han fabricado. En esta ocasión han elegido un escenario de ensueño, nada menos que el monte Grossglockner en Austria, un lugar que podríamos definir como el paraíso de las curvas y los apasionados de la adrenalina. No ha sido elegido ni mucho menos al azar, y es que aquí han tenido lugar las subidas históricas en los Alpes austriacos en las que Porsche también participó.
Para comenzar nos encontramos con el 911 Carrera RS 2.7 Sport, un ejemplar especialmente raro que muy pocos conocen hoy en día y que destaca por su característica «ala de pato» y un programa de perdida de peso que redujo al máximo los elementos en su interior. Como consecuencia de esto los asientos traseros desaparecen, el apoyabrazos o incluso el reloj que equipaba en su interior para ahorrar unos 100 kilogramos de peso respecto al modelo original. Con sus 210 caballos de potencia (155 kW) y solo 975 kg se convirtió en uno de los coches más rápidos y ágiles de la marca en la época, además de su diseño exterior que no envejece con el paso de los años.
Seguimos con el Porsche 906 Carrera 6, un coche que fue encargado por la televisión alemana para grabar las carreras desde dentro, para su construcción se utilizó una carrocería de fibra de vidrio y un motor con 210 caballos de potencia colocado en posición central. En su interior se puede ver la cámara encargada de grabar cada prueba en el circuito de Hockenheimring. Sobre la báscula suma tan solo 675 kg, lo que le permitía «cazar» de cerca cada uno de los contrincantes en el circuito.
Quizás uno de los más vehículos más bellos que encontramos en el ranking es el Porsche 356 SL, que se sitúa en el tercer lugar con tan solo 640 kg de peso. Este coche de carreras equipaba un pequeño motor de tan solo 1.1 litros y 70 CV, junto con una carrocería construida de aluminio y un diseño deportivo que nos enamora aún hoy en día. Desde las cintas de cuero que se encargan de cerrar el capó hasta sus faros con esa característica silueta, es toda una belleza que además ganó en su categoría en Le Mans el año 1951.
Ya en el segundo lugar tenemos el Porsche 718 Formel 2, un pequeño monoplaza de tan solo 90 cm de altura que era toda una pesadilla para sus contrincantes en el circuito. En la parte trasera equipaba un motor con una potencia de 110 kW (150 CV) que permitían conseguir la unión perfecta entre hombre y máquina y que trajo muchas alegrías para Porsche en la competición. De nuevo, la filosofía de la marca quedó reflejada en un coche que es toda una pieza de coleccionista, todo un avance en ingeniería para la época que pesaba tan solo 456 kg.
Ya para acabar tenemos ante nosotros el Porsche 909 Bergspyder, un monoplaza construido para demostrar que la superioridad va de la mano de la ligereza. Este proyecto tenía como objetivo construir el vehículo más ligero y liviano posible y por ello se utilizaron materiales como una carcasa exterior de plástico o una plataforma de aluminio.
Ahora es momento de disfrutar del vídeo y unas vistas dignas de la última entrega de ‘James Bond’, así que sube el volumen y no te pierdas uno de los mejores capítulos de «Porsche Top 5 Series«.