El mercado español de turismos sigue evolucionando a un ritmo acelerado, y uno de los fenómenos más destacados en lo que va de año es la creciente penetración de las marcas chinas. Entre enero y abril de 2025, se han vendido en España un total de 377.889 turismos, de los cuales 30.732 unidades corresponden a marcas de origen chino. Esto supone un 8,13% de cuota de mercado, una cifra muy significativa que evidencia el rápido ascenso de estos fabricantes en Europa occidental.
Es importante subrayar que este dato solo contempla las marcas chinas propiamente dichas —como MG, BYD, OMODA o Leapmotor— y no todos los vehículos fabricados en China. Si se incluyeran modelos producidos en el gigante asiático pero bajo otras enseñas, como el Tesla Model 3 ensamblado en la Gigafactoría de Shanghái (2.380 unidades matriculadas en lo que va de 2025), la cifra sería aún más elevada.
MG y BYD lideran el avance de marcas chinas
Entre las marcas chinas, MG se consolida como el claro referente en el mercado español. Con 16.555 turismos matriculados en el primer cuatrimestre de 2025, la marca propiedad del grupo SAIC Motor registra un crecimiento interanual del 79,8%. Su modelo más exitoso es el MG ZS, con 10.644 unidades, seguido del MG MG3 con 3.289 y el MG HS con 1.312 unidades.
La segunda marca china con mayor presencia es BYD, que matriculó 5.354 unidades entre enero y abril, lo que supone un impresionante crecimiento del 644,6% respecto al mismo periodo de 2024. El modelo más vendido de la marca fue el BYD Seal U, con 2.805 unidades, seguido por el Dolphin (985) y el ATTO 3 (792).
Nuevos actores: JAECOO, Leapmotor y OMODA
El desembarco de nuevas marcas chinas también ha sido uno de los motores de este crecimiento. JAECOO, por ejemplo, ha irrumpido con fuerza con 2.646 unidades matriculadas, todas ellas en 2025, ya que no estaba presente en 2024. Por su parte, Leapmotor, que en España opera bajo el paraguas del Grupo Stellantis, ha matriculado 413 unidades, destacando el modelo T03 (286) y el C10 (127).
OMODA, la submarca juvenil del grupo Chery, también está teniendo una buena acogida. Entre sus dos modelos —OMODA 5 y OMODA E5— acumulan 3.364 matriculaciones, lo que representa un crecimiento del 346,2% respecto al año anterior.
Otras marcas en crecimiento
Nombres menos conocidos como EBRO (2.033 unidades), LIVAN (89), DFSK (155), XPENG (141) o HONGQI (15) también han empezado a marcar presencia en el mercado, muchas veces con productos muy específicos o flotas para movilidad urbana. En el caso de EBRO, el S700 y el S800 han protagonizado prácticamente la totalidad de sus ventas.
También hay excepciones: marcas como SERES o YEDO han experimentado una contracción notable, y otras como SKYWELL o VOYAH apenas han registrado matriculaciones, con cifras simbólicas de 2 unidades en el primer cuatrimestre.
El contexto: una competencia global cada vez más reñida
El auge de las marcas chinas no es casual. Responden a una estrategia agresiva en precio, una mejora sustancial en calidad y diseño, y una apuesta decidida por la electrificación. Muchos de estos fabricantes ofrecen vehículos eléctricos o híbridos enchufables con una buena relación entre autonomía, equipamiento y coste. Todo ello en un contexto europeo en el que la movilidad eléctrica y las restricciones medioambientales están acelerando los cambios en los hábitos de consumo.
En este escenario, el consumidor español comienza a perder el recelo hacia las marcas asiáticas, tradicionalmente asociadas a mercados emergentes. La nueva generación de vehículos chinos se presenta con estándares de calidad equivalentes a los de marcas consolidadas, y esto se refleja en el aumento de sus matriculaciones.
¿Hasta dónde puede llegar China?
Con una cuota que ya supera el 8% y un crecimiento de tres cifras en muchas marcas, la presencia de fabricantes chinos en el mercado español es ya una realidad que no se puede ignorar. Su evolución en los próximos meses dependerá en gran medida de la capacidad logística, de su red de distribución local y del nivel de confianza que logren generar entre los consumidores.
A medida que más modelos lleguen al mercado —incluidos SUV eléctricos de gran autonomía y berlinas deportivas a precios competitivos— es probable que esta tendencia continúe, especialmente si las marcas europeas no logran ofrecer alternativas asequibles en el mismo rango de precio.