¿Cuántas veces hemos escuchado que las batería de los coches eléctricos duran como las de los teléfonos móviles?, ¿Cuántas veces hemos escuchado que cuando la batería se rompa o agote, deberemos cambiar de coche?, ¿Cuántas veces hemos oído hablar sobre que la degradación de las baterías te dejará el coche como un pisapapeles sin autonomía?, ¿Cuántas veces hemos escuchado estas cosas sin pruebas?, Pues bien, hoy vamos a ver si esto es cierto o no con la prueba de este Volkswagen ID.3.
Hace unos días, el Volkswagen ID.3 demostró que la duración de la batería no es un problema, o al menos no es un problema del que preocuparse.
El Volkswagen ID.3, uno de los modelos más representativos de la transición eléctrica del Grupo Volkswagen, ha sido sometido a una prueba de resistencia por parte del ADAC, el club automovilístico alemán. El resultado: tras recorrer 160.000 km en cuatro años, el coche ha perdido tan solo 13 km de autonomía (un 9% de la capacidad de su batería), un resultado que refuerza o debería de reforzar la confianza en la durabilidad de las baterías de los coches eléctricos.
Cuando adquirieron el coche para la prueba, este marcaba al 100% una autonomía de 438 km. Hoy en día, tras 172.000 km la autonomía es de 425 km.
Solo un 9% de pérdida de capacidad en la batería del ID.3
El vehículo probado estaba equipado con una batería de 77 kWh, la cual registró una pérdida de capacidad del 9%, bajando del 100% al 91% tras años de uso intensivo. Este desgaste es considerablemente inferior al límite establecido por la garantía oficial de Volkswagen, que cubre hasta un 70% de capacidad durante 160.000 o 10 años.
Las actualizaciones de software mejoraron la eficiencia y velocidad de carga
Uno de los factores clave que ayudaron a compensar la degradación de la batería fueron las actualizaciones de software implementadas por Volkswagen a lo largo de la vida útil del vehículo. Estas mejoras elevaron la eficiencia energética y permitieron que la velocidad de carga máxima pasara de 125 kW a 160 kW, lo que reduce en dos minutos el tiempo de carga de 10% a 80%.
Datos de degradación progresiva de la batería
El informe del ADAC ofrece datos precisos sobre el estado de salud (SOH) de la batería a lo largo del tiempo:
- 21.749 km: 96%
- 46.029 km : 96%
- 59.155 km: 96%
- 69.549 km: 95%
- 84.264 km: 94%
- 87.020 km: 94%
- 102.505 km: 93%
- 128.500 km: 92%
- 145.810 km: 91%
- 169.651 km: 91%
A pesar de haber sido cargado regularmente hasta el 100% y dejado en ese estado durante días, el ID.3 mostró una degradación suave y controlada, algo que muchos conductores de vehículos eléctricos temen. Respecto a lo de cargar el vehículo al 100%, hay que subrayar que la química de la batería del ID.3 no es LFP y por lo tanto, no se recomienda recargarla hasta el 100% de su capacidad de forma diaria.
¿Qué mantenimiento ha tenido el Volkswagen ID.3?
Dicen que los coches eléctricos apenas tienen mantenimiento, sin embargo, hay ocasiones en las que las marcas “se clavan” con las revisiones oficiales.
Mantenimiento del Volkswagen ID.3: menos intervenciones, pero nada baratas
A diferencia de un vehículo con motor de combustión interna, que tras superar los 170.000 kilómetros habría necesitado al menos cuatro visitas al taller para realizar tareas como el cambio de aceite, el Volkswagen ID.3 solo requiere mantenimiento cada dos años, sin importar la distancia recorrida.
En el caso del modelo evaluado por el ADAC, su primera revisión tuvo lugar cuando ya acumulaba 74.271 kilómetros. La segunda inspección se realizó a los 176.604 kilómetros.
A pesar de tratarse de operaciones sencillas, los costes no fueron especialmente bajos: la primera revisión costó alrededor de 500 euros, mientras que la segunda supuso un gasto de 427 euros. Además, la revisión obligatoria del sistema de climatización, previsto tras cuatro años de uso, sumó 198 euros adicionales.
¿Qué averías ha tenido el Volkswagen ID.3 a lo largo de todo este tiempo?
A lo largo este kilometraje, el Volkswagen ID.3 no estuvo exento de visitas al taller fuera de los mantenimientos programados.
Cuando el vehículo alcanzó los 23.495 km, se detectó una fisura en el parabrisas, probablemente causada por el impacto de una piedra en la carretera. El daño fue cubierto por el seguro y no tiene nada que ver con la calidad del vehículo.
A los 55.000 km, comenzó a escucharse un ruido tipo chasquido proveniente del lado trasero derecho al realizar maniobras a baja velocidad. Tras una revisión, se identificó un problema en el eje de transmisión, un fallo conocido por la marca. Aunque se reparó en garantía en un concesionario oficial, fueron necesarios dos visitas para resolverlo. El ruido reapareció antes de los 100.000 km y desde entonces se ha mantenido de forma persistente.
Otro problema que se detectó en la prueba de larga duración fue el mal funcionamiento de la antena GPS, que provocó la inoperatividad del sistema de navegación y de la función de llamada de emergencia e-Call. Esta reparación tuvo un coste de 525 euros.
Además, el sistema de asistencia de aparcamiento delantero dejó de funcionar debido a que un sensor de dañó por el impacto de una piedra. La sustitución del sensor supuso un gasto de 207 euros.
A los 158.000 km, el vehículo presentó se negó a arrancar en dos ocasiones. La solución fue reemplazar la batería auxiliar de 12 voltios por 456 euros. A pesar de esto el origen del problema está relacionada al sistema de apertura automática al acercarse, vinculada al sistema de acceso sin llave. Una actualización de software a la versión 3.7 eliminó ese fallo.
Por último, el sistema de apertura del portón trasero dejó de funcionar correctamente. El problema en el pulsador provocó que el plástico del portón se agrietara al forzar la apertura. Fue necesario reemplazar tanto el actuador como el portón, con un coste total de 227 euros.
El ID.3 seguirá sometiéndose a pruebas hasta los 250.000 km
El ADAC confirmó que continuará utilizando el Volkswagen ID.3 hasta alcanzar los 250.000 km, momento en el cual se realizará un nuevo informe sobre el estado de la batería.