Pirelli ha creado el Stelvio Corsa, un neumático nacido en exclusiva para el legendario Ferrari 250 GTO de 1962 y que combina un look clásico con la más moderna tecnología de la marca. De esta forma, Pirelli recupera una denominación histórica para su producto más nuevo, manteniendo una apariencia propia de la época del vehículo sin renunciar a toda la tecnología moderna. Gracias a un acuerdo con Ferrari se ha creado el Stelvio Corsa, que debutará en el rally Coppa Milano-Sanremo, prueba que cuenta con Pirelli como partner de la organización.
El Ferrari 250 GTO no es un coche cualquiera, es una pieza de coleccionista que en el 2014 fue subastado por nada menos que 38,1 millones de dólares, superando la expectativas en más de 8 millones de dólares y convirtiéndose en uno de los coches más caros del mundo. El nuevo Stelvio Corsa se suma a la familia Pirelli Collezione, encargada de equipar a los automóviles más deseados fabricados entre los años 1950 y 1980, conservando siempre sus rasgos originales.
El diseño del dibujo y su flanco son similares a los de las cubiertas de origen, que conservan esa esencia vintage pero a la vez toda la tecnología y vanguardia de la marca. Se han utilizado nuevos compuestos para ofrecer un mejor agarre en superficies secas y mojadas, además durante su desarrollo los ingenieros de Pirelli han utilizado los mismos parámetros que los creadores del vehículo.
El resultado final es una combinación de rendimiento, estilo y originalidad. A la hora de diseñar el Stelvio se ha recurrido a imágenes del archivo de la Fundación Pirelli, y en su producción se han utilizado técnicas heredadas del mundo de la competición. Para conocer la historia del Stelvio tenemos que remontarnos a los años cincuenta, con pilotos como Alberto Ascari y su Ferrari 500 o Maurice Trintignant y Froilán González que ganaron 24 horas de Le Mans al volante de un Ferrari 375 Plus.
Por aquella época, Pirelli utilizaba algunos nombres de los pasos más conocidos de los Alpes para bautizar a sus neumáticos, tal y como ocurrió con los Rolle o Sempione. El Stelvio Corsa el que mejor representó los productos orientados a las altas prestaciones hasta mediados de los años sesenta y por ello se ha recurrido a este para equipar al Ferrari 250 GTO, el vehículo clásico más caro del mundo.