Puede que en Europa la fiebre crossover esté cargándose buena parte de los segmentos más tradicionales como el de las berlinas o, en cierto modo, los MPV, pero en Japón parece que estos últimos todavía tienen fuerza para rato.
Muy bien valorados por las familias, en Suzuki no quieren quedarse sin un MPV de tamaño mediano con el que cubrir las expectativas de esos clientes y para ello acaban de renovar el Landy gracias al acuerdo de colaboración con Nissan.
Mientras Suzuki desarrolla pequeños kei-cars para Nissan, este última le proveerá de los nuevos Landy basados en la última generación del Serena y que mes a mes suelen estar entre los modelos más demandados del país.
Los cambios estéticos no son muy grandes para evitar que los costes se eleven aunque presenta ligeras modificaciones en el frontal, el uso de los elementos cromados y el diseño de las llantas de aleación. En el interior tampoco hay cambios importantes.
Lo que sí es interesante es que todas las versiones del Suzuki Landy incluyen una dotación más rica, destacando la alerta de cambio de carril involuntario, el asistente al aparcamiento automático o el sistema de frenada en ciudad con detector de peatones.
Otros elementos que pueden tener los Landy son el sistema Easy Fuel, climatizador independiente, puertas deslizantes eléctricas, control de crucero, ópticas LED, cámara 360º, acceso sin llave, asientos eléctricos, tapizado en piel y portón trasero automático.
La oferta de motores está compuesta por un dos litros de gasolina asociado a una caja de cambios automática de tipo CVT, y una opción híbrida que reduce ligeramente el consumo medio. En ambos casos se podrán pedir con tracción sencilla o total a un eje.