El Ayuntamiento de Madrid ha aplazado la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), extendiendo por segundo año consecutivo la moratoria que inicialmente se había otorgado hasta 2025, permitiendo así que los vehículos sin etiqueta ambiental pero empadronados en la capital puedan seguir circulando durante todo el año 2026.
Se trata de uno de los principales factores de incertidumbre para los conductores junto a la también suspendida prohibición a la venta de coches de combustión, que Bruselas ha rectificado recientemente para que puedan seguir vendiéndose coches de esta naturaleza más allá de 2035, pese al rechazo de países como España.
Unos cambios que tienen su repercusión en las decisiones de compra de los consumidores y también en los importes de sus pólizas de seguros, por lo que es altamente recomendable acudir a un comparador de seguros de coche como es Rastreator, para conocer las diferentes opciones del mercado y estar siempre actualizado sobre la prima que se paga, con el objetivo de obtener mejores prestaciones a un mejor precio.
Madrid extiende la moratoria para circular sin etiqueta
El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado un nuevo aplazamiento en la aplicación total de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Contra lo previsto inicialmente, los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT pero empadronados en la capital podrán seguir circulando sin restricciones durante todo el año 2026. La decisión, anunciada por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, supone extender por segundo año consecutivo la moratoria que en un principio finalizaba en diciembre de 2025.
Esta prórroga busca dar mayor margen de adaptación tanto a los ciudadanos como al propio mercado del automóvil, en un contexto marcado por la incertidumbre regulatoria a nivel europeo y nacional. Desde el consistorio señalan que el objetivo sigue siendo avanzar hacia una movilidad más sostenible, pero de forma progresiva y compatible con la realidad económica y social de muchos conductores madrileños que aún dependen de vehículos más antiguos.
Qué diferencias hay en el seguro de un coche eléctrico y uno tradicional
Más allá de las restricciones de circulación, uno de los aspectos que más influye en la decisión de compra de un vehículo es el coste del seguro. Aunque a menudo se da por hecho que asegurar un coche eléctrico es siempre más caro que uno de combustión, la realidad es más matizada y depende de múltiples variables.
Tal y como explica Antonio Rubio, responsable de seguros de coche en Rastreator, “una de las principales dudas que suelen surgir a la hora de comprar y contratar un seguro es saber cómo se calcula la prima. De hecho, un 80% asegura que desconoce cómo se hace. Para establecer una prima, las aseguradoras tienen en cuenta distintos criterios como la edad del conductor, el modelo y marca del vehículo o el historial de siniestralidad. Aun así, el precio de una póliza en un coche eléctrico respecto a uno tradicional puede variar notablemente según otros factores específicos para cada tipo de vehículo”.
En el caso de los coches eléctricos, influyen elementos como el mayor coste de reparación, especialmente de componentes como la batería, o la menor disponibilidad de talleres especializados. Sin embargo, también suelen beneficiarse de bonificaciones por su menor impacto medioambiental, sistemas de seguridad más avanzados y, en general, un perfil de conductor con menor siniestralidad.
Por su parte, los vehículos de combustión cuentan con un mercado de reparación más amplio y precios más estables, aunque están más expuestos a futuras restricciones normativas que pueden afectar a su valor y uso.
Por todo ello, comparar distintas ofertas y coberturas resulta clave para encontrar la póliza que mejor se adapte a cada tipo de vehículo y a las necesidades reales del conductor.