En 2017, un total de 44 ciclistas fallecieron en las carreteras españolas y en lo que va de 2018 son 17 los fallecidos según la DGT que por cierto no recoge datos ni de Cataluña ni de País Vasco.
Hace algunos años os hablamos de un casco con luces LED, indicadores de dirección, luz de freno y luz de posición frontal que levantó mucha expectación.
Hoy, estos cascos son fáciles de adquirir a través de internet o tiendas especializadas y lo mejor es que cada vez llegan versiones más sofisticadas de esta interesante idea que da visibilidad a los ciclistas y además nos permite saber hacia dónde se van a dirigir estos frágiles usuarios de la vía.
El casco del que hoy os voy a hablar es el Livall y además de luces LED de posición en color rojo ubicadas en la parte posterior cuenta con intermitentes amarillos LED, llamada de emergencia con envío de posicionamiento GPS y dos altavoces y un micrófono.
Entre las principales ventajas de este casco nos encontramos con la llamada de emergencia.
En caso de accidente, el acelerómetro detecta el golpe o la brusca deceleración y manda un mensaje con la ubicación del ciclista a los 4 números de teléfono elegidos. De esta forma, se puede avisar a emergencias con mayor agilidad y precisión.
El casco incorpora un mando Bluetooth que se monta en el manillar y desde el que se pueden operar todas las funciones del mismo.
Los dos altavoces y el micrófono nos permiten la comunicación gracias a su conectividad bluetooth con el teléfono móvil. En ningún caso los altavoces bloquean el ruido que hay en el exterior para que el ciclista pueda percibir los sonidos que se producen en la circulación. También permite escuchar música.
El sistema tiene una función Walkie-Talkie para poder hablar con otros usuarios que también usen el casco inteligente Livall en las inmediaciones y de este modo o bien mantener una conversación o avisarse de un peligro.
El casco permite hacer fotos mediante el mando bluetooth multifunción sin necesidad de soltar las manos del manillar y utilizando la cámara del teléfono móvil o una «action cam» con bluetooth que tengamos instalada en el manillar.
Además de todas estas ventajas, la app del casco inteligente Livall permite registrar datos de velocidad, distancias o recorridos. Esta información puede ser compartida con los amigos y familiares y nos permite obtener datos de pedaleo y consumo de calorías, entre otros.
El casco está disponible desde 139 euros en internet o en secciones especializadas de tiendas como Norauto con todas las funciones pero si quieres saber más sobre la disponibilidad, los colores y las tallas, pásate por aquí.
¿Son funciones interesantes?
Los ciclistas no deberían circular por la carretera. No se les exige permiso de conducción ni seguro, por lo que, en muchas ocasiones, desconocen totalmente las normas de circulación. Son un peligro, para si mismos y para los demás usuarios de la vía, a los que encima se criminaliza y se culpa, por tener seguro y la carrocería más fuerte.
Si quieren hacer deporte, que se saquen su permiso de conducción y su seguro, y si no quieren que circulen por caminos por el campo.
Lo del casco luminiscente, una cara chorrada
En respuesta a la chorrada de su comentario. La mayoría de ciclistas son conductores habituales.
La DGT permite a los ciclistas circular por carretera, y por desgracia también permite circular a gente con vehículos con capacidad dudable para hacerlo.
Que se podría decir de los conductores que giran sin mirar y sin señalizar?
Yo estoy harto de pegar frenazos(con el coche) cada día por la cantidad de irresponsables que se saltan stops y se incorporan a una vía dándoles igual que tú vayas a velocidad de crucero y tengas que dar zapatazo al freno.
Me parece que su comentario está poco meditado.