La Unión Europea ha dado un sorprendente giro en su estrategia climática. A pesar de que en 2023 se aprobó la prohibición de matricular vehículos nuevos de gasolina y diésel a partir de 2035, Bruselas ha confirmado que los motores de combustión podrán seguir circulando más allá de esa fecha si utilizan combustibles sintéticos o biocombustibles avanzados.
El anuncio, realizado por el comisario europeo de Transporte, Apostolos Tzitzikostas, en una entrevista con Handelsblatt, supone una victoria directa para el gobierno alemán y para el canciller Friedrich Merz, que ha liderado una intensa presión política para frenar la prohibición total.
Alemania logra imponer su visión: “todas las tecnologías deben seguir”
El canciller Merz envió la semana pasada una carta oficial a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exigiendo revisar la prohibición de los motores térmicos. Su argumento: Europa no puede cerrar la puerta a tecnologías que pueden ser clave en la transición energética, entre ellas los e-fuels.
Bruselas ha cedido. Según Tzitzikostas, la misiva fue recibida “muy positivamente” y la Comisión reconoce que debe considerar las “evoluciones geopolíticas” y la necesidad de proteger la cadena de valor automovilística europea.
Los motores diésel y gasolina seguirán circulando gracias a los combustibles sintéticos
El cambio de rumbo implica que:
- Los motores de combustión podrán seguir vendiéndose si funcionan con combustibles sintéticos o biocombustibles avanzados.
- La presión regulatoria se desplaza ahora hacia el mercado de los combustibles limpios, que deberá acelerar su expansión.
- El llamado “paquete automovilístico de la UE” podría retrasarse y revisarse para incluir combustibles de cero o bajas emisiones.
Tzitzikostas insiste en que la transición debe ser “económicamente viable y socialmente justa”, una prioridad que coincide con la estrategia del nuevo gobierno alemán, preocupada por el impacto de la electrificación completa en la competitividad industrial.
Reacciones de la industria: alivio en Alemania y señales de cambio en Europa
La noticia ha generado un auténtico terremoto en el sector automovilístico europeo:
BMW: los e-fuels son una vía climáticamente neutra
Oliver Zipse, CEO de BMW, calificó la prohibición inicial como “un error” y celebró que Bruselas reabra el debate:
“Los combustibles sintéticos permiten neutralidad climática sin destruir décadas de innovación alemana”.
VDA: limitarse al eléctrico es un riesgo
Hildegard Müller, presidenta de la poderosa patronal automovilística alemana, aseguró:
“Europa necesita todas las tecnologías. Apostarlo todo al coche eléctrico pondría en riesgo empleos y competitividad”.
Volkswagen: Europa debe ser realista frente a China
Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen Passenger Cars, destacó que la decisión llega en un momento crítico:
“China domina la electromovilidad, pero Europa no puede renunciar a motores altamente eficientes mientras los combustibles limpios maduran”.
¿Fin de la electrificación? No, pero sí un cambio profundo
La decisión de Bruselas no elimina los objetivos climáticos ni la apuesta por el vehículo eléctrico, pero sí implica una apertura a un mix tecnológico más amplio.
Muchos sectores como el transporte pesado o ciertos segmentos del coche privado necesitan alternativas al 100% eléctrico.

