El preparador japonés Kuhl Racing acostumbra a modificar con estrambóticos resultados modelos tales como el Nissan GT-R, un Nissan MX-5 o un Toyota GT-86 pero hasta ahora nunca habíamos visto que se atreviera con modelos eléctricos como este Nissan LEAF. Con sus diferentes sedes en Japón, China y los Estados Unidos, destaca especialmente por sus estrambóticos modelos, que suelen tener como protagonistas marcas japonesas.
El exitoso compacto ha recibido un profundo lavado de cara al más puro estilo nipón, donde el tuning y los coches sobrecargados de elementos y adornos suman una cantidad enorme de seguidores. Coches como este son los que nos demuestran que todavía quedan creaciones originales en el mundo de las preparaciones, las cuales van mucho más allá de cualquier kit de carrocería habitual de esos que simplemente añaden algún elemento decorativo y unas llantas más llamativas.
En este caso podemos apreciar un voluminoso paquete de carrocería ensanchado en el que se distinguen prominentes paragolpes delantero y trasero, nuevas taloneras, un enorme alerón montado sobre el techo y un provocativo difusor posterior que parece recién sacado de la competición. No menos llamativas son la pintura y las llantas, que lucen un acabado plateado en un lado y dorado en el otro.
Remata el conjunto la suspensión neumática, que rebaja el modelo hasta una altura insospechada. Dado que no se mencionan cambios con respecto al tren motriz eléctrico original, suponemos que permanece intacto, con una potencia de 149 CV (110 kW) y 319 Nm de par. En el caso del LEAF e+, estaríamos hablando de 217 CV (160 kW) y 340 Nm de par motor.