El Tribunal de Justicia de la Unión Europea hoy ha fallado en contra de Uber tras una sentencia en la que establece que se trata de una empresa de transportes más, y por lo tanto, debe ceñirse a los mismos requisitos y exigencias que el sector del taxi. Si hace poco os contábamos que ciudades como Madrid o Barcelona iban a exigir una serie de licencias extra a este tipo de servicios, ahora se le suma esta sentencia que puede determinar el futuro de esta empresa nacida en el 2009 en San Francisco. De esta forma han sentencia tajantemente que: «Queda excluido del ámbito de aplicación de la libre prestación de servicios»
Según han determinado los magistrados encargados de la causa: «Ha de considerarse que un servicio de intermediación como el controvertido, que tiene por objeto poner en contacto, mediante una aplicación para teléfonos inteligentes, a cambio de una remuneración, a conductores no profesionales que utilizan su propio vehículo con personas que desean efectuar un desplazamiento urbano, está indisociablemente vinculado a un servicio de transporte«. Esto quiere decir que se debe calificar como un servicio en el ámbito de los transportes y no un servicio de la sociedad de la información.
De esta forma «un servicio de esta índole está excluido del ámbito de aplicación de la libre prestación de servicios en general». Ahora te estarás preguntando ¿Qué va a pasar en España? En nuestro país por el contrario la situación no cambia, ya que aquí este servicio opera bajo las licencias VTC tal y como lo hacen otras empresas como Cabify. Así la Asociación Profesional Élite Taxi que demandó en Barcelona a Uber por una supuesta falta de licencias ha recibido la noticia como una victoria, lo que de alguna forma demuestra que se trata de una competencia desleal.
Según el nuevo CEO de Uber Dara Khosrowshahi: «Esta decisión no cambia nada en la operativa de Uber en la mayoría de los países de la UE. Sin embargo, todavía hay millones de europeos que no pueden usar apps como la nuestra.» Asimismo conviene aclarar, que la propia UE no tiene competencias en asuntos de transporte, ya que son de ámbito nacional, por ello corresponderá a las autoridades de cada país fijar los requisitos que crean convenientes en cada caso.