A partir del próximo mes de junio dejarán de producirse en la planta alemana de Saarlouis los C-Max y Grand C-Max, dos vehículos de estilo monovolumen que gozaron de gran popularidad en el pasado pero que en los últimos mese han perdido gran cantidad de clientes.
Con la moda crossover en lo más alto, son los MPVs los principales perjudicados que han visto reducir de manera importante sus matriculaciones. Los C-Max y Grand C-Max llevan en el mercado desde el 2010 así que están agotando su vida comercial sin tener un sucesor, y no se ha adelantado su muerte como se había rumoreado hace tiempo.
El ciclo de vida habitual de un automóvil moderno es de unos 6-8 años por regla general, algo más si es un vehículo de baja tirada o estilo muy específico (también puede pasar que sea un éxito y se mantenga, como ha ocurrido con el Fiat 500). El C-Max se puede decir que ha cumplido con su cometido en sus ocho años de carrera comercial.
Parte del hueco que dejarán los C-Max en las instalaciones alemanas serán ocupadas por los Focus aunque no se conseguirá cubrir al 100% su salida del mercado. De las 24.000 personas que trabajan en alguna de las plantas alemanas de Ford, unas 5.000 perderán su puesto de trabajo a corto plazo como parte del recorte necesario para sanear las cuentas. La firma está ofreciendo prejubilaciones y un plan de bajas voluntarias para minimizar los daños.