Cada fin de semana con motivo de todo tipo de celebraciones y fiestas en el centro de la capital podemos ver todo tipo de limusinas circulando por la ciudad, desde algún monstruoso Hummer H2 rosa hasta las clásicas Lincoln. Ahora, un equipo de la Unidad de Tráfico de la Policía Municipal de Madrid ha iniciado la caza por la piratería en este sector en expansión, la denuncia interpuesta por la Asociación Nacional de Alquiler de Limusinas ha disparado todas las alarmas.
Los datos son realmente preocupantes, y es que según cifras de esta propia entidad hay hasta un 80% de vehículos ilegales o que no cumplen toda la reglamentación necesaria para llevar a cabo este tipo de servicios. Los equipos de la Unidad de Tráfico han llevado a cabo diferentes patrullas durante los cuatro fines de semana de septiembre y durante este mes para realizar diversos controles de documentación a estos vehículos tan especiales.
Además también se han encargado de verificar si llevaban en regla la licencia para el transporte de viajeros así como si los conductores estaban dados de alta en la seguridad social, participando en estos controles diversos inspectores de la propia Consejería de Transportes. Hasta nueve vehículos ilegales fueron interceptados en una sola noche, algo que refleja los problemas de regulación en este sector. Además se interpusieron otras sanciones por un conductor que realizaba su trabajo sin contrato y en un segundo lugar por la carencia de una hoja de ruta.
Una vez inmovilizados estos vehículos se llevo a cabo su transporte a los diferentes depósitos de la Policía Municipal que hay en la capital, algo que tuvo sus dificultades teniendo en cuenta que estos vehículos alcanzan en su mayoría o incluso superan los 9 metros de longitud. Finalmente se optó por su traslado al depósito situado en el Puente de los Franceses hasta que sus propietarios procedieron a su retirada previo pago de la denuncia.
Estas sanciones impuestas pueden alcanzar en algunos casos los 4.000 euros, aunque la mayoría acogiéndose al pago voluntario consiguieron ahorrar un 30% de la cifra total, unos 2.800 euros.
Otro de los problemas más frecuentes en este tipo de vehículos es el exceso de ocupantes, la legislación española es especialmente estricta con esto y tan sólo permite un máximo de 9 ocupantes por vehículo, algo que muchas empresas con los modelos más grandes no siempre tienen en cuenta y superan el límite. Otras cobran por viajero transportado para aumentar los beneficios, aunque la seguridad de sus clientes pueda verse directamente afectada.