Los fabricantes de automóviles cada vez se esfuerzan más en lanzar al mercado vehículos poco contaminantes. Vivimos en un mundo que, nos guste o no, necesita un cambio radical en materia de emisiones, y uno de los incentivos que el gobierno de España ofrece a los clientes de los vehículos más eficientes es ahorrarse el pago del Impuesto de Matriculación (4,75 por ciento).
Concretamente, no pagarás dicho impuesto si tu vehículo nuevo emite hasta 120 g/km de CO2 a la atmósfera, y este año los españoles podemos estar orgullosos de nosotros mismos, pues el 76% (un total de 797.460 unidades) de los turismos y todoterrenos matriculados en nuestro país entre enero y noviembre de 2016 (1.049.982 vehículos) son poco contaminantes.
Esta cifra supone un aumento del 15,4 % en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que las únicas matriculaciones que han descendido en comparación con los once primeros meses de 2015 han sido las de los vehículos con mayores emisiones. Bien, parece que empezamos a concienciarnos. Bueno, o que los fabricantes cada día trabajan más duro ya que a nosotros no parece preocuparnos demasiado… En cualquier caso, lo importante es que las matriculaciones de vehículos de entre 160 y 199 g/km de CO2 cayeron en 2016 un 17% -hasta 15.904 unidades, lo que les da una cuota del 1 %- y las que superan los 199 g/km de CO2, el 36% (hasta 5.011 unidades, con una cuota del 0,48 %-.
En noviembre (con 92.659 vehículos matriculados) esta tendencia bajista sólo se registró en los vehículos de más de 199 g/km de CO2 -420 turismos y todoterrenos- un 6,2% menos que un año antes y una cuota del 0,4%.
Por otra parte, hay que señalar que en los once primeros meses del pasado 2016 se vendieron en nuestro país un total de 157.057 vehículos -el 14% del total- con unas emisiones de CO2 de entre 121 y 140 g/km, lo que supone un alza del 0,7% en la tasa interanual. A dicha cifra se añaden otras 74.550 unidades -el 7,1% del total y un 4% más que en 2015- cuyas emisiones han estado comprendidas entre 141 y 159 g/km de CO2.
La cuestión es, ¿qué reflejan todos estos datos y qué conclusión podemos sacar de ellos? Pues básicamente que la mejor manera de mejorar la calidad del aire en las ciudades es quitando de la circulación los coches más antiguos -que son también los más contaminantes-, no tomando medidas de resultados cuestionables como las que se han apoderado de Madrid estas Navidades.
Lo que demuestra lo absurdo del impuesto. Un impuesto basado en las emisiones de CO2 a partir de los datos de los propios fabricantes…
A ver si entramos en el Siglo XXI ya y hacemos uno que fomente al fin vehículos eficientes o que al menos recaude algo.