Desde Renault no se cansan de afirmar que durante el desarrollo del ZOE la seguridad ha sido una prioridad. El objetivo para el nuevo modelo 100% eléctrico era lograr un nivel de seguridad tan alto como el de los modelos térmicos, y se ha beneficiado plenamente de la amplia experiencia y conocimientos de Renault en lo relativo a la seguridad activa y pasiva. Desde la fase inicial de diseño hasta la fase de pruebas, no se ha dejado nada al azar. Además de las exigencias de Euro NCAP, se ha prestado especial atención a dos ámbitos específicos de los coches eléctricos: la batería y el sonido que producen estos vehículos al circular.
Dado que las baterías requieren la misma atención que un depósito de carburante, los expertos en seguridad se centraron de manera especial en esta parte del coche. El compartimiento de las baterías de ZOE se ha reforzado para proteger los módulos internos y el recorrido del cableado se ha diseñado para prevenir todo riesgo de daños. La batería se ha sometido a un amplio abanico de pruebas que incluyen exposición al fuego, inmersión, combustión, sobrecargas eléctricas, cortocircuito, compresión, caída desde altura y la llamada «nail penetration test», que incluye introducir un clavo en una célula. Tras los crash tests, la batería permaneció intacta, si bien se incorporó un cortacircuito automático como medida adicional de precaución.
Los vehículos eléctricos hacen muy poco ruido a velocidades inferiores a 30 km/h. por lo que ZOE está equipado con un sistema Z.E. Voice, que reproduce un sonido audible y avisa a los peatones de la aproximación del vehículo cuando circula a una velocidad de entre 1 y 30 km/h.
Todos estos esfuerzos han valido para que el organismo independiente Euro NCAP nombre al Renault ZOE como el mejor en la categoría “supermini” en la clasificación publicada sobre los modelos sometidos a test en el año 2013.
Fuente: Renault