El pequeño Volkswagen T-Cross todavía tardará bastante en llegar a los concesionarios de los principales países europeos pero en Alemania dentro de poco aceptarán pedidos y por tanto la firma está facilitando algunos detalles para que los usuarios tengan más clara su posición en el mercado.
Para intentar hacerlo muy competitivo, en Volkswagen han optado por ofrecer un producto bien equipado desde el nivel de acceso y con un motor mínimo más que suficiente para mover al T-Cross bastante bien por cualquier tipo de vía, algo que no ocurre con las unidades básicas del Polo (el 1.0 MPI de 65 CV es escaso a todas luces).
La dotación también parece que sube un escalón respecto al polivalente y desde el más accesible Trendline contarán con cuatro elevalunas eléctricos, control de velocidad, ordenador de viaje, alerta de cambio de carril, banqueta posterior deslizante en 14cm, sistema multimedia con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, bluetooth y USB.
También sin coste contarán con el volante multirregulable, asiento del conductor con regulación en altura, pilotos traseros con tecnología LED, espejos retrovisores térmicos, cierre centralizado con mando a distancia, asiento posterior abatible por partes, etc. Lo malo es que deja el aire acondicionado en opción.
La motorización más pequeña ya sabes que es el 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual de cinco velocidades. En combinación con el acabado Trendline tendrá un precio de 17.975 €, un coste que resulta solo 625 € más caro que el Polo equivalente por motor y acabado. Sabiendo esto muchos pensarán que el Polo perderá adeptos pero en VW están seguros que los clientes optarán por los Polo con acabados bajos y medios, y en los T-Cross invertirán algo más.