¿Recuerdas cuando te dijimos que te despidieras del WiFi porque el LiFi iba a ser la nueva tecnología que revolucionaría el mundo del motor? Pues poco a poco este innovador sistema comienza a hacerse realidad y un total de 200.000 farolas repartidas por toda la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos) ya cuentan con sensores y micrófonos capaces de oír los accidentes de automóviles e informar por sí mismos a los servicios de emergencia y primeros auxilios.
Este programa piloto tiene como objetivo dar un paso más allá en el desarrollo de las ciudades inteligentes, y que mejor que una ciudad de grandes dimensiones como Los Ángeles para comprobar si este sistema es realmente capaz de reducir el tiempo de intervención de los servicios de emergencia.
Si bien es cierto que la ciudad ya contaba con una infraestructura de alumbrado público conectado, esta nueva tecnología está siendo desplegada para mejorar la funcionalidad del Internet de las Cosas (IoT), un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Alternativamente, Internet de las Cosas es el punto en el tiempo en el que se conectarían a Internet más “cosas u objetos” que personas. De este modo, las farolas cuentan con micrófonos integrados capaces de detectar, monitorear y analizar el sonido ambiente en varias zonas de la ciudad.
Entre las funciones de estos micrófonos se encuentran la posibilidad de detectar colisiones por el sonido, niveles de contaminación y el ruido ambiente de una zona determinada.
Tal y como señala Dietmar Offenhuber, profesor en la Northeastern University, «por la disposición de los sensores de sonido en la infraestructura de alumbrado público, tenemos por primera vez una lectura muy extensa y diversa del paisaje sonoro urbano. Esta información tan peculiar nos permite entender cómo la ciudad y el impacto sonoro se interrelacionan entre sí y qué efecto tienen el uno sobre el otro«.
Este programa piloto ha sido posible gracias a que el año pasado las autoridades de la ciudad iniciaron un proyecto para implementar un sistema de gestión inteligente y conectado de iluminación desarrollado por Philips. Bautizado como CityTouch, este combina las redes móviles locales con las tecnologías basadas en la nube para optimizar el alumbrado de la calle y al mismo tiempo controlar el uso de energía de cada farola, así como la contaminación acústica y lumínica.