Tras muchas filtraciones y meses esperando por fin es oficial, la tercera generación del Dodge Viper SRT ya está aquí. Lo que tenemos delante nuestro no es una simple renovación, estamos ante un verdadero superdeportivo que poco tiene que ver con el anterior. Sigue fiel a la forma y motor del original pero solamente en el apartado estético, dentro de sus entrañas todo a cambio y a mejor.
MOTOR Y TRANSMISIÓN
En el apartado mecánico se ha conseguido olvidar su procedencia americana para parecer que estamos ante un vehículo europeo. Gracias al aluminio o al empleo de fibra de carbono en los paneles de la carrocería se ha conseguido una reducción de 60 Kg respecto al anterior. La rigidez estructural se ha aumentado un 50% debido, entre otras cosas, al uso de una barra en el vano motor con forma de X.
Bajo el capó se encuentra el renovado motor V10 de 8.4 litros que aumenta su potencia hasta unos increíble 640cv sin recurrir a la sobrealimentación. El bloque entero se ha aligerado y se ha mejorado su rigidez para aumentar su fiabilidad. Entre sus novedades se encuentra el alzado de válvulas. Para controlar toda esta potencia americana en Dodge han recurrido al uso de un control de estabilidad VDC y un control de tracción DTC que contará con dos modos de funcionamiento para aprovechar todo su potencial: ON y OFF. Más adelante cuando llegue el Viper SRT GTS contará con dos modos adicionales denominados Sport y Track, donde los conductores menos experimentados podrán disfrutar de todo el potencial de este propulsor.
Para los más exquisitos o amantes de los track days la firma norteamericana pondrá a disposición de sus clientes un paquete denominado Track Package, el cual reduce el peso del vehículo en 20Kg, mejora la refrigeración del motor y lo prepara para un uso intenso en circuito.
La transmisión sigue siendo de lo más tradicional. Una caja de cambios manual con seis relaciones cortas permitirán acabar el cuarto de milla en cuestión de segundos.
En un momento en el que la ecología acaba frenando las altas cilindras en los superdeportivos un motor de 8.4 litros no es más idóneo, pero Dodge afirma que será el más rápido, potente y menos consumidor de la historía del Viper.
INTERIOR
El habitáculo muestra una calidad y confort nunca antes visto en este modelo y eso es debido a que el Viper SRT se ha suministrado de los proveedores de Maserati y Ferrari, sus nuevos socios italianos. El cuero predomina en el interior, desde los asientos hasta el salpicadero van recubiertos de este material.
Los asientos han sido fabricados por Salbelt y utilizan arneses de seis puntos para anclar al conductor y no separarse de estos en ningún momento. Para mejorar el centro de gravedad y la deportividad en el interior, el asiento ha sido colocado 2 cm más bajo que su antecesor.
Como cualquier superdeportivo del siglo XXI el Viper va repleto de electrónica. Una pantalla táctil de 8.4 pulgadas (igual que la cilindrada de su motor) será la encargada de controlar desde el sistema multimedia hasta registros del 0 a 100Km/h, distancia de frenado o el número de fuerzas laterales que hemos sufrido.