Parece mentira pero esto es lo que podríamos llegar a decir al volante de un BMW con sistema automático de conducción en autopistas que frena, acelera, adelanta a otros vehículos él solito e incluso cambia de carril. Ciertamente sorprendente, pero además es capaz de adaptar su conducción a las condiciones del tráfico, todo ello es posible circulando a velocidades de hasta 130 km/h. Creíamos que esos coches de película que van solos no iban a llegar nunca, pero los tenemos más cerca de lo que imaginamos.
Actualmente el equipo de BMW ya ha realizado 5.000 kilómetros de pruebas con un Serie 5 berlina con este sistema integrado y parece que ya está a punto para que los clientes también puedan gozar de una tecnología tan increíble. Solo bastará accionar un botón para que el conductor pueda disfrutar de las ventajas de este sistema y relajarse en su asiento.
Es cierto que el vehículo puede actuar de forma completamente autónoma, pero los responsables de tal invento recomiendan que el conductor siga atento en cada momento.
Claro está que para que funcione una tecnología así, el sistema debe saber en cada momento cuál es la posición del coche en su propio carril y al mismo tiempo debe identificar con claridad todos los demás coches y objetos que están presentes.
¿Pero cómo funciona? Pues bien, esto se consigue gracias a la fusión de sensores tales como el LIDAR, un radar, un ultrasonido y cámaras de video que monitorean el ambiente alrededor.
Otros dos sistemas que complementan al sistema automatizado, son el TrackTrainer BMW y el sistema de parada de emergencia.
El TrackTrainer se utiliza actualmente en la formación de los conductores de BMW para dar a los participantes una sensación genuina de la línea de carrera – la experimentan al volante y no desde el asiento del pasajero. El TrackTrainer autónomo puede guiar a un vehículo a lo largo de la línea de carrera de un circuito completo. La comparación constante de los datos GPS y de vídeo con los mapas digitales y los datos internos del vehículo se utilizan para guiar al coche de forma automática.
Por su parte, el sistema de parada de emergencia de BMW incorpora las tecnologías necesarias para el control y la localización de la ubicación además de analizar el entorno del vehículo para una mayor seguridad. En el hipotético caso de que el conductor sufriese un infarto y perdiese el control del automóvil, el asistente de parada de emergencia detectaría la situación y manejaría de forma autónoma el control del coche, acto seguido lo conduciría hasta una parada segura.
Después el sistema activaría las luces de emergencia y supervisaría el tráfico. A continuación, una llamada de emergencia se realizaría automáticamente para informar a las autoridades de la situación y a los servicios médicos de emergencia para asegurar una respuesta rápida y eficaz.
Pero, ¿creéis que los conductores se fiarán de un sistema automático?