La Australian Automobile Association (AAA) ha presentado los primeros resultados de su Real-World Testing Program, el primer programa de pruebas independientes en Australia diseñado para medir la autonomía real de los vehículos eléctricos (EV) y comparar esos datos con las cifras oficiales proporcionadas por los fabricantes.
Como ya sabrás, los fabricantes de coches siempre han mentido y aunque se escudan en las homologaciones para dar sus datos, sabemos que estas homologaciones son mucho más beneficiosas para los fabricantes que para los consumidores.
Autonomía real vs. laboratorio: diferencias significativas
Las pruebas, financiadas por el gobierno australiano, analizaron cinco modelos de coches eléctricos y encontraron que la autonomía real era entre un 5% y un 23% menor que la declarada en pruebas de laboratorio obligatorias a la hora de homologar un vehículo en el mercado.
- Smart #3 EV (2024): 432 km reales, solo un 5% menos que la cifra oficial.
- Kia EV6 (2022) y Tesla Model Y (2024): 8% menos de autonomía real que en laboratorio.
- Tesla Model 3 (2024): 441 km reales, un 14% menos que los 513 km declarados.
- BYD Atto 3 (2023): la mayor diferencia, con un 23% menos (369 km frente a 480 km oficiales).
MODELO | Variación autonomía | Autonomía de laboratorio | Autonmía real | consumo | Consumo laboratorio (Wh/km) | Consumo real (Wh/km) |
Tesla Model 3 | -14% | 513 | 441 | +6% | 132 | 140 |
BYD ATTO 3 | -23% | 480 | 369 | +21% | 149 | 180 |
Tesla Model Y | -8% | 533 | 490 | -1% | 169 | 167 |
Kia EV6 | -8% | 528 | 484 | +1% | 165 | 166 |
Smart #3 | -5% | 455 | 432 | +4% | 163 | 170 |
El impacto en la compra de coches eléctricos
Según una encuesta de la AAA realizada en julio, el 60% de los compradores potenciales de coches eléctricos señalaron que su principal preocupación es la autonomía y la recarga, algo que con un coche de combustión interna es más sencillo por sus mayúsculas autonomías y su facilidad de repostaje.
Por qué estas pruebas en eléctricos son clave
El programa nació en 2023 tras el escándalo Volkswagen de 2015, que reveló cómo algunos fabricantes optimizan sus vehículos para rendir mejor en laboratorio que en condiciones reales.
Las pruebas se realizan en un circuito de 93 km en Geelong, Victoria, bajo protocolos europeos para garantizar y minimizar variables externas. Además de medir la autonomía, se analiza el consumo energético y el coste operativo de cada coche eléctrico, información que los fabricantes deben declarar por ley.